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Rubalcaba echa el resto ante las europeas y aprueba el órdago navarro... hasta con Bildu
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TRAS la apuesta por valenciano y el aborto

Rubalcaba echa el resto ante las europeas y aprueba el órdago navarro... hasta con Bildu

Alfredo Pérez Rubalcaba meditará si se presenta a las primarias del PSOE en función del resultado de Elena Valenciano en las próximas europeas. Y está dispuesto a jugársela

Foto: El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. (EFE)
El secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. (EFE)

Alfredo Pérez Rubalcaba meditará si se presenta a las primarias del PSOE en función del resultado de Elena Valenciano en las próximas europeas, jugada a la que, desde ayer, se une también el posible cambio de gobierno en Navarra, donde los socialistas han lanzado un órdago de moción de censura contra Yolanda Barcina que se resolverá en los próximos quince días. Rubalcaba inicia el contraataque de su, quizá, última batalla política poniendo todas sus bazas en ambos retos, que podrían dibujar un nuevo mapa de mayorías.

La derivada navarra no estaba preescrita en ningún guion, pero se ha desencadenado de forma abrupta en las últimas horas tras la dimisión de la directora gerente de la Hacienda Tributaria de Navarra, Idoia Nieves, que ha aludido a constantes “injerencias” de la consejera de economía, Lourdes Goicoetxea, y de la propia Barcina como motivo de su dimisión. La bomba de relojería es de tal calado que, por primera vez, los socialistas podrían jugar en serio la baza de la moción de censura –autorizada ayer por la mañana por el propio Rubalcaba– y forzar la destitución de la presidenta del Gobierno foral. Esto siempre ha estado en su mano, pero hasta ahora parecía imposible habida cuenta de que toda alternativa pasa, sí o sí, por entenderse con Bildu y con los demás grupos nacionalistas con representación en la Cámara (Geroa Bai, Aralar, La Izquierda-Ezquerra y Nabai). Una tesis que, hasta la fecha, no había sido autorizada por Ferraz, que condenó al PSN a la oposición y a Barcina a un difícil equilibro de gobierno en minoría cuando el pacto entre ambas formaciones saltó por los aires.

El secretario general de los socialistas navarros, Roberto Jiménez, anunció ayer que daba un plazo de quince días para que una comisión de investigación depure responsabilidades en el Parlamento navarro y “verifique” sin son ciertas las afirmaciones vertidas por la exdirectora de la Hacienda foral, un organismo análogo a la Agencia Tributaria. Si cumplido ese plazo, Barcina no dimite, Jiménez anunció que “el PSN la echará”. ¿Cómo? A través de una moción de censura a la que él se presentaría como candidato de consenso para liderar un Gobierno de transición que tendría encima de su mesa sólo dos puntos: hacer “una auditoria y gestión” de lo ocurrido y, acto seguido, convocar elecciones anticipadas para el domingo de los comicios europeos. Los plazos apremian porque esta jugada únicamente se puede efectuar, de plazo, hasta el próximo 30 de marzo, pues el Fuero navarro impide la convocatoria de elecciones durante el último año de legislatura.

El secretario general del PSN, Roberto Jiménez. (EFE)Así las cosas, Jiménez convenció ayer a Rubalcaba de que la situación es insostenible y que, por tanto, no puede permitir que Barcina siga gobernando en minoría tras la gravedad de esta crisis hasta que venza la legislatura. Desde Ferraz dieron ayer el visto bueno a la operación y enviaron a Juan Moscoso, exconcejal del Ayuntamiento de Pamplona y miembro de la Ejecutiva Federal, a la capital navarra.

La jugada es arriesgada, pero más lo era no hacer nada. Hay que recordar que Ferraz no había autorizado hasta ahora ningún acercamiento entre el PSN y los herederos de la antigua Batasuna. Ni siquiera cuando tuvieron la oportunidad de gobernar con Fernando Puras, en 2007, y arrebatar el gobierno al expresidente Miguel Sanz. Ferraz y José Blanco pararon en seco aquel intento que implicaba gobernar con Patxi Zabaleta y Nafarroa Bai, formación que condena la violencia y que incluye a Aralar, una de las primeras escisiones de Batasuna.

El PSN abogará ahora por la bandera de la regeneración y de la transparencia, y está por ver qué resultado obtendrá en las urnas. Lo que sí está claro es que Rubalcaba tiene ahora todas las bazas puestas en dos frentes que, de obtener un solo voto más que el Partido Popular, le reforzarán al frente del liderazgo del PSOE y quizás le inciten a pelear en las próximas primarias. Todo en una misma semana en la que acaba de lanzar a su escudera, Elena Valenciano, como gran apuesta para las europeas y con un debate de profundo calado ideológico encima de la mesa como es el de intentar parar la ley del aborto que planean llevar adelante Mariano Rajoy y Alberto Ruiz-Gallardón. El juego de mayorías podría darle un vuelco inesperado y un nuevo agarradero a quien ha logrado ser un superviviente nato.

Alfredo Pérez Rubalcaba meditará si se presenta a las primarias del PSOE en función del resultado de Elena Valenciano en las próximas europeas, jugada a la que, desde ayer, se une también el posible cambio de gobierno en Navarra, donde los socialistas han lanzado un órdago de moción de censura contra Yolanda Barcina que se resolverá en los próximos quince días. Rubalcaba inicia el contraataque de su, quizá, última batalla política poniendo todas sus bazas en ambos retos, que podrían dibujar un nuevo mapa de mayorías.

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