Díaz Ferrán intentará que se rebaje su fianza como ocurrió con Francisco Correa

Gerardo Díaz Ferrán va a intentar que la Justicia rebaje sustancialmente su fianza y así poder hacer frente a una más asequible. Fuentes próximas al empresario aseguran que es totalmente imposible que pueda pagar los 30 millones de euros que el juez de la Audiencia Nacional, Eloy Velasco, le ha impuesto por quedarse presuntamente con el dinero de Viajes Marsans y dejar a los acreedores sin pagar una deuda que asciende a 45 millones de euros. Su objetivo es seguir el mismo camino que el cabecilla de la ‘trama Gürtel’, Francisco Correa.

Correa comenzó con una fianza de 15 millones de euros por encabezar la mayor trama de corrupción en torno al PP. En ese momento, se trataba de una cantidad nunca antes exigida por salir de prisión. El imputado recurrió en varias ocasiones hasta que consiguió que se disminuyera a un millón de euros, para luego pasar a 600.000 y finalmente conseguir una cifra asumible, los 200.000 euros que pagó en junio de este año. Desde entonces, acude diariamente a la Audiencia Nacional para firmar en el Juzgado y acreditar que sigue localizable. Este proceso duró un año desde la primera fianza, aunque la diferencia con Díaz Ferrán es que Correa llevaba previamente dos años en prisión incondicional. Sólo pasado ese tiempo, el juez del Tribunal Superior de Justicia de Madrid, Antonio Pedreira, –que asumió la investigación durante un tiempo- modificó la prisión incondicional acordada por Baltasar Garzón para exigirle una cantidad millonaria.

Cuando la causa volvió a la Audiencia Nacional, el juez Pablo Ruz, que se encargó del Juzgado de Garzón tras su inhabilitación-, rebajó la fianza a Correa en varias ocasiones, entendiendo que el hecho de que no hubiera abonado las diversas cantidades fijadas demostraba “la imposibilidad real y cierta del inculpado (o su entorno más cercano) para hacer frente a la misma”.

Esta es la estrategia que quiere mantener Díaz Ferrán, detenido el pasado lunes en la Operación Crucero y en prisión desde el miércoles. Si demuestra que no tiene capacidad económica para pagar la fianza conseguirá, consedera, salir de la cárcel haciendo frente a una cantidad mucho menor. Fuentes próximas a él alegan que no se puede permitir mantener en la cárcel a una persona que no puede pagar el dinero que se le exige.

Fuentes de la investigación aclaran que  el empresario es consciente que aunque tuviese el dinero de la fianza, cualquier movimiento de cuentas sería una prueba de que no es insolvente, tal y como sostuve ante el juez durante el interrogatorio. 

En la misma línea se encuentra el socio del expresidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Ángel de Cabo, que ya ha recurrido la prisión bajo fianza de 50 millones de euros, la más alta decretada en la historia de la Justicia española. En su recurso ante el juez Eloy Velasco, su abogado sostiene que esa cantidad es “absolutamente inasumible” para el imputado y, por tanto, solicita medidas menos gravosas.

Asegura que no dispone “ni lejanamente del patrimonio o de los bienes que puedan cubrir una cantidad estratosférica y totalmente desproporcionada”. Por eso, solicita que se conceda a De Cabo, conocido como el liquidador por adquirir empresas en quiebra como Marsans o Nueva Rumasa, la libertad provisional sin fianza. Eso sí, explica al juez que estaría dispuesto a acudir al Juzgado periódicamente, a no salir del país y a entregar su pasaporte.

El actual propietario de Marsans también alega en su recurso que no existe riesgo de fuga porque su arraigo es tal que incluso ante una sentencia condenatoria rechazaría la opción de la huída. Tampoco considera que exista posibilidad de destrucción de pruebas, una vez que ya se han efectuado las entradas y registros de sus domicilios y oficinas.