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ETA deja las torturas y pasa a denunciar tocamientos "de culo y pene" a sus presos
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los funcionarios de morón lo desmienten

ETA deja las torturas y pasa a denunciar tocamientos "de culo y pene" a sus presos

El último movimiento de ETA consiste en acusar a funcionarios de prisiones de someter a algunos de sus reclusos a cacheos que incluyen el tocamiento

Foto: Fotografía de archivo del etarra Asier Arzalluz a su llegada a España. (EFE)
Fotografía de archivo del etarra Asier Arzalluz a su llegada a España. (EFE)

ETA ha abandonado las armas, pero continúa su guerra contra el Estado de derecho. El último movimiento de la organización terrorista consiste en acusar a funcionarios de prisiones de estar sometiendo a algunos de sus reclusos a cacheos que incluyen el tocamiento de sus genitales. Así consta en el último informe mensualsobre la situación de los presos de la banda elaborado y distribuido por la organización de la izquierda abertzale Etxerat. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias desmiente por completo los hechos y asegura que esta denuncia forma parte de un plan de acoso de la organización terrorista a funcionarios de prisiones.

Las víctimas de esos supuestos tocamientos habrían sido, según Etxerat, los presos etarras Jon Koldo Aparicio Benito y Asier Arzalluz Goñi. Ambos cumplen condena en el Centro Penitenciario de Sevilla II-Morón de la Frontera. Koldo Aparicio, de 42 años, fue detenido en 1995 y condenado por la Audiencia Nacional a 35 años de cárcel por formar parte del comando Vizcaya e intentar asesinar a un policía de la localidad de Basauri. También se le considera autor de una bomba colocada en un depósito de basuras. En 2012 fue trasladado a la cárcel de Basauri para que pudieran realizársele unas pruebas de fertilidad.Por su parte, Asier Arzalluz, de 37 años, fue detenido en 2002 y está condenado por el asesinato del periodista José Luis López de Lacalle y el atentado con coche bomba en Sallent de Gállego que costó la vida a los guardias civiles Irene Fernández y José Ángel de Jesús.

Centro penitenciario Sevilla II.Etxerat afirma en su órgano de difusión que Koldo Aparicio y otros miembros de la banda que no identifica tuvieron “entre el 18 y 20 de julio problemas por los cacheos de palpación”. “En estos cacheos les tocaban el culo, los testículos y el pene”. Esos episodios, prosigue el documento, volvieron a repetirse supuestamente unos días después en la persona de otro recluso: “El 18 de agosto, a Asier Arzalluz le cachearon la celda, y sufrió tocamientos tanto en los testículos como en el pene. Denunció lo sucedido ante el jefe de servicios, pero al día siguiente le volvieron a cachear del mismo modo”.

La investigación lo descarta

Instituciones Penitenciarias niega a este diario las acusaciones. Fuentes oficiales de este departamento dependiente del Ministerio del Interior explican que dos reclusos de la banda del centro de Morón de la Frontera registraron a finales de septiembre dos quejas ante la dirección de la cárcel por hechos similares a los relatados por Etxerat y que se abrió una investigación para esclarecer los hechos. Sin embargo, aclara Instituciones Penitenciarias, las pesquisas concluyeron tras demostrar que esas denuncias eran radicalmente falsas.

“Los cacheos que se practican a los internos son proporcionales a su peligrosidad y se realizan en todos los casos respetando la legalidad y la dignidad de los reclusos”, recuerda Instituciones Penitenciarias. Este organismo asegura que las denuncias formuladas por estos reclusos son en realidad un intento de acoso de ETA a los funcionarios de prisiones.

El informe que contiene la denuncia se publica de forma mensual, aunque Etxerat llevaba desde julio sin presentar ninguno. Ese documento es la plataforma que utiliza para denunciar los abusos que presuntamente sufren “los presos políticos vascos” y sus familiares, los efectos de la política penitenciaria de dispersión y la situación de los reclusos enfermos. Según este último informe, hay 15 presos de ETA que padecen algún tipo de dolencia. Hasta el verano de 2012 formó parte de esa lista Josu Uribetxeberria Bolinaga por un proceso cancerígeno, pero hace 14 meses salió de prisión gracias a la concesión del tercer grado penitenciario. Los informes médicos sólo le daban un año de vida en el mejor de los casos. Sin embargo, Bolinaga ya ha rebasado esa barrera con holgura.

ETA ha abandonado las armas, pero continúa su guerra contra el Estado de derecho. El último movimiento de la organización terrorista consiste en acusar a funcionarios de prisiones de estar sometiendo a algunos de sus reclusos a cacheos que incluyen el tocamiento de sus genitales. Así consta en el último informe mensualsobre la situación de los presos de la banda elaborado y distribuido por la organización de la izquierda abertzale Etxerat. La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias desmiente por completo los hechos y asegura que esta denuncia forma parte de un plan de acoso de la organización terrorista a funcionarios de prisiones.

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