De la Serna defiende el papel de la FEMP como "central de contratación" de servicios

El Presidente de la FEMP, Íñigo de la Serna, defendió ayer, en el foro organizado por El Confidencial y FCC sobre la “Colaboración público-privada al servicio del ciudadano”, las oportunidades que ofrece la nueva ley de la reforma de la Administración local que otorga a la Federación la capacidad de actuar como “central de contratación” de servicios para los municipios. De la Serna coincidió con el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, y con el resto de los participantes en el foro, como la teniente de alcalde de Bilbao, Ibone Bengoetxea, en la necesidad de acabar con los prejuicios que tachan la gestión privada de determinados servicios públicos como algo negativo o privatizador.

En su intervención, el presidente de la FEMP afirmó que “los ayuntamientos que lo deseen podrán adherirse” a los contratos que la Federación acuerde con el sector privado para la prestación de servicios.

De esta forma, la FEMP podrá formalizar contratos con el sector privado a los que los ayuntamientos interesados podrán acogerse “con independencia de su tamaño y con total garantía jurídica”, lo que para el presidente “facilitará a municipios medianos y pequeños, especialmente, la prestación de determinados servicios”.

101 municipios se acogen a medidas de apoyo financiero

El debate fue inaugurado por el secretario de Estado de Administraciones Públicas, Antonio Beteta, que reveló que un total de 101 municipios se han acogido a las medidas extraordinarias de apoyo financiero puestas en marcha por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas y que otros 161 han mejorado de tal manera su situación financiera en el 2013 que ya no han necesitado recurrir a estas ayudas.

Beteta apostó decididamente por la colaboración entre lo público y lo privado dejando a un lado debates ideológicos que consideran lo público como positivo e “infalible” y lo privado, como “un oscuro agente”. “Siempre he tenido la misma opinión: es mejor sumar que dividir, aunar esfuerzos porque aunando esfuerzos se puede ir más lejos”, ha explicado. De la Serna, por su parte, aseguró que “es el momento” de acabar con los prejuicios que asocian “lo privado con lo oscuro y lo público con lo transparente”, así como con los que relacionan la gestión privada como eficiente frente a la ineficiencia de la Administración.

Entre las características que debe tener esta colaboración, Beteta enumeró, eso sí, que sea prestada al menor coste posible, que aúne calidad y eficiencia y que aproveche al máximo los recursos.

El presidente de la FEMP destacó por su parte “la necesidad de seguir trabajando para articular modelos de colaboración público-privada con total garantía jurídica” que ofrezcan a los ciudadanos “servicios de calidad de manera eficiente”.

El ejemplo de Bilbao

Ibone Bengoetxea, teniente de alcalde de Bilbao, expuso, por su parte, la experiencia de transformación llevada a cabo en su ciudad, que se encontraba “deprimida” a nivel social e industrial en los años 80. “Lo más importante para que una ciudad salga adelante ese que genere confianza”, explicó. Entre las características del modelo de Bilbao, enumeró el hecho de que la transformación de la ciudad fuera impulsada desde lo público con apoyo del sector privado o que esta transformación se llevase a cabo para vertebrar todo el municipio.

Bengoetxea destacó también que es importante “apostar por los recursos humanos de lo público” y por el rigor económico, la eficiencia y la transparencia, transparencia que se debe poner en práctica y que “requiere organización y escribir mucho sobre lo que estás haciendo y también dar cuenta de las decisiones políticas, de por qué se ha prometido algo y no se ha hecho”.

El abogado de Garrigues, Lluís Cases, argumentó, desde su punto de vista, que para que la colaboración público-privada funcione se necesita “una Administración pública potente”. En este sentido, opinó que estas colaboraciones no deben llevarse a cabo en contextos puntuales porque, en esos casos, “no suelen ser buenos proyectos y no van a tener un gran recorrido”. Como tercer requisito, señaló la necesidad de tener un marco jurídico previsible y fiable.

Felix Parra, director general de Aqualia, del grupo FCC, concluyó el debate incidiendo también en que la discusión entre lo público y lo privado es “un debate falso”. “El debate debe ser el de los costes y el de la calidad y no el de si es público o privado”.