Mas apoya una fórmula inédita para estar en la UE: Cataluña sería un Chipre 'a la inversa'

Artur Mas cree haber dado con la receta para que Cataluña sea admitida en la UE si logra separarse de España: los catalanes seguirían siendo ciudadanos comunitarios de pleno derecho, pero el eventual Estado catalán independientequedaría a la espera de una futura adhesión. Una fórmula a la chipriota, pero a la inversa, que Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), el partido de Mas, abrazó el pasado fin de semana en un documento aprobado por la Convención Nacional del partido, y que ha pasado prácticamente inadvertida.

El temor a que una hipotética Cataluña independiente quede excluida de la UE le quita el sueño a Mas, porque la inmensa mayoría de los sondeos de opinión reflejan que, ante ese escenario –insistentemente agitado por el Gobierno de Mariano Rajoy–, una mayoría de los catalanes optaría por seguir en España. De ahí que el documento elaborado por la dirección de CDC, bajo el título Compromesos amb les persones (Comprometidos con las personas), le dedique un amplio capítulo al complicado encaje de Cataluña en el club de los Veintiocho.

Mas, en realidad, se ha limitado a hacer suyauna propuesta del Instituto Alemán de Política Internacional (SWP, en sus siglas alemanas),tal vez el think tank más influyente de Berlín y cuyos dictámenes son muy apreciados por el Gobierno de Angela Merkel y el Bundestag, el Parlamento germano.Conocidocomo el informe Lang, el SWP aboga en ese documento por que los catalanes conserven todas las ventajas de la ciudadanía europea –libre circulación de personas, bienes y capitales– mientras el eventual Estado catalán negocia su adhesión a la UE.

Convergència, el socio mayoritario de CiU y motor, junto a ERC, del proyecto secesionista, admite que "el proceso catalán de inclusión europea tendrá dificultades". Pero, a renglón seguido, se aferra al informe Lang para proponer "un periodo de pertenencia transitoria de los catalanes a la UE, que mantendrían su condición de ciudadanos comunitarios", mientras que "el territorio catalán tendría un proceso de incorporación a medio plazo". Cuando ese momento llegue, añade CDC, "el Estado catalán será un polo de estabilidad política y económica en el sur de Europa".

El informe Lang rescatado ahora por Mas propone para Cataluña un modelo como el de Chipre, pero a la inversa. Es decir: que los derechos y deberes de los catalanes como ciudadanos comunitarios sigan en vigor aunque el nuevo Estado catalán no sea reconocido como miembro de pleno derecho de la UE. La isla de Chipre ingresó en la Unión Europea en 2004, pero la aplicación de la legislación que emana de Bruselas –lo que se conoce como acervo comunitario– se limita exclusivamentea la parte sur de la isla. Y será asíhasta que se produzca la reunificación.

El tercio norte de Chiprefue ocupado militarmente por Turquía en 1974, en respuesta al golpe apoyado por la dictadura militar griega para deponer al Gobierno legítimo. Aquel Estado de facto fuebautizado como República Turca del Norte de Chipre, pero desde entonces sólo ha recibido el reconocimiento internacional de la propia Turquía y de la Organización de la Conferencia Islámica. En 2004, tras la adhesión de la República de Chipre–los dos tercios restantes de la isla– a la UE, se celebró un referéndum para la reunificación auspiciado por la ONU, pero el 76% de los grecochipriotas la rechazaron.

El informe Lang sostiene que las causas del creciente apoyo al independentismo en Cataluña son "complejas" y van mucho más allá de la crisis económica, por lo que anima al Gobierno de Rajoy a buscar una "solución constructiva" que pasaría por un pacto Madrid-Barcelona para una salida "federal" al contencioso. Y concluye señalando que, si finalmente se produce la secesión, el Estado sucesor –es decir, España sin Cataluña– sería el que retendría su pertenencia a la UE, aunque "el derecho europeo sería igualmente válido en la globalidad del territorio".