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Renta Básica de Ciudadanía: un subsidio público para eliminarlos todos
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¿y si el estado nos pagara por existir?

Renta Básica de Ciudadanía: un subsidio público para eliminarlos todos

Mientras paro y pobreza azotan la Unión Europea, se vuelven a proponer soluciones que van más allá del asistencialismo, como la renta básica

Foto: Una persona, ante un cartel de 'busco trabajo' en Madrid. (Foto: EFE)
Una persona, ante un cartel de 'busco trabajo' en Madrid. (Foto: EFE)

Alaska es el estado norteamericano con menor índice de desigualdad. Entre otras características que lo diferencian de los demás territorios de Estados Unidos, está el hecho de que sea el único que, cada año, reparte una suma fija entre todos sus ciudadanos. En 2012 fueron 900 dólares por familia, por el mero hecho de existir.

A este lado del charco, en Berna, capital de Suiza, a comienzos de octubre un camión descargó 8 millones de monedas de cinco céntimos de francos suizos ante las puertas del Parlamento nacional. Era la forma con la que los impulsores del referéndum por la instauración de una renta básica de ciudadanía manifestaban su logro: la consulta popular se celebrará, falta solo la fecha. Lo suizos decidirán si quieren recibir 2.500 francos suizos al mes -alrededor de 2.000 euros- del Estado. Y por el mero hecho de existir.

Es una renta de carácter universal y sin limitaciones en el tiempo que tiene como único requerimiento la ciudadanía. No hay distinciones económicas, laborales ni patrimoniales para acceder a ella

Con las alarmantes tasas de pobreza que azotan al viejo continente, el debate está servido: “En toda Europa, con una masa cada vez mayor de desempleados, es el momento de encontrar la forma de que todos puedan vivir”, comentaba este miércoles Juan Antonio Sagardoy, abogado laboral, tras ilustrar en Madrid los datos del actual mercado laboral español. “Es algo que no se implantará mañana, pero que ya mañana habrá que empezar a discutir”, añade Pablo Gimeno, Profesor de Derecho del Trabajo en la Carlos III de Madrid.

La Renta Básica de Ciudadanía es una renta de carácter universal y sin limitaciones en el tiempo que tiene como único requerimiento la ciudadanía. No hay distinciones económicas, laborales (la recibe tanto quien trabaja como quien no lo hace) ni patrimoniales para acceder a ella. En el caso suizo, garantizar 2.000 euros al mes a todos los mayores de edad y 500 a los menores costaría alrededor de 400 mil millones de francos suizos, 326 mil millones de euros. Suiza sería así el primer país europeo en contar con un subsidio de este tipo. Y casi del mundo, ya que en Alaska el dinero sale directamente de las ganancias de la empresa nacional de petróleo que, desde 1982, se reparten entre los ciudadanos.

Aplicando el salario mínimo mínimo como base para un caso español, esta sería la cuenta: 38 millones y 300 mil españoles adultos por 645 euros mensuales per cápita, hacen algo menos de 25 mil millones de euros. Al mes.

¿De dónde sacas el dinero?

En España, a pesar de que a menudo las regiones llamen con nombres parecidos (como ‘renta garantizada de ciudadanía’ o ‘renta universal’) a determinadas ayudas a los más pobres, no existe nada parecido. Pero sí se hizo un experimento. Lo planteó el departamento de Teoría Sociológica de la facultad de Economía y Empresas de la Universidad de Barcelona, utilizando datos del IRPF de 2010, en un estudio limitado a Cataluña y presentado este año.

A través de un sistema de simulación de rentas, se planificó un modelo para financiar una Renta Básica para toda la población adulta catalana de 7.968 euros anuales. Para los menores, 1.594 euros. Esa cantidad es la que la misma Generalitat define como “renta de suficiencia” en sus presupuestos regionales. La propuesta es financiar el pago con una reforma del IRPF y con el ahorro derivado de la supresión de otras prestaciones ¿El resultado? Sorpendente.

Manifestación con motivo del día mundial por la erradicación de la pobreza

“Empleando 12.000 millones de euros, un 0,8% del PIB catalán, la Renta Básica sería sostenible”, concluye el estudio. Obviamente no es tan sencillo: las personas que se encuentran en las franjas más bajas del IRPF -los más pobres- recibirían esa cantidad, mientras que los que componen la parte más rica -los escalafones más altos del impuesto- tendrían que aportar al sistema.

Todos recibirían la renta, pero los más ricos aportarían más de lo que se llevarían: “Se trataría de aplicar una redistribución de la renta, al revés de como es ahora: quien más recibe sería quien menos tiene”, explica a El Confidencial Daniel Reventós, uno de los autores del estudio. La supresión de las demás ayudas y prestaciones actualmente existentes sería una parte fundamental para que se alcanzara este objetivo.

Sin trabajar

Las críticas a este modelo las resumía a la perfección un editorial del diario suizo Tages - Anzeiger: “La posibilidad de introducir una renta universal entra en contradicción con los principios de responsabilidad personal y motivación del trabajo, fuerzas que empujan nuestra sociedad”, argumenta el periódico. “No puede existir un derecho a una renta sin una actividad retributiva, o se estará castigando a quienes se esfuercen para alcanzar una renta”, añadía.

La renta básica sería acumulable a otras fuentes de renta y la reicibiría todo el mundo, razón por la cual no alentaría el pequeño fraude fiscal

“Se suele objetar que así la gente no trabajaría, pero no es cierto”, contesta por su parte Reventós. “Esa crítica, en el fondo, tiene algo más de sentido con los subsidios actuales, que pueden llevar a la gente a trabajar en negro mientras los cobra: la renta básica sería acumulable a otras fuentes de renta y la recibiría todo el mundo, razón por la cual no alentaría el pequeño fraude fiscal”, detalla este profesor de la UAB.

El Basic Income Network, una red mundial de personas sensibilizadas con la causa y activo desde 1986, ha apuntado en varias ocasiones a la posibilidad de utilizar una parte de las recaudaciones derivadas de la tasa Tobin -el impuesto sobre las transiciones financieras que se propuso aplicar en la Uniíon Europea- como fuente de financiación.

Subsidios: una versión ‘light’

A nivel político, la propuesta ha cuajado más de una vez, pero con muchos matices. En Europa, fue llevada en el programa electoral por partidos como Die Linke, en Alemania, y está sobre la mesa en Italia. El Partido 5 Estrellas de Beppe Grillo también incluyó en su programa una propuesta para dotar de una renta de 600 euros a todas las personas mayores de edad que no llegaran a los 7.200 euros anuales: el objetivo era evitar “la pobreza, la desigualdad y la exclusión social” en favor de las condiciones “que hacen efectivo el derecho al trabajo y a la formación”.

En España, algunas comunidades autónomas siguen esta idea de renta para los más pobres, una ‘versión light’ y de carácter asistencial de lo que sería la Renta Básica.

placeholder El Comité por el referéndum suizo celebra la consulta

En este ámbito se mueven, por ejemplo, el ‘salario social’ que reparte la Junta de Andalucía. En 2013, con una partida presupuestaria de 97,6 millones de euros, se han concedido 47.329 salarios. Y, con el avance de las tasas de pobreza, las peticiones han aumentado un 35% entre 2009 y 2012, según los datos de la misma Junta.

La cobertura de la Junta alcanza así, según sus mismos cálculos, las 190.000 personas, ya que se distribuye a nivel familiar. Sin embargo, la cantidad ni se acerca al 48% de hogares andaluces que, según la última Encuesta de Condiciones de Vida del INE, no pueden afrontar gastos imprevistos al final del mes: se trata de un millón doscientas mil familias.

En el caso catalán, están recibiendo la renta mínima de inserción 27.000 familias. Pero según las cifras que maneja la Diputación de Barcelona, alrededor de 2 millones y 200.000 personas en la región pueden considerarse pobres.

“Aplicarlo es algo muy delicado, que habría que explicar con detalle a los ciudadanos”, argumenta Pablo Gimeno, profesor de Derecho en la Carlos III, a El Confidencial. “Si se implantara, sería necesaria una completa reforma fiscal, y sería importante hacer entender que para acceder a ella se renunciaría a rentas por desempleo, de emancipación, etc.”. Pero, admite, es algo “real, con bastantes matices, pero real: y, desde luego, el Estado de Derecho no puede desatender a quien se encuentre sin empleo, en muchos casos -cada vez más - después de haber trabajado duante toda su vida.

Alaska es el estado norteamericano con menor índice de desigualdad. Entre otras características que lo diferencian de los demás territorios de Estados Unidos, está el hecho de que sea el único que, cada año, reparte una suma fija entre todos sus ciudadanos. En 2012 fueron 900 dólares por familia, por el mero hecho de existir.

Pobreza IRPF Suiza
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