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Así viven los imputados de Afinsa y Fórum, siete años después de la millonaria estafa
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CASI MEDIO MILLÓN DE FAMILIAS PERDIERON SUS AHORROS; ELLOS NO PASARON UN MES EN PRISIÓN

Así viven los imputados de Afinsa y Fórum, siete años después de la millonaria estafa

Ni siquiera pasaron 30 días en prisión. Ahora que se acaban de cumplir siete años desde que se conociera la presunta estafa por valor de casi

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Así viven los imputados de Afinsa y Fórum, siete años después de la millonaria estafa

Ni siquiera pasaron 30 días en prisión. Ahora que se acaban de cumplir siete años desde que se conociera la presunta estafa por valor de casi cuatro mil millones de euros urdida desde las firmas filatélicas Fórum y Afinsa, los imputados del fraude van llevando una vida más o menos normal. Ingresaron en prisión provisional sin fianza el 12 de mayo de 2006. El Juzgado Central número 1 de la Audiencia Nacional decretó su puesta en libertad (también sin fianza) el 7 de junio de aquel mismo año. Durante todo este tiempo, las 477.000 familias que habían depositado en aquellos sellos sus ahorros esperan pacientemente la resolución del proceso. ¿Y los responsables?

En aquel auto de excarcelación, la Audiencia Nacional retiraba el pasaporte a Albertino Figueiredo de Nascimento y Juan Antonio Cano Cuevas, propietario y presidente de Afinsa. Por su parte, los responsables de Fórum, con Francisco Briones a la cabeza, corrían la misma suerte, aunque con una salvedad: él tendría que depositar una fianza de un millón de euros y sus colaboradores 100.000 por cabeza. Todos han de presentarse cada tres días ante la Audiencia. Y también están obligados a permanecer localizables en todo momento a través de sus teléfonos móviles.

El propietario fundador de Afinsa, Albertino Figueiredo, cumplió el pasado dos de enero 83 años. Su salud no es buena, señalan fuentes implicadas en el proceso. Está totalmente jubilado y reside en un chalet de la Moraleja, un buen barrio madrileño. Sus viajes a Lisboa, donde también posee una residencia y donde había erigido una filial de Afinsa, se van espaciando cada vez más. Y hace años que no visita su pueblo natal, la feligresía portuguesa de Oliveirinha, a 80 kilómetros de Oporto y en la comarca del Viseu, una de las más pobres de Lusitania. Y donde Afinsa, por cierto, no vendió ni un solo sello.

Albertino, Tenito en su aldea, era hijo de un emprendedor empresario del transporte que hizo una pequeña fortuna con su modesta empresa de autobuses y, más tarde, con el transporte de carburantes y una red comarcal de gasolineras.

Tenito emigró a Madrid a los 34 años y trabajó como ingeniero mecánico hasta 1980, año en que decidió que su afición a los sellos podría reportarle más beneficios que los escapes y las bujías. El primer paso fue transformar su herencia en sellos: la evasión de divisas estaba blindada en Portugal y pasó así su capital hacia España. El resto tampoco lo hizo mal. En pocos años, se convirtió en el mayor comerciante filatélico del mundo, con 2.600 empleados, un centenar de oficinas, una facturación de 250 millones y unos beneficios anuales de 50 millones antes de intervención.

Según fuentes judiciales consultadas por este diario, caso de ser considerado culpable, Albertino de Figueiredo tendría que responder con su propio patrimonio. Algo que seguramente no le va a suponer la ruina. Si no se ha modificado demasiado su situación patrimonial en los últimos años -como sospechan los afectados que pueda haber ocurrido- solo con su colección de arte podría hacer frente a bastantes procelas: picassos, renoirs y mirós, entre otras muchas joyas, cuelgan de las paredes de su residencia de La Moraleja. Continúa siendo académico de honor de la Real Academia Hispánica de Filatelia. 

Juan Antonio Cano era el cerebro de Albertino en Afinsa. Ingresó en la empresa con solo 20 años, el mismo día de su fundación, y acabó poseyendo el 40% de las acciones. Continúa residiendo en el madrileño Paseo de la Habana y no se le conoce actividad, salvo la de organizar su defensa. 

El expresidente de Fórum, Francisco Briones, también continúa residiendo en Madrid. Y asistiendo regularmente, como persona muy religiosa que es, a los oficios en un templo cercano al madrileño Paseo Conde de Orgaz. Hay quien considera a Briones un simple factótum del verdadero cerebro de la estafa piramidal en Fórum: Carlos Llorca, prófugo de la Justicia y también relacionado con el caso Malaya. De hecho, cuando en 2006 el entonces juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón le impuso a Briones una fianza de un millón de euros, este pidió una rebaja alegando que no la podía pagar. Inopinadamente, el dinero fue reunido por trabajadores de Fórum. Responsables de la investigación especulan con que ese dinero provenía indirectamente de Llorca, entonces fugado en Venezuela y hoy en paradero desconocido

Tras su excarcelación, Briones liquidó las dos empresas de las que era propietario. Comercio y Ventas SL se extinguió ya en 2007. Coborsa, aunque todavía existe, acumula desde entonces un sinnúmero de impagos. Normal: según la Fiscalía, esta empresa facturaba “grandes cantidades de dinero a Fórum Filatélico por servicios no justificados”. La última noticia rastreable de esta empresa es el impago de una multa en Cuenca, por 310 euros, elevada por exceso de velocidad sin identificación del conductor.

Al otro lado del banquillo

Mientras, desde el otro lado del banquillo, el pasado día 9 los afectados enviaban a Mariano Rajoy un escrito “para que la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos acuerde la compra de las deudas que las empresas mantienen con 477.000 familias”. Esta compra se realizaría a través del Instituto de Crédito Oficial, con un límite de 20.000 euros por afectado. Este mismo sábado, unos 3.000 afectados se manifestaban ante la Audiencia Nacional y la sede madrileña del PP para reclamar soluciones.

La fecha de la sentencia judicial es todavía una incógnita. “Pero ninguno de ellos ingresará otra vez en la cárcel”, asegura un portavoz de los afectados. “Ninguno tendrá una pena superior a los dos años de prisión”.

Ni siquiera pasaron 30 días en prisión. Ahora que se acaban de cumplir siete años desde que se conociera la presunta estafa por valor de casi cuatro mil millones de euros urdida desde las firmas filatélicas Fórum y Afinsa, los imputados del fraude van llevando una vida más o menos normal. Ingresaron en prisión provisional sin fianza el 12 de mayo de 2006. El Juzgado Central número 1 de la Audiencia Nacional decretó su puesta en libertad (también sin fianza) el 7 de junio de aquel mismo año. Durante todo este tiempo, las 477.000 familias que habían depositado en aquellos sellos sus ahorros esperan pacientemente la resolución del proceso. ¿Y los responsables?