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El jefe de los Tedax del 11-M reprocha a PP y PSOE alimentar la teoría conspiranoica
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ROMPE SU SILENCIO UNA DÉCADA DESPUÉS

El jefe de los Tedax del 11-M reprocha a PP y PSOE alimentar la teoría conspiranoica

El comisario jefe de los Tedax de la Policía durante el 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano, lanza un libro con su versión de la investigación de los atentados

Foto: Imagen tomada por las cámaras de seguridad del momento de la explosión en Atocha. (Reuters)
Imagen tomada por las cámaras de seguridad del momento de la explosión en Atocha. (Reuters)

El comisario jefe de los Tedax de la Policía Nacional durante el 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano, ha abandonado por unos instantes la discreción de su actual destino para lanzar un libro con su visión de aquel zarpazo y del frenesí investigador que se adueñó de la sociedad española sólo unos segundos después de que explotara la última bomba. A tres meses del décimo aniversario de la tragedia, Manzano se adentra de nuevo en unos hechos que costaron la vida a 194 personas y provocaron heridas a más de 1.900. Asegura que lo hace con el único objetivo de restituir la imagen de los agentes de los Tedax que sufrieron la campaña de la teoría conspiranoica.

A su pesar, su nombre ha quedado unido para siempre con los ataques por el papel decisivo que jugó su unidad en la investigación de los hechos, especialmente, durante las primeras horas. Fue la labor de Manzano la quedó en entredicho, incluso tras el juicio del 11-M, cuando los defensores de la llamada teoría de la conspiración se agarraron a las supuestas dudas sobre las sustancias explosivas utilizadas en la tragedia para tratar de sostener, sobre esas teóricas incógnitas, la autoría de ETA y la implicación de buena parte del PSOE y de las Fuerzas de Seguridad del Estado.

La revisión política de los hechos

Contra esos argumentos “falsos” y “manipulados”, según Manzano, carga el libro, que lleva por título Las bombas del 11-M. Relato de los hechos en primera persona. El comisario de Policía afirma sentirse “condenado al descrédito público”, por un lado, por la utilización interesada que hizo el PP de la lectura libre de los hechos para tratar de explicar su derrota en las urnas. Y, por otro lado, por el rédito político que encontró el Gobierno del PSOE en dejar al PP que cargara contra su figura para tratar de mantener viva la división que este tema provocaba en los populares. Sólo Eduardo Zaplana, portavoz del Grupo Parlamentario Popular entre 2004 y 2008, formuló más de 300 preguntas sobre el 11-M en aquella legislatura que atacaban directamente la línea de flotación de la versión oficial. Y, en la mayoría de los casos, el PSOE optó por dejar que las dudas se retroalimentaran.

En esta década, los críticos de Manzano le han acusado sobre todo de ser uno de los responsables policiales que indujo al Gobierno de José María Aznar a creer en las horas previas a las elecciones generales que en las explosiones se había utilizado un material vinculado con ETA, el célebre Titadyne, en lugar de Goma 2-ECO, el explosivo que según los investigadores y la sentencia fue robado de la Mina Conchita para cebar las mochilas de la muerte.

A Manzano también se le ha reprochado que afirmara en la Comisión de Investigación del Congreso que en los análisis de los focos apareció nitroglicerina cuando ni el Titadyne ni la Goma 2-ECO contienen esa sustancia; y que en muestras de los focos bajo su custodia apareciera metenamina –una sustancia que no forma parte de la Goma 2-ECO– y dinitrotolueno –un componente del Titadyne, pero no de la Goma 2-ECO–.

El Titadyne se descartó en seguida

El comisario de Policía repasa uno por uno todos esos puntos negros para intentar neutralizarlos. Sobre la transmisión de información errónea al Gobierno de Aznar, Manzano no sólo asegura que la posibilidad de que se empleara Titadyne quedó descartada la misma mañana del 11-M, sino que también pronto aparecieron pistas que apuntaron a la Goma 2-ECO, un tipo de dinamita que ETA nunca había usado. Además, remarca que todos los indicios se comunicaron en tiempo real a los mandos de la Dirección General de Policía en cuanto aparecieron. Si a la opinión pública llegó otro mensaje, mantiene Manzano, sólo fue por una gestión política deficiente de la crisis.

Por otra parte, Manzano reconoce haber afirmado en la Comisión del Congreso que en los focos de las explosiones apareció nitroglicerina cuando en realidad esta sustancia no forma parte de la Goma 2-ECO, pero asegura que se debió a un error sin trascendencia para la investigación que se explica por el escaso conocimiento que tenía en aquellos momentos sobre sustancias explosivas. Su especialidad era desactivarlos y gestionar la unidad, afirma en el libro.

Y sobre la presencia en algunas de las muestras de sustancias ajenas a la Goma 2-ECO como la metenamina y dinitrotolueno, Manzano considera que pudieron aparecer por unacontaminación durantelos análisis. De hecho, está demostrado que la metenamina, por ejemplo, se puede generar durante el mismo estudio de la Goma 2-ECO.

Una obra de consulta

En conjunto, la obra persiste en ese afán aclaratorio. Arranca con el recuerdo en primera persona de la primera llamada que recibió el máximo responsable de la Tedax aquel funesto 11 de marzo, que le alertaba de una explosión en la calle de Atocha, y concluye con un capítulo de reflexiones donde se encomienda “a la Justicia de la Historia”.

“Sé que la publicación del libro generará controversia dentro y fuera de la Policía Nacional, pero necesitaba hacerlo porque llevaba una década en silencio esperando el momento de ofrecer públicamente mi versión de los hechos. No quiero morir sin contar lo que vi. En este tiempo he sufrido un auténtico linchamiento mediático”, prosigue Manzano, “pero me expongo a sufrir de nuevo esa situación principalmente porque creo que las víctimas deben saber la verdad de lo que ocurrió y porque los Tedax no se merecen la mancha que se colocó sobre ellos con el único objetivo de vender más periódicos. Por supuesto, también me gustaría acabar con las dudas que se han vertido sobre mi actuación”.

Tras el juicio del 11-M, Manzano tuvo que seguir defendiendo su gestión en los tribunales. La Asociación de Ayuda a las Víctimas del Terrorismo, la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M y la Asociación Profesional Unión de Oficiales de la Guardia Civil lo denunciaron por presuntas irregularidades en la recogida y custodia de los explosivos, pero ni la Audiencia Provincial de Madrid ni el Tribunal Supremo apreciaron ninguna ilegalidad en su actuación, y la causa fue archivada en abril de 2013.

El comisario jefe de los Tedax de la Policía Nacional durante el 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano, ha abandonado por unos instantes la discreción de su actual destino para lanzar un libro con su visión de aquel zarpazo y del frenesí investigador que se adueñó de la sociedad española sólo unos segundos después de que explotara la última bomba. A tres meses del décimo aniversario de la tragedia, Manzano se adentra de nuevo en unos hechos que costaron la vida a 194 personas y provocaron heridas a más de 1.900. Asegura que lo hace con el único objetivo de restituir la imagen de los agentes de los Tedax que sufrieron la campaña de la teoría conspiranoica.

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