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El PSC e ICV se desmarcan del ‘plan Ibarretxe a la catalana’ de Artur Mas
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ES “INACEPTABLE” PARA LOS SOCIALISTAS

El PSC e ICV se desmarcan del ‘plan Ibarretxe a la catalana’ de Artur Mas

Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) corren el riesgo de quedarse solas en el Parlamento catalán para aprobar la declaración de soberanía

Foto: El PSC e ICV se desmarcan del ‘plan Ibarretxe a la catalana’ de Artur Mas
El PSC e ICV se desmarcan del ‘plan Ibarretxe a la catalana’ de Artur Mas

Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) corren el riesgo de quedarse solas en el Parlamento catalán para aprobar la declaración de soberanía que quieren llevar al primer pleno de la legislatura el próximo 23 de enero. El documento que ya han pactado estas dos fuerzas políticas no acaba de agradar al resto de partidos de la oposición, que consideran que hay graves problemas de fondo y de forma. Tanto que hablan de un plan Ibarretxe a la catalana que sólo provocará enfrentamientos y tensión política.

Para empezar, los principales partidos de la oposición destacan la prepotencia de CiU y ERC a la hora de iniciar el proceso, pactando a dúo un documento que luego es presentado a las demás fuerzas para que se adhieran al mismo. Fuentes de la cúpula convergente señalaron a El Confidencial que los grupos de la oposición, especialmente PSC e ICV, no deberían quejarse “porque es lo mismo que hacían ellos cuando gobernaban. Siempre nos daban las cosas hechas. Nosotros tenemos ahora un pacto de estabilidad con ERC y sumamos mayoría absoluta. Pero estamos abiertos a sus valoraciones”.

En las filas de la oposición, esta actitud molesta profundamente. “No se trata del redactado de una ley, sino de un texto extraordinario dentro de un proceso extraordinario. No se puede comparar”, dice a El Confidencial Maurici Lucena, portavoz parlamentario del PSC. Y Dolors Camats, portavoz adjunta de ICV, señala también a este diario que “no se trata de pactar una ley o el trazado de una carretera. Con este proceso, embarcamos al país en una aventura. Y por eso, se ha de hacer un proceso lo más transversal posible, lo más abierto posible. Eso quedó claro en los resultados de las últimas elecciones”. Por otro lado, en el documento se da por descontado que el referéndum dará luz verde a la independencia de Cataluña, cosa que está por ver.

Los dos máximos representantes del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) y de ICV, Pere Navarro y Joan Herrera respectivamente, aludieron ayer al texto con críticas similares. ”Marca el final de un camino: la independencia. Este documento indica que el derecho a decidir es un mero trámite para llegar al Estado propio, la independencia, un proyecto que nosotros no compartimos”, dijo Navarro. Y Herrera apostilló que lo que busca “es más un plebiscito que una consulta”. En otras palabras: convergentes y republicanos dan por sentado que ganarán de calle el referéndum y que los ciudadanos de Cataluña quieren la independencia, aseveraciones que no son compartidas por la gran mayoría de sus rivales.

Estos dos partidos, juntamente con la Coordinadora d’Unitat Popular (CUP), son las fuerzas parlamentarias que CiU y ERC quieren atraer a su terreno para que voten afirmativamente por la declaración soberanista. Pero, de momento, socialistas y ecosocialistas aún lo tienen muy verde. La CUP, sin embargo, podría dar apoyo al texto, aunque intentará introducir algunas modificaciones en lo que hace referencia a la articulación de la UE, la ampliación de las reivindicaciones a los Països Catalans (es decir, a la Comunidad Valenciana, Baleares, la Franja de Aragón y las comarcas del sur de Francia) y la participación popular en el proceso.

Una consulta legal, pactada y vinculante

Para los socialistas, en cambio, el actual redactado es “inaceptable”. Maurici Lucena subraya que las condiciones sine qua non para que su partido lo apoye es que la consulta “sea legal, pactada y vinculante”. El portavoz del PSC critica que el texto que pretenden aprobar CiU y ERC realiza “una confusión deliberada del derecho a decidir con la independencia. Es más: está prejuzgando el resultado de la consulta y en este tema es preciso ser escrupulosamente neutro. Nosotros estamos a favor del derecho a decidir, pero no a favor de la independencia, sino de la articulación de un Estado federal”.

Y hay más: “Desde el principio del pacto entre CiU y ERC, este tema ha sido secuestrado por ambos partidos. En el documento que han elaborado para presentar en el Parlamento lo hacen suyo y nos retrotrae al pacto que han firmado para la legislatura. No es una manera sensata de empezar el camino. Lo que deberían hacer es pedir al Parlamento que impulse una comisión negociadora con el Estado, porque sin negociación no vamos a ninguna parte. Pero poner en la declaración que vas a ser un Estado independiente dentro de la UE predispone negativamente a la parte con la que vas a negociar”.

Un nuevo ‘plan Ibarretxe’

ICV tiene dos grandes objeciones al texto. Por un lado, hay un “defecto de forma”. “Plantear un tema así tiene un alto componente de riesgo jurídico. Por eso, se ha de suscitar el máximo entendimiento y el máximo consenso entre los grupos políticos. La manera en que se ha hecho no es la correcta, porque corre el riesgo de provocar enfrentamientos como el plan Ibarretxe. De hecho, lo han presentado de la peor manera posible, con un documento pactado entre dos”, dice a este diario Dolors Camats.

Pero también hay otra objeción no menos importante: la declaración habla de que se hace el proceso del derecho a decidir para crear un nuevo Estado. ”Lo que plantea supone una consulta con un resultado preestablecido, cuando hay ciudadanos que pueden estar de acuerdo con la reivindicación del derecho a decidir pero no están a favor de la independencia o proponen otras fórmulas de relación con el resto del Estado”. Para Camats, “CiU y ERC han de comprender que éste es un proceso abierto y democrático y que no se puede prever el resultado. Éste es, pues, un elemento a modificar”.

ICV pedirá la creación de una comisión parlamentaria, similar a la del pacto fiscal, para discutir el tema. ”De esta manera, todos los grupos, incluidos los que están en contra, pueden opinar sobre el asunto y presentar sus propuestas”. De ahí que los ecosocialistas recelen, en principio, de la Comisión para la Transición Nacional que anunció el presidente de la Generalitat, Artur Mas. ”Esta comisión, de la que desconocemos su composición, no puede sustituir al Parlamento o a una gran mesa en la que estén representados partidos políticos, agentes sociales, entidades cívicas o instituciones sociales y culturales diversas”, subraya Camats.

A pesar de todo, los ecosocialistas estudiarán el texto y propondrán modificaciones. Ayer hubo contactos entre todos los partidos y tanto ERC como CiU aseguraron a sus interlocutores que van “en serio” y que “no está cerrado”, sino que permitirán la introducción de modificaciones”. Pero la oposición no se fía y advierte que estará “con la guardia alta”.

Convergència i Unió (CiU) y Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) corren el riesgo de quedarse solas en el Parlamento catalán para aprobar la declaración de soberanía que quieren llevar al primer pleno de la legislatura el próximo 23 de enero. El documento que ya han pactado estas dos fuerzas políticas no acaba de agradar al resto de partidos de la oposición, que consideran que hay graves problemas de fondo y de forma. Tanto que hablan de un plan Ibarretxe a la catalana que sólo provocará enfrentamientos y tensión política.

Artur Mas