'Amy Martin' recibió 15.000 euros de subvención de Pajín el último día de su mandato

Irene Zoe Alameda o Amy Martin, tanto monta en esta historia enrevesada convertida en un culebrón por parte de una escritora y “creadora” que parece tener un doble trastorno de personalidad (literaria, al menos), recibió una subvención de 15.000 euros para un cortometraje por parte del Instituto de la Mujer, dependiente del Ministerio de Sanidad, el 20 de diciembre de 2011, justo el último día del mandato de Leire Pajín como ministra. Al día siguiente, Mariano Rajoy tomó posesión como presidente del Gobierno y, desde entonces, al menos por lo que consta en el BOE, Irene Zoe no ha vuelto a recibir ayudas públicas de ningún tipo por parte del Gobierno.

La resolución del BOE no especifica el proyecto concreto por el que Zoe fue subvencionada, pero sí se puede observar que su cortometraje recibió la subvención más alta de las concedidas ese día. Solo otros dos proyectos de entre 40 recibieron también esa máxima subvención de 15.000 euros. La convocatoria, que firma la entonces directora general del Instituto de la Mujer, Teresa Blat, subvencionaba aquellas creaciones artísticas que fomentaban la “igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres”.

El PSOE no le cree

Irene Zoe y Carlos Mulas han formado una pareja sentimental que ha crecido profesionalmente bajo el paraguas de los sucesivos gobiernos socialistas de José Luis Rodríguez Zapatero. Él, como subdirector de la Oficina Económica de la Moncloa entre 2004 y 2006 y, después, como director de la Fundación Ideas, y ella, como directora primero del Instituto Cervantes en Estocolmo y, después, como escritora de artículos y como empresaria cinematográfica subvencionada por el Ministerio de Cultura de Ángeles González Sinde en varias ocasiones. Irene Zoe es administradora única de Storylines Projects, empresa de la que Mulas fue gestor hasta el 13 de diciembre del año pasado y que, como ya informó este diario, fue utilizada en el pasado por Mulas, según denunciaban los trabajadores de Ideas, para facturar estudios e investigaciones a su propia fundación.

En un estrambótica carta remitida ayer a el diario El Mundo, Irene Zoe salió en descar

go del ya exdirector de la Fundación, de quien dice estar “separada sentimental y físicamente”, desde 2009, para exculparle de toda la responsabilidad de lo sucedido y para identificarse como la persona que está detrás del seudónimo de Amy Martin. Esta nueva versión, sin embargo, sigue sin convencer en absoluto a la dirección del Partido Socialista que seguirá adelante con la investigación interna para aclarar lo sucedido. “No es creíble”, señalaron fuentes de la cúpula socialista que consideran muy enrevesadas todas las explicaciones ofrecidas hasta ahora por la pareja.

Zoe, además, explica en su texto que Mulas nunca fue consciente de que ella era Amy. “En 2009, a sabiendas de que la Fundación Ideas buscaba colaboradores para la sección Global Observer que publicaran artículos multidisciplinares y originales tanto en inglés como en español, tomé la decisión de ponerme en contacto con la Fundación que él dirigía y de hacerme pasar por Amy Martin para ofrecer mis servicios como autora”, explica en su carta. Algo que difícilmente casa con la explicación que dio esta semana Carlos Mulas y en la que dijo que había visto a Amy Martin solo una vez en su vida. 

Las piezas siguen sin encajar en Ferraz. “Si lees su carta parece que tiene un trastorno de doble personalidad”, explican fuentes de toda solvencia. Y es que, el miércoles, miembros de la dirección contactaron con la agencia literaria Casanovas & Lynch y, según fuentes del PSOE, en esa conversación la agencia vino a corroborar que la que escribía era Irene Zoe. En otra llamada, miembros del partido contactaron con Amy Martin y la escritora se hizo pasar por su personaje y contestó como si existiese realmente. “Amy Martin atendió telefónicamente al PSOE en la mañana de ayer, 23 de enero –explica Zoe-. Ante las peticiones desde el PSOE de pruebas concluyentes identitarias que frenaran las informaciones acuciantes que cercaban a Carlos Mulas, comprendí la gravedad de la situación y decidí hablar con mi agente, la cual me recomendó que confesara que Amy Martin era un seudónimo”.

Del Cervantes a las subvenciones de Sinde 

Como ya publicó este diario en 2011, la productora de Mulas y Zoe recibió tres subvenciones del Ministerio de Cultura, siempre durante el mandato de González-Sinde. El 4 de agosto de 2009, el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales que dirigía Ignasi Guardans le entregó 43.794,22 para la producción del cortometraje Buen viaje, protagonizada por Cayetana Guillén Cuervo. El 26 de octubre de ese mismo año, el mismo organismo le concedió otros 20.000 euros para su película Uniformadas (sinopsis), cuyo presupuesto total ascendió a 72.356 euros. Dos años después, el 5 de agosto de 2011, el mismo Instituto volvió a concederle otra subvención, ahora de 43.000 euros, para ese mismo cortometraje, por lo que, en total, sumadas ambas ayudas, Irene Zoe recibió 63.000 euros del Ministerio de Cultura para una película cuyo coste total fue de 72.356. En esa resolución de agosto de 2011, el proyecto de Zoe y de Storylines volvió a ser el mejor puntuado y el que recibió la financiación más alta.

Anteriormente, en 2009 y con 35 años, fue nombrada directora del Instituto Cervantes de Estocolmo, un cargo en el que permaneció un año durante el cual, según ella misma explica, empezó a facturar para la Fundación Ideas a través del seudónimo. Según ha explicado el PSOE, la falsa Amy Martin facturó, en total, 58.000 euros por sus trabajos: 40.000 en 2010, 8.000 euros en 2011 y, 10.000 euros el año pasado. El puesto de directora lo podía haber ocupado durante cinco años, pero solo permaneció uno.