El Gobierno pone a los militares como ejemplo ante la crisis y las provocaciones independentistas

La crisis económica, el desafío independentista catalán y la salud del Rey han protagonizado este año la Pascua Militar, tanto en los discursos de Su Majestad y del ministro de Defensa, Pedro Morenés, como en el desarrollo del acto celebrado en el Palacio Real, el más corto de su historia desde que don Juan Carlos recuperó la tradición nada más acceder al trono. El Gobierno, esta vez Morenés, ha vuelto a poner a los militares como ejemplo de eficacia a la hora de enfrentarse a la crisis, al tiempo que destacaba su "ánimo sereno" y su hábito de no atender a "provocaciones absurdas".

Las Fuerzas Armadas son la institución del Estado que más pronto y de forma más drástica han sufrido los efectos de los recortes presupuestarios, acompañados además por una disminución gradual de plantillas también desconocida en las Administraciones Públicas. Entre 2008 y el ejercicio que empieza, Defensa acumula una reducción del 27,8 por ciento de sus presupuestos y los Ejércitos y la Armada han perdido el 8 por ciento del personal de tropa y marinería.

La particularidad añadida de los presupuestos menguantes en el caso de los militares es que coinciden con la etapa de exigencias crecientes por las misiones en el exterior: la guerra en Afganistán, la vigilancia de la frontera entre El Líbano e Israel y la lucha contra la piratería en el Índico. Obligado por la recesión, el Gobierno ha mantenido la política de recortes en Defensa de la etapa anterior. De ahí que el Ejecutivo de Mariano Rajoy insista en el elogio a las Fuerzas Armadas por la disciplina y la capacidad que demuestran para encajar unos recortes que ya ponen en peligro la operatividad de las unidades.

El Rey reconoció ayer la gravedad de la situación y citó el replanteamiento general de objetivos y capacidades para las Fuerzas Armadas que efectúa el Estado Mayor de la Defensa en la nueva directiva de defensa nacional. "En ella se reconoce que la actual crisis económica actúa como una amenaza a la seguridad", dijo don Juan Carlos ante los jefes militares reunidos en el Palacio Real.

Mantener las capacidades mínimas para la defensa

El Monarca añadió que es "primordial" garantizar las capacidades militares que sirvan para una "disuasión verosímil" en defensa de los intereses de España. Al mismo tiempo animaba a los miembros de las Fuerzas Armadas, "como leales servidores del Estado", a contribuir con el resto de los ciudadanos a "la tarea colectiva de sacar adelante a esta gran nación".

Morenés, como había hecho dos semanas atrás Rajoy en su visita a las tropas destinadas en Afganistán, puso a los militares como ejemplo frente a las penurias de la crisis. "Las Fuerzas Armadas cumplen su cometido a pesar de la difícil situación económica que atraviesa España. Trabajan para sacar el máximo partido de aquello que, con tanto esfuerzo, los españoles ponen en sus manos para nuestra defensa y seguridad", dijo el ministro de Defensa.

Fue en ese punto de su discurso ante el Rey, los principales jefes de los Ejércitos y la Armada, más los militares de todas las escalas que iban a ser condecorados con motivo de la Pascua Militar, cuando Morenés también citó la disciplina y el silencio con que las Fuerzas Armada encajan los desafíos a la unidad de la nación y los insultos de los independentistas. El ministró cambió el texto que llevaba escrito para tildar de "absurdas" las provocaciones de los políticos que llaman a la secesión. Y concluyó: "Los militares están preparados, mantienen el ánimo firme y sereno, sin atender a absurdas provocaciones, y cumplen calladamente con su deber".

Al Rey le queda mucha rehabilitación para volver a su actividad normal

La Pascua Militar tuvo que ser la más corta de su historia reciente (todo el reinado de don Juan Carlos) para que el Rey pudiera cumplir con su deseo de presidir el acto pese a estar convaleciente de la operación de cadera a la que fue sometido el pasado 24 de noviembre. Sus problemas de movilidad quedaron patentes al tener que usar constantemente dos muletas y no poder permanecer en pie para imponer las condecoraciones. Figuraba en el programa oficial, pero esa parte del acto oficial tuvo que ser eliminada a última hora.

De todas formas, Don Juan Carlos logró estar en un acto al que sólo había faltado en 2000, año en que falleció su madre, la Condesa de Barcelona, y el entierro fue un 4 de enero, dos días antes de la Pascua Militar. Hoy, el Rey cumplió su objetivo con la mejor sonrisa y buen humor, aunque parecía muy hinchado por los medicamentos que le administran, y también pareció evidente que le queda todavía un largo periodo de rehabilitación para recuperar la actividad normal.