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Viera, el diputado más ocioso: cobra más de 5.600€ al mes sólo por acudir al Congreso
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EL PARLAMENTARIO SOCIALISTA, IMPLICADO EN LOS 'ERE', A SALVO DE LA JUEZ ALAYA POR SER AFORADO

Viera, el diputado más ocioso: cobra más de 5.600€ al mes sólo por acudir al Congreso

Se llama José Antonio Viera, es maestro de secundaria, tiene 67 años pero sigue en activo, fue uno de los hombres más poderosos del socialismo andaluz

Foto: Viera, el diputado más ocioso: cobra más de 5.600€ al mes sólo por acudir al Congreso
Viera, el diputado más ocioso: cobra más de 5.600€ al mes sólo por acudir al Congreso

Se llama José Antonio Viera, es maestro de secundaria, tiene 67 años pero sigue en activo, fue uno de los hombres más poderosos del socialismo andaluz y cobra un salario nada despreciable: más de 5.600 euros mensuales desde noviembre de 2011, cuando ocupó un escaño en el Congreso por primera vez en su dilatada trayectoria política. Salpicado de lleno -pero de momento no imputado- en el caso de los ERE, este ex consejero de Empleo y buen amigo del incombustible Manuel Chaves ostenta un récord nada épico: es el diputado más ocioso de la Cámara Baja, a juzgar por su desierta hoja de servicios.

Transcurridos ya 18 meses de la presente legislatura, Viera aún no se ha estrenado: no ha formulado ninguna interpelación ni presentado una sola pregunta oral o escrita; no ha solicitado ningún informe o comparecencia; no ha subido jamás a la tribuna de oradores del hemiciclo ni ha intervenido en una comisión o subcomisión parlamentaria... En definitiva, el diputado por Sevilla permanece inédito en el Congreso, más allá de acudir a votar en las sesiones plenarias. Sus ingresos mensuales, en cambio, son muy superiores a los de muchos otros diputados de a pie: 5.684,21 euros brutos mensuales en 14 pagas.

A los 2.813,87 euros de "asignación constitucional" -cantidad idéntica para los 350 diputados de la Cámara-, Viera suma otros 1.823,86 euros mensuales en dietas -por ser de fuera de Madrid- y 1.046,48 euros más en concepto de gastos de representación como vicepresidente segundo de la Comisión Mixta de Relaciones con el Defensor del Pueblo, que apenas se reúne media docena de veces en sesión de trabajo durante los cuatro años de legislatura; la última el pasado 12 de marzo, cuando la actual defensora, Soledad Becerril, presentó el informe de la institución correspondiente a 2012.

A salvo de la juez Alaya

Pese a que Viera ya tenía entonces 65 años, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, lo incluyó en la candidatura al Congreso para las últimas elecciones generales. Esa decisión obedecía a dos intenciones nunca confesadas: blindar al ex consejero de Empleo con el privilegio del aforamiento ante su casi segura imputación por la juez que instruye el caso de los ERE, Mercedes Alaya, y convertirlo en dique de contención para evitar que el escándalo de las ayudas fraudulentas a prejubilados y empresas en crisis acabe arrastrando al propio Griñán o al mismísimo Chaves, su antiguo mentor y también aforado.

Los indicios contra Viera, presunto promotor de las subvenciones amañadas durante su etapa como consejero de Empleo de Chaves (2000-2004), son tan sólidos, que incluso dos pesos pesados del partido han apuntado públicamente contra él. Primero fue la actual consejera de Hacienda de la Junta, Carmen Martínez Aguayo, que el pasado mes de abril reprochó al que fuera líder del PSOE sevillano su "responsabilidad política" en los ERE fraudulentos. Y ahora ha sido el consejero de Justicia, Emilio de Llera: "Es sorprendente que [Alaya] no le haya imputado", dijo hace tan sólo tres semanas en Canal Sur.

Durante esa entrevista en la televisión autonómica, Llera insinuó que la juez aún no ha actuado contra Viera porque, de hacerlo, perdería la competencia para seguir instruyendo el caso, al tratarse de un aforado. En efecto, Alaya tendría que enviar la causa al Tribunal Supremo si imputa a Viera, ya que mientras siga siendo diputado sólo el alto tribunal podría enjuiciarlo. Y el ex consejero de Empleo de la Junta ya ha asegurado en repetidas ocasiones que no tiene la menor intención de renunciar a su escaño porque se considera inocente.

El desgaste y las traiciones

Su más que probable imputación, el desgaste de más de tres décadas ocupando cargos públicos y las traiciones de algunos viejos camaradas explicarían, según las fuentes socialistas consultadas por El Confidencial, la apatía parlamentaria de Viera. Es cierto que el veterano Alfonso Guerra, que ocupa otro escaño en la bancada del PSOE, tampoco ha protagonizado una sola intervención ni iniciativa desde que arrancó la legislatura. Pero al menos el ex vicepresidente del Gobierno y ex número dos socialista -una deidad intocable en el partido- ocupa la presidencia de la Comisión de Presupuestos, una de las más relevantes de la Cámara.

Viera se mostró ayer sorprendido por la llamada de este diario, que le preguntó las razones de su casi nula actividad como diputado. "Trabajo en todas las iniciativas que me encarga mi grupo parlamentario, pero no es fácil entrar en los turnos de intervenciones", aseguró el ex consejero andaluz de Empleo. "Precisamente acabo de registrar una batería de preguntas escritas dirigidas al Gobierno sobre cuestiones relativas a Educación y Formación Profesional", añadió.

Se llama José Antonio Viera, es maestro de secundaria, tiene 67 años pero sigue en activo, fue uno de los hombres más poderosos del socialismo andaluz y cobra un salario nada despreciable: más de 5.600 euros mensuales desde noviembre de 2011, cuando ocupó un escaño en el Congreso por primera vez en su dilatada trayectoria política. Salpicado de lleno -pero de momento no imputado- en el caso de los ERE, este ex consejero de Empleo y buen amigo del incombustible Manuel Chaves ostenta un récord nada épico: es el diputado más ocioso de la Cámara Baja, a juzgar por su desierta hoja de servicios.