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Guerra en Cataluña por el vicepresidente de BASF que firmó contra la consulta de Mas
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una campaña pide su dimisión y otra le apoya

Guerra en Cataluña por el vicepresidente de BASF que firmó contra la consulta de Mas

Para algunos, la venganza es un plato que también pude servirse caliente. Por tanto, la primera batalla de la independencia ya ha comenzado en torno al vicepresidente de Basf

Foto: El vicepresidente del Grupo Basf, Erwin Rauhe. (EFE)
El vicepresidente del Grupo Basf, Erwin Rauhe. (EFE)

Para algunos, la venganza es un plato que también pude servirse caliente. Por tanto, la primera batalla de la independencia ya ha comenzado. El comunicado de una cincuentena de ejecutivos extranjeros en Cataluña en el que pedían frenar el proceso independentistaha recogido los primeros contraataques, en forma de una campañapara pedir la dimisión de uno de los firmantes,nada menos que Erwin Rauhe, vicepresidente de la multinacional alemana BASF, el nombre demayor peso de la extensa lista de apoyos que tenía.

El Cercle Català de Negocis (CCN), entidad que agrupa a algunos empresarios independentistas, fue la primera organización que se movilizó para 'convencer' alos alemanes. Al día siguiente de hacer pública lo que ya se conoce como la Declaración de Barcelona, esta asociación se puso en contacto con representantes de sus homólogos alemanes porque consideraba que las aseveraciones de los ejecutivos se hicieron por carencia de información “o la han recibido tergiversada a través de la prensa española”. La intención del CCN era “desmitificar las dudas y temores relacionados con el proceso de consecución de un Estado propio para Cataluña. El CCN se inclina “por la pedagogía como mejor herramienta para responder a la Declaración de Barcelona”.

Es más, para los empresarios independentistas, la información que recibieron los ejecutivos alemanes fue directamente de “la FAES o la Fundación Francisco Franco”. Y el presidente del CCN, Albert Pont, aseguró que Cataluña seguirá teniendo sus mismos derechos en la UE, digan lo que digan sus dirigentes, aunque en un comunicado que realizó con la vista puesta en Alemania llegó a afirmar que “tal y como está yendo el proceso, por ahora es España quien tiene más números para quedar fuera de Europa”.

El presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas. (EFE)Y puestos a decir boutades, otros compatriotas se liaron la manta a la cabeza y fueron más allá. Es el caso de Josep Escofet, habitual de los foros independentistas, que lleva dos semanas proponiendo en todos los foros soberanistas un duro comunicado. Su mensaje es claro y directo: “Firmad la petición. Destitución del vicepresidente de BASF España, Erwin Rauhe, por tomar parte en la propaganda del Partido Popular en contra del proceso de independencia Catalán (sic). No nos podemos permitir declaraciones de este tipo, hemos de decir basta a que todos nos critiquen haciendo demagogia barata y que no pase nada”.

A continuación, facilita la dirección de la web donde se encuentra la petición, que deberá ser enviada a Kurt Bock y a Martin Brudermüller, presidente y vicepresidente respectivamente de la multinacional alemana. El texto de la misiva dice que “no podemos tolerar las declaraciones del señor Erwin Rauhe para difundir propaganda política impulsada por el PP contra el proceso pacífico y democrático de la independencia de Cataluña” y exige su inmediato despido.Su éxito, hasta el momento, ha sido bastante discreto: sólo ha conseguido 385 firmas de apoyo.

La contracampaña

Pero eso no quita que el catedrático de Fundamentos del Análisis Económico de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), Clemente Polo, hubiese lanzado, a su vez, una campaña paralela de apoyo a Rauhe. Esta campaña, puesta en marcha a finales de la pasada semana, tiene como leitmotiv hacer frente a la que ha puesto en marcha Josep Escofet. Lo que quiere es “respaldar públicamente la iniciativa del señor Erwin Rauhe, vicepresidente de BASF España, y otros empresarios alemanes a favor de mantener la unidad de España”. Y en su corto texto subraya que “somos muchos los catalanes que nos oponemos al movimiento nacional-independentista catalán que está provocando una gravísima fractura social en Cataluña y que, de consumarse, tendría consecuencias económicas desastrosas para la inmensa mayoría de los catalanes”. Y sus resultados son bastante mejores que los de este: ha recogido ya 650 firmas, a pesar de haberse puesto en marcha hace sólo unos días.

Cadena humana por la independencia. (EFE)Clemente Polo señaló a El Confidencial que decidió comenzar su campaña cuando vio la de Escofet en las redes sociales. “Lo cierto es que aquí todos tienen miedo. Los empresarios no dicen nada porque afirman que de momento no tienen nada que ganar. Y por parte de los políticos se juega con muchas mentiras. Por ejemplo, han hecho públicas encuestas donde dicen que los empresarios están a favor de la independencia. Y lo cierto es que enviaron la encuesta a 10.000 empresarios y sólo respondieron 800. Evidentemente, sólo respondieron los que querían decir que sí. Y ellos lo presentan como un gran respaldo al proceso. O cuando hacen caso a un estudio económico, flojito, en el que se dice que el déficit de la balanza es de 16.000 millones de euros anuales. Y si miramos el año 2009, vemos que sí existió un superávit de 4.000 millones, pero si miramos el histórico, no hay superávit”.

Fuentes empresariales alemanas, no obstante, señalaron a El Confidencial que a nivel oficial no han recibido presiones tras el comunicado. “A nivel personal, ha habido tensión, pero ni desde el Gobierno ni desde ninguna entidad se han dirigido a nosotros para presionarnos o pedirnos explicaciones”, indican estas fuentes. Respecto a la campaña de Escofet, apuntan a que es obra de un exaltado o un pequeño grupo de ellos, pero no le dan mayor importancia. “Iniciativas como esta no llevan a ninguna parte”, subrayan. Alguna fuentes consultadas por este diario, no obstante, enfatizan que si el comunicado hubiese sido de apoyo, las alabanzas no habrían cesado e incluso no descartan que hubieran sido recibidos por el propio presidente de la Generalitat.

Para algunos, la venganza es un plato que también pude servirse caliente. Por tanto, la primera batalla de la independencia ya ha comenzado. El comunicado de una cincuentena de ejecutivos extranjeros en Cataluña en el que pedían frenar el proceso independentistaha recogido los primeros contraataques, en forma de una campañapara pedir la dimisión de uno de los firmantes,nada menos que Erwin Rauhe, vicepresidente de la multinacional alemana BASF, el nombre demayor peso de la extensa lista de apoyos que tenía.

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