Es noticia
Mas, asaltos de inmigrantes y corrupción fuerzan a Rajoy y Rubalcaba al consenso
  1. España
pactos de estado antes de las Europeas

Mas, asaltos de inmigrantes y corrupción fuerzan a Rajoy y Rubalcaba al consenso

Vuelve el intento de buscar pactos de Estado o un mínimo de consenso entre Gobierno y PSOE. Mas, la inmigración y la corrupción que no cesa obligan

Foto: Rajoy y Rubalcaba, en la Moncloa, el pasado junio. (Efe)
Rajoy y Rubalcaba, en la Moncloa, el pasado junio. (Efe)

Vuelven los intentos de alcanzar pactos de Estado o un mínimo de consenso entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. El desafío independentista de Artur Mas en Cataluña, los asaltos de inmigrantes a la frontera en Ceuta y Melilla y el generalizado espectáculo de la corrupción que no cesa, empujan a Mariano Rajoy y a Alfredo Pérez Rubalcaba a acuerdos o entendimientos impensables hace pocos meses.

El Partido Socialista recula después de su ataque de demagogia tras los sucesos de Melilla, renuncia a “reprobar” en el Congreso al ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y se conforma con pedir la cabeza del director general de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, aunque sabe que no caerá. Mientras, el Ejecutivo pide unidad en la materia ante la reunión Unión Europea-África del 2 y 3 de abril, a donde quiere llevar el problema de la inmigración ilegal.

Ese acercamiento de posiciones entre el Gobierno y el principal partido de la oposición se ha registrado después de cerrar un acuerdo (el adelanto en la Cámara baja del debate sobre la consulta separatista) y un reencuentro: después de desmarcarse de la llamada ley de transparencia aprobada por el Ejecutivo, los socialistas se disponen a negociar su apoyo a los dos últimos proyectos gubernamentales contra la corrupción.

Desde el principio de la legislatura, Rubalcaba gusta de alternar sus periodos de opositor total dispuesto a competir en izquierdismo con IU con etapas en las que cultiva más su imagen de “hombre de Estado”. Siempre salva de la pelea partidaria la lucha antiterrorista y el apoyo a la Monarquía, asunto en el que sigue la tradición de su partido y se desmarca del resto de los grupos de izquierda.

Diálogo permanente y personal sobre Cataluña

Rajoy y el jefe de la oposición mayoritaria sí que han mantenido un diálogo permanente y personal desde septiembre pasado sobre el desafío separatista en Cataluña. El PSOE no se acaba de alinear con la posición del Gobierno de incondicional defensa de la Constitución y procura quedarse a medio camino con su propuesta de reforma “federal” de la misma” para quedar medio bien con todo su partido, incluidos el PSE y el propio PSC.

Fuentes gubernamentales admiten que Rubalcaba ha hecho una contribución importante en el intento de frenar los planes de los independentistas

Pero Rubalcaba ha sido decisivo para que el PSC se bajara del tren en marcha del “proceso” del nacionalismo catalán que arranca con la exigencia de la consulta. Así lo reconocen en fuentes gubernamentales, donde admiten que Rubalcaba ha hecho una contribución importante en el intento de frenar los planes de los independentistas.

PP y PSOE ya han acordado a través de sus grupos parlamentarios adelantar al día 8 de abril el debate en el Congreso sobre la consulta en Cataluña y ahora esperan a ver cómo se ordena el pleno para decidir quién interviene en la sesión. Artur Mas y Oriol Junqueras no acuden a la Cámara a dar la cara, por lo que Rajoy y Rubalcaba se reservan la decisión última sobre si tomarán la palabra o no. Pero “coordinarán” el marco, tono y nivel de la respuesta a la pretensión de los nacionalistas de que “el Estado” les ceda la competencia para convocar una consulta ilegal para promover la secesión de Cataluña.

Los socialistas han acudido a la cita con la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, para buscar una amplia mayoría (el consenso) en los dos proyectos de ley que el Congreso tramita para combatir la corrupción política: otra reforma del Código Penal para endurecer las penas y el futuro estatuto del cargo público.

La corrupción que a todos afecta empuja al pacto

Los escándalos de casos que no se cierran, como los de Bárcenas, Gürtel o los ERE en Andalucía, favorecen el acuerdo para una respuesta preventiva compartida ante el deterioro general de la imagen de los políticos. En el Gobierno creen que esta vez el PSOE sí negociará y apoyará al final los citados proyectos de ley.

Jorge Fernández Díaz, en el perímetro fronterizo de Ceuta. (Efe)Ante el problema de la inmigración ilegal y los asaltos masivos a las fronteras en Ceuta y Melilla, el Ejecutivo insiste en pedir un pacto de Estado. Quiere una posición compartida ante la Unión Europea para conseguir ayudas y concienciar a las instituciones de que es un problema de toda la UE. Ese entendimiento es urgente porque Mariano Rajoy ha planteado que en la cumbre entre la Unión y África que se celebrará en Bruselas los días 2 y 3 de abril se incluyan las cuestiones de la inmigración y se refuerce la cooperación con los países de origen y tránsito.

El jefe del Ejecutivo reclama una legislación europea común en la materia, tanto en la inmigración legal como en la que mueven las mafias, y que englobe todas las cuestiones, desde la reagrupación familiar a las repatriaciones. De momento, el PSOE ha desistido de plantear la próxima semana en el Congreso la “reprobación” del ministro del Interior por los sucesos de Melilla. En el Grupo Popular confían en que los socialistas vayan bajando el tono de sus ataques, dirigidos al principio, según dicen en el PP, a desgastar al Gobierno ante la proximidad de las elecciones europeas.

Vuelven los intentos de alcanzar pactos de Estado o un mínimo de consenso entre el Gobierno y el principal partido de la oposición. El desafío independentista de Artur Mas en Cataluña, los asaltos de inmigrantes a la frontera en Ceuta y Melilla y el generalizado espectáculo de la corrupción que no cesa, empujan a Mariano Rajoy y a Alfredo Pérez Rubalcaba a acuerdos o entendimientos impensables hace pocos meses.

Constitución Mariano Rajoy Alfredo Pérez Rubalcaba Inmigración
El redactor recomienda