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Ruz maniobra en la sombra para resucitar el empantanado 'caso SGAE' y salvar la cara
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un sector de la entidad quiere retirarse como acusación particular

Ruz maniobra en la sombra para resucitar el empantanado 'caso SGAE' y salvar la cara

El juez Ruz se reunió en secreto con un directivo de la SGAE para impulsar la investigación, hoy empantanada, contra la anterior cúpula directiva de 'Teddy' Bautista

Foto: El juez Pablo Ruz. (Efe)
El juez Pablo Ruz. (Efe)

Han pasado más de seis años desde que la Fiscalía Anticorrupción abrió diligencias contra la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y parte de su cúpula directiva, encabezada entonces por EduardoTeddy Bautista, por presunta apropiación indebida y administración fraudulenta. Y casi tres desde que el juez Pablo Ruz ordenó el registro de la sede de la entidad y la imputación de una docena de altos cargos y empresarios. Pero el sumario sigue empantanado porla falta de consistencia de las acusaciones y los errores de bulto del fiscal, José Miguel Alonso Carbajo, y del propio Ruz, lo que ha empujado a éste a buscar nuevas pruebas casi a la desesperada para desatascar la investigación y tratar de salvar la cara.

El titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional se reunió discretamente el pasado 6 de febrero con el subdirector de los Servicios Jurídicos de la SGAE, José María Segovia, para buscar una salida a la parálisis que afecta a la investigación judicial y resucitar un sumario que está a punto de irse a pique, según han confirmado fuentes muy cercanas a la sociedad de autores, que ejerce la acusación particular en el caso SGAE. El encuentro se celebró a primera hora de la mañana en el despacho de Ruz, y éste no informó del mismo a ninguna de las partes personadas en el procedimiento judicial.

Tras su reunión con Ruz, Segovia trasladó urgentemente al jefe de los Servicios Jurídicos de la SGAE, César Iglesias, lo tratado en aquel encuentro, especialmentela sugerencia del magistrado para que la sociedad de autores amplíe el informe pericial que en su día encargó a Ernst & Young, y por el que desembolsó 1,1 millones de euros. Ese informe no aportó una sola prueba concluyente de la presunta apropiación indebida de fondos durante la etapa de Bautista como máximo responsable de la SGAE, más allá de unos cuantos juicios de valor sobre el "poder exagerado" de éste y sus supuestas "conductas megalómanas".

Foto de archivo de los registros en la sede de la SGAE. (Efe)Dicho y hecho. Apenas dos semanas después del encuentro entre Ruz y el número dos de los Servicios Jurídicos de la SGAE, la entidad que ahora preside José Luis Acosta presentó un escrito en el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional en el que pide al juez que facilite nuevo "material probatorio" a la consultora Ernst & Young "a fin de poder emitir el correspondiente dictamen pericial, ampliatorio del efectuado en fecha 13 de enero de 2012". El escrito añadía que "de dicha pericia pudieran derivarse nuevos extremos a tener en cuenta respecto de los posibles perjuicios causados a la entidad".

La petición de los nuevos gestores de la SGAE, siguiendo las indicaciones de Ruz, se basa en que Ernst & Young no pudo tener acceso en su día a todos los archivos informáticos que fueronintervenidos por la Guardia Civil durante el registro del palacio de Longoria, la sede de la entidad, el 1 de julio de 2011. El escrito argumenta que la auditoratampoco pudo analizar,cuando elaboró su primer informe pericial, el clonado de los servidores de la SGAE realizado en julio de 2013a petición deJosé Luis Rodríguez Neri, exdirector general de la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE) -la filial digital de la SGAE- e imputado en la causa.

Según las fuentes consultadas, la intención de Ruz y la actual cúpula de la SGAE es revitalizar unsumario al borde del colapso con la esperanza de que el nuevo informe pericial de Ernst & Young encuentre algún indicio de los delitos que Ruz atribuye a Bautistay el resto de imputados. El juez y el fiscal sostienen que los trabajos de ingeniería informática que la SDAE encargó en su día a la mercantil Microgénesis para agilizar la gestión de los derechos de autor de sus 100.000 socios fueron ficticios o se pagaron a precios inflados. Pero ni uno ni otro han aportado hasta la fecha pruebas concluyentes de esos supuestos delitos.

Sede de la SGAE.Latesis de Ruz y Alonso Carbajo sufrió un tremendo varapalo el pasado mes de enero, cuando otro informe pericial echópor tierra sus argumentos inculpatorios. Ese informe, elaborado por un equipo de expertos informáticos encabezado por el catedrático de Lenguajes y Sistemas de la Información Mario Gerardo Piattini, uno de los científicos más reputados mundialmente en el campo de la ingeniería de software, concluye que los proyectos que Microgénesis realizó para la SGAE y la SDAE entre 2000 y 2011 -con un coste de 29 millones de euros-supusieron "un importante esfuerzo de reingeniería de sus procesos organizativos así como de migración de su estructura tecnológica", y que el "coste imputado" por esos trabajos "se puede considerar el normal en ese periodo".

Iglesias, actual jefe de los Servicios Jurídicos de la SGAE, comunicó al Consejo de Dirección de la entidad, reunido el pasado 27 de febrero, la petición de Ruz para encargar a Ernst & Young un nuevo informe pericial. Pero varios miembros del órgano de gobierno de la sociedad de autores, entre ellos su vicepresidente José Miguel Fernández Sastrón, mostraron su oposición, argumentando que ya se pagó en su día a la consultora 1,1 millones de euros por un informe que no ha servido para nada. Fernández Sastrón, según las fuentes consultadas, lidera una corriente de opinión que está cobrando fuerza entre los consejeros de la SGAE: que ésta se retire como acusación particular en el sumario que instruye Ruz.

Tanto la directora general de la SGAE, Natalia Garzón, como el responsable de Comunicación de la entidad, Javier Martín Domínguez, han rehusado confirmar o desmentir a El Confidencial esa información, escudándose en que los debates del Consejo de Dirección de la sociedad de autores son secretos. Tampoco Fernández Sastrón ha querido pronunciarse al respecto. Y el juez Ruz no ha respondido a la llamada de este diario.

Han pasado más de seis años desde que la Fiscalía Anticorrupción abrió diligencias contra la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) y parte de su cúpula directiva, encabezada entonces por EduardoTeddy Bautista, por presunta apropiación indebida y administración fraudulenta. Y casi tres desde que el juez Pablo Ruz ordenó el registro de la sede de la entidad y la imputación de una docena de altos cargos y empresarios. Pero el sumario sigue empantanado porla falta de consistencia de las acusaciones y los errores de bulto del fiscal, José Miguel Alonso Carbajo, y del propio Ruz, lo que ha empujado a éste a buscar nuevas pruebas casi a la desesperada para desatascar la investigación y tratar de salvar la cara.

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