Cospedal viaja a Asturias para aplacar la rebelión interna contra Mercedes Fernández

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, viajará este miércoles a Asturias con el objetivo de poner algo de orden en las filas de su partido en aquella comunidad. La número dos del PP presidirá una reunión del Comité Ejecutivo Regional que tendrá lugar en el Hotel Reconquista de Oviedo, y que se prevé muy tensa por la situación interna que vive ahora mismo el PP asturiano, con una creciente contestación a su actual presidenta, Mercedes Fernández, Cherines.

Desde que Francisco Álvarez Cascos tomara la decisión de abandonar el PP y fundar un nuevo partido, FAC –Foro Asturias Ciudadano–, las aguas en el PP bajan muy revueltas. El primer intento por controlar la ‘desbandada’ de militantes hacia las filas de FAC lo protagonizó Isabel Pérez Espinosa, la anterior presidenta regional. Pérez Espinosa, apoyada por Génova, le paró los pies a Cascos siendo este presidente del Principado, pero no fue suficiente.

Cascos rompió el pacto que le unía con el PP para gobernar y convocó elecciones. Génova, en lugar de seguir apoyando a Pérez Espinosa, optó por buscar un perfil que permitiera atraer a sus filas a parte de los ‘fugados’, y nadie mejor que una casquista de toda la vida como Mercedes Fernández. La jugada le salió aparentemente mal al exsecretario general del PP, que perdió la posibilidad de seguir gobernando merced a un pacto PSOE-IU-UPyD.

Sin embargo, lejos de mejorar, las cosas empezaron a empeorar en el PP porque Mercedes Fernández, según dicen fuentes del partido asturiano, se repartió el poder con Cascos y le prometió a este la ‘cabeza’ de Pilar Fernández Pardo –Cascos trasladó su ficha de afiliado al PP de Gijón a Madrid por sus enfrentamientos con Fernández Pardo, presidenta local del partido–, razón por la que impuso una gestora en el PP de aquella ciudad.

Una gestora que debía haber convocado un congreso, cosa que no ha ocurrido, lo cual tiene revuelto el ánimo de la militancia del PP asturiano. Los últimos sondeos publicados dicen que, mientras el Foro sube y se iguala con el PSOE, el PP obtendría la mitad de los escaños que su más directo rival, y en el partido se echa la culpa de esta deriva a Cherines. Esa fue la excusa que puso la actual dirección regional para imponer la gestora en Gijón, precisamente: debilitamiento del partido en la ciudad.

Lo que le dirán a Cospedal en esa reunión es que el partido también está debilitado a nivel regional. Mercedes Fernández tomará la palabra para defender su gestión, pero habrá voces críticas dentro y fuera de la sala que quieren convencer a Cospedal de la necesidad de que Génova tome cartas en el asunto y convoque un congreso regional extraordinario antes de que sea demasiado tarde, es decir, antes de que el PP se hunda del todo en las encuestas.

Y con más razón ahora que el PSOE ha perdido el apoyo de UPyD y gobierna en minoría, lo que podría traducirse en un nuevo adelanto electoral. Las voces críticas tienen un candidato para proponer a Génova: Enrique Fernández Miranda, actual diputado nacional por Asturias, pero este no quiere mover ficha si no cuenta con suficientes apoyos, principalmente el de Madrid, para volver a recuperar una imagen de unidad en el PP asturiano.

Asturias es uno más de los frentes abiertos para Génova a escala regional. Cospedal tendrá que lidiar también con este lío del que hasta ahora Génova ha venido olvidándose, muy preocupada por otras comunidades con mayor repercusión electoral como Andalucía, Valencia o Madrid. Pero en las últimas semanas el eco de la rebelión interna en el PP asturiano ha llegado a Madrid, y Génova parece decidida a actuar, e incluso proponer ese congreso regional tan solicitado.