Las cinco claves de un debate en el que el PP recomienda paciencia a sus diputados

El Congreso recibe hoy el primer envite formal del desafío independentista catalán en un pleno monográfico sobre la solicitud del Parlamento autonómico para convocar la consulta que abra el proceso para la secesión. El debate es un trámite con las claves marcadas. Artur Mas ni acude a dar la cara, los nacionalistas saben que su propuesta es inconstitucional y que será rechazada por el 86por ciento de la Cámara, pero quieren cultivar la imagen de agravio. Insisten en que de todas formas convocarán el referéndum de autodeterminación. Queda la incógnita de si Mariano Rajoy intervendrá en nombre del Gobierno o lo hará Soraya Sáenz de Santamaría; y también el grado de coordinación PP-PSOE en un “no” contundente pero con oferta de diálogo dentro de la ley. La sesión parlamentaria ofrece las siguientes claves:

El presidente de la Generalitat ha declinado defender la propuesta que es el primer paso de su proyecto político para la independencia de Cataluña. Ha explicado que conoce el resultado (la abrumadora derrota parlamentaria de dicha propuesta) y que no quiere seguir los pasos de Juan José Ibarretxe, que sí dio la cara en el Congreso para defender su plan para la secesión del País Vasco. Mas deja la misión a tres representantes del bloque independentista del parlamento catalán: Jordi Turull (CiU), Marta Rovira (ERC) y Joan Herrera (ICV).

La posición del Gobierno en el debate se plasmará con la lectura del texto que en marzo envió al Congreso como respuesta a la petición de la cámara catalana de que el Estado le ceda la competencia de convocar la consulta, que tiene como fin romper el Estado. El Ejecutivo recuerda que la petición es inconstitucional en el fondo y en la forma: “El único titular de la soberanía, de su derecho a decidir sobre su futuro colectivo es el pueblo español en su conjunto”. Además, el Gobierno tiene previsto intervenir en el debate después de los representantes de la Cámara autonómica. En la Moncloa mantienen la incógnita de si lo hará Mariano Rajoy o, visto el nivel de los enviados de Mas, hablarála vicepresidenta. De cualquier forma, Rajoy no entrará en ningún "mano a mano" con Turull.

Los nacionalistas han enviado su propuesta al Congreso a sabiendas de que sería rechazada, pero les sirve para cultivar la imagen de agravio. Mas ha explicado que le da igual, que él seguirá adelante con sus planes. El siguiente paso consiste en hacer su propia ley de consultas para atribuirse una competencia que constitucionalmente no pueden tener. Esa ley tendrá que ser recurrida por el Gobierno ante el TC en cuanto sea aprobada.

Mariano Rajoy y Alfredo Pérez Rubalcaba mantienen hilo directo desde el pasado otoño para hacer frente al desafío separatista de Mas. El PSC olvidó su apuesta por la consulta de autodeterminación a la que se había apuntado junto con CiU, ERC e ICV. El líder del PSOE llega al debate con el “no” al referéndum por delante, pero con la recomendación de que hay que insistir en el diálogo institucional y dispuesto a defender su alternativa de la reforma constitucional pese a que no encuentra eco en ningún otro grupo. Hay que ver el grado de coordinación en la respuesta de ambos.

El Grupo Popular ha recomendado a sus diputados que estén muy tranquilos y sean cuidadosos en cualquier expresión de rechazo ante las previsibles provocaciones y “burradas” contra la Constitución y contra España que van a tener que oír de los portavoces nacionalistas, en especial los de ERC, que contarán con el respaldo entusiasta de los batasunos de Amaiur.