Isolux encalla en una planta de bioetanol en Colombia, su primera en el extranjero

Isolux Corsánanunció en 2010 un nuevo hito en su estrategia de expansión internacional. La constructora que preside Luis Delso había conseguido un contrato en Colombia de 108 millones de euros para construir su primera planta de bioetanol en el extranjero. La instalación iba a tener una capacidad de 2,1 millones de toneladas al año. Pero desde entonces el proyecto ha sufrido numerosas modificaciones, su coste se ha disparado y los plazos de entrega no van a cumplirsedebido a problemas con los contratistas locales y con los empleados. Isolux Corsán aparece directamente vinculado con todos estos contratiempos. El hito va camino de convertirse en una mala experiencia.

La planta de bioetanol es un proyecto promovido por Bioenergy, una empresa local con el 97% de sus acciones en manos de la empresa pública colombiana Ecopetrol. Se ubica en el departamento de Meta, entre las poblacionesde Puerto López y Puerto Gaitán, una zona ganadera que las autoridades del país están tratando de transformar en una región agrícola aprovechando el empuje económico del bioetanol. El cultivo de la caña de azúcar se ha extendido por todo el departamento a la espera de que entre en funcionamiento la nueva planta. El proyecto tiene un carácter estratégico para Bioenergy pero también para la economía local.

Reivindicaciones delos trabajadores

Isolux Corsán resultó elegida en un concurso al que sólo se presentaron otras dos compañías. Pronto comenzaron los problemas. Las empresas colombianas elegidaspor la constructora española para ejecutar la obra denunciaron desde el principioretrasos en los pagos y que no se les reconocían las cantidades acordadas al inicio del proyecto. Asimismo, los más de 1.000 empleados locales que trabajan en la construcción de la planta han organizado varias huelgas para denunciar que Isolux Corsán no les está pagando las nóminas a tiempo y que no se respetan los salarios mínimos pactados con los directivos de la compañía española. A los empleados, que proceden en su mayoría de otros puntos de Colombia, también se les deben los gastos de alojamiento y comida.

Una de las huelgas se ha prolongado de forma ininterrumpida durante más de dos meses.Los conflictos laborales se están traduciendo en situaciones de extrema pobreza y altercados que han disparado la criminalidad en Puerto López, el núcleo urbano más próximo a la planta, hasta el punto de que sus autoridades han tenido que involucrarse en la búsqueda de soluciones. El alcalde este pequeño municipio, Leonardo Cruz, ha llegado a admitir públicamente que la construcción de esta factoríaha tenido un impacto negativo en supueblo en lugar deconvertirse en la fuente de empleo y riqueza que esperaban sus habitantes.

Fuentes consultadas por El Confidencial cercanas a las obrasaseguran que el problema radica en que Isolux Corsán habría utilizado los anticipos que ya ha cobrado de Bioenergy para dotar de liquidez a la matriz en España, en lugar de utilizarlo para pagar las deudas que tiene contraídas con los subcontratistas locales a los que ha recurrido para ejecutar el proyecto. Algunos de sus proveedores se encontrarían en una situación tan límite que ya han comunicado su intención de abandonar la construcción de la planta.

Disparidades en el convenio de aplicación

Un portavoz oficial de la firma española rechaza esta acusación y asegura que todos los problemas que están surgiendo afectan estrictamente a las empresas subconstratistas.“Isolux Corsán desarrolla un proyecto agroindustrial y los salarios pactados en el inicio del desarrollo son los fijados en el convenio de este sector. El problema surge porque los trabajadores demandan salarios ajustados al sector petrolero”, sensiblemente superiores, explica un portavoz oficial de la constructora española. “Todo esto se produce en una zona del país donde la inestabilidad social es todavía grande y en la que es inevitable que situaciones como la descrita demanden soluciones de consenso entre las diferentes partes implicadas. Además de Bioenergy y de Isolux Corsán, me refiero a nuestros proveedores y los empleados de nuestros proveedores”, señala la misma fuente. Bioenergy ha sido consultado sobre estas diferencias por este diario pero ha preferido no hacer ningún comentario.

La firma propiedad de Luis Delso sí admite que todos estos reveses han provocado un retraso en la obra de “ocho meses que han repercutido en la gestión presupuestaria del proyecto”. “En estos momentos, se trabaja para recuperar tanto la normalidad en el plano laboral como en el presupuestario”, asegura su portavoz.

Le conviene hacerlo cuanto antes. Sudamérica se ha convertido en un mercado crucial para la compañía. Su filial de ingeniería,Tecna,ha sido contratada en los últimos mesespor la brasileña Petrobras y la francesa Total para el desarrollo de proyectos en Bolivia, Argentina y Brasil valorados en 412 millones de euros. Eso no ha impedido que la firma presente unExpediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 316 trabajadores de Tecna, el 25% de laplantilla total de esta división.