Torres señala a la Infanta como 'clave' para obtener contratos con Telefónica

El Instituto Nóos consiguió en 2007 un proyecto al servicio de Naciones Unidas dirigido por Telefónica. La factura ascendió a 178.000 euros por un trabajo que se consiguió gracias a la presencia de la infanta Cristina.  Así lo afirma Diego Torres en una nueva tanda de correos electrónicos y otra documentación remitida por el exsocio de Iñaki Urdangarín al juez de Palma José Castro, que acaba de imputar a la hija del Rey Juan Carlos precisamente por ser cooperadora necesaria de los delitos de los dos responsables de Nóos.

Según Torres, la repercusión que alcanzó el proyecto Un mundo mejor para Joana, con proyección internacional y patrocinado por varias empresas españolas de máximo nivel, no habría sido la misma sin la presencia de la Infanta. A su juicio,  la presidencia de Doña Cristina en el acto de presentación del proyecto, el 11 de enero de 2007, fue esencial para la consecución de un contrato que reportó al instituto Noos, sin ánimo de lucro, pingües beneficios.

El acto en cuestión era la culminación de un proyecto de consultoría del Instituto Nóos y de ahí la intervención directa de dos miembros de  su junta directiva. Se trataba, según explica Torres en los documentos remitidos al instructor, de un proyecto impulsado por el Foro de Reputación Corporativa, que agrupa a las principales empresas españolas preocupadas por los temas de responsabilidad social y reputación de marca, como Abertis, Ferrovial, Gas Natural, Iberdrola, Iberia, Renfe y Novartis.

Sin embargo, la dirección efectiva del proyecto recayó sobre Telefónica, y más concretamente sobre su área de comunicación de la empresa. Nóos tenía como cliente a la empresa que preside César Alierta. 

El instituto, donde la Infanta detentaba el cargo de vocal dentro de la Junta Directiva, ejerció de asesor de Telefónica y contribuyó al diseño y comunicación del proyecto. Como prueba para certificar este dato, Torres ha presentado la foto de los duques de Palma junto a Alierta el día de la presentación y el correo electrónico que la directora de responsabilidad social corporativa de Telefónica le remitió con la comunicación interna del proyecto, dirigida a todos los empleados de la compañía.

Cinco días más tarde, el 17 de enero de 2007, Mario Sorribas, hombre de confianza de Urdangarín, remite un correo a Antonio Ballabriga, consultor de Nóos, que posteriormente pasó a ser director de Responsabilidad y Reputación corporativa del BBVA, dependiente del área que dirigía Javier Ayuso, este último contratado posteriormente por la Casa Real. En ese correo, se entrega una segunda versión corregida de un borrador de un artículo para ayudar a Telefónica a dar a conocer el proyecto.

Un programa de la Infanta publicitó el proyecto

Torres quiere ir más allá en la explicación a Castro y le relata cómo Ballabriga le remite el correo con varias sugerencias para que a su vez se lo entregue a Alfred Vernis, codirector con doña Cristina de un programa de ESADE sobre gestión de ONG’s, patrocinado por La Caixa. Este último, aprueba que el proyecto se presente en la escuela de negocios. 

En su última declaración ante el juez el pasado mes de febrero, Diego Torres sostiene que todos los miembros de la Junta Directiva, en la que se encuentra la Infanta, proponían proyectos. A preguntas del fiscal Pedro Horrach, el imputado habla de este proyecto y entrega en ese momento un correo enviado por Telefónica, con comunicación publica  donde se informa de que su Alteza Real la infanta doña Cristina y su marido presiden la presentación del proyecto 2015, Un mundo mejor para Joana.

“Hicimos muchas labores en temas de responsabilidad social corporativa para la compañía, y uno de los proyectos que realizamos fue éste, no hay ningún mal en ello, es muy normal que con una función o con otra se participe, pero es una colaboración dentro del seno de un proyecto”, aclara el socio de Urdangarín.

Este contrato que saca a relucir ahora Torres, en una de sus entregas a Castro con más información que implica a los duques de Palma, no era el primero que firmaba con Telefónica, la empresa que tenía a Urdangarín como consejero, primero en Barcelona y después en Washington. En 2003, se firmó el primero en el que se estipulaba que Nóos percibiría 181.000 euros, más IVA y gastos, por asesorar durante cinco meses y medio a la operadora -entre el 15 de julio y el 31 de diciembre de 2003- sobre estrategias de patrocinio. Entre 2004 y 2008 la multinacional presidida por Alierta pagó a la entidad sin ánimo de lucro controlada por Urdangarín y Torres al menos otros 400.000 euros, repartidos en tres entregas.