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Rajoy no cambiará la Constitución aunque los Príncipes de Asturias tengan un hijo varón
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EL EMBARAZO DE CATALINA MIDDLETON REABRE EN ESPAÑA EL DEBATE DE LA SUCESIÓN A LA CORONA

Rajoy no cambiará la Constitución aunque los Príncipes de Asturias tengan un hijo varón

¿Y si los Príncipes de Asturias tuvieran un hijo varón? El primer embarazo de Catalina Middleton, esposa del príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión a

Foto: Rajoy no cambiará la Constitución aunque los Príncipes de Asturias tengan un hijo varón
Rajoy no cambiará la Constitución aunque los Príncipes de Asturias tengan un hijo varón

¿Y si los Príncipes de Asturias tuvieran un hijo varón? El primer embarazo de Catalina Middleton, esposa del príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión a la Corona inglesa, ha reabierto el debate sobre el anacronismo que aún perdura en la Constitución española: la preferencia del hombre sobre la mujer en el acceso al trono. A diferencia del primer ministro británico, David Cameron, que se ha apresurado a anunciar que cambiará la ley para acabar con esa discriminación por razón de sexo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy no tiene ninguna intención de mover ficha, según han asegurado a El Confidencial fuentes cercanas a la Moncloa.

Con la Constitución en la mano -artículo 57.1-, un tercer embarazo de Letizia Ortiz solo supondría un problema político de primer orden si el nacido fuera un varón. En ese caso, el niño desplazaría automáticamente a sus hermanas, las infantas Leonor y Sofía de Borbón, en la línea de sucesión, y estas quedarían relegadas al tercer y cuarto lugar, respectivamente. El pequeño no sería el heredero del heredero -su padre, Felipe de Borbón-, sino un infante de España. Pero sí adelantaría a Leonor, la primogénita de los príncipes de Asturias, en el orden sucesorio. Y si no se reforma la Constitución, algún día se convertiría en rey de España.

El Gobierno, según las fuentes consultadas, no tiene "el menor interés" en abrir ahora ese melón. Rajoy es consciente de que "antes o después" habrá que abordar una reforma constitucional para, entre otros cambios, suprimir el desfasado artículo 57.1 de la Carta Magna. "Pero tal vez no le toque a él hacerlo, sino a otro presidente en el futuro. Y mientras la princesa de Asturias, que ya tiene 40 años, no se quede nuevamente embarazada, la reforma puede esperar. Es una anomalía constitucional, pero ahora hay otras urgencias", añaden las mismas fuentes.

Los expertos en Derecho Constitucional consultados por este diario coinciden en que la modificación de la Carta Magna podría abordarse a posteriori, una vez que el rey don Juan Carlos fallezca o abdique y el Príncipe de Asturias acceda al trono. E incluso se podría retrasar hasta cualquier momento anterior a que la infanta Leonor suceda a su padre. En otras palabras: la reforma de la Constitución no debe hacerse pensando en el actual heredero de la Corona y sus hijos, sino en los descendientes de estos. Porque todos los constitucionalistas consultados dan por seguro que Leonor será reina. "El pueblo español no toleraría que fuese de otra forma", afirma uno de ellos.

Reforma 'agravada' 

Sin embargo, poner fin a la discriminación de la mujer en la sucesión monárquica no es una tarea sencilla. Al afectar al Título II de la Constitución -el referido a la Corona-, la reforma debe realizarse mediante el llamado procedimiento agravado, mucho más complejo y dilatado en el tiempo. En primer lugar, el nuevo texto constitucional ha de ser aprobado por una mayoría de dos tercios del Congreso y el Senado. Acto seguido se disuelven las Cortes y se convocan elecciones generales. El Parlamento que resulte elegido en las urnas debe, a su vez, ratificar la modificación por idéntica mayoría absoluta. Y, finalmente, el Gobierno convoca un referéndum para que los españoles aprueben o rechacen la reforma.

​Pero no es ese el único escollo. Si el próximo hijo de los Príncipes de Asturias fuera un varón, y mientras la Constitución conserve su actual redacción, se generaría lo que algunos expertos llaman "expectativa de derecho". Eso significa que cuando el niño fuera adulto podría reclamar sus derechos dinásticos, apelando precisamente a la prerrogativa de género consagrada en el polémico artículo de la Carta Magna. Es un riesgo que se antoja remoto, pero no descartable si, como pretende el Gobierno, se aplaza la reforma constitucional hasta que Felipe de Borbón se convierta en monarca, o incluso después.

​Tras hacerse pública la noticia de que los Duques de Cambridge esperan su primer hijo, el Gobierno británico no ha perdido el tiempo. Según el viceprimer ministro, Nick Clegg, el Ejecutivo ya está trabajando en "los toques finales a la legislación que permitirá actualizar las reglas antiguas de sucesión", entre ellas la Ley de Matrimonios Reales de 1772. De esta forma, si Guillermo y Catalina tienen una hija, esta se convertirá algún día en reina de Inglaterra aunque después nazcan otros hermanos varones. Clegg anunció ayer que los 15 países miembros de la Commonwealth, que tienen a la reina Isabel II como jefa de Estado, ya han dado su consentimiento para que la Cámara de los Comunes apruebe la forma legal.

¿Y si los Príncipes de Asturias tuvieran un hijo varón? El primer embarazo de Catalina Middleton, esposa del príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión a la Corona inglesa, ha reabierto el debate sobre el anacronismo que aún perdura en la Constitución española: la preferencia del hombre sobre la mujer en el acceso al trono. A diferencia del primer ministro británico, David Cameron, que se ha apresurado a anunciar que cambiará la ley para acabar con esa discriminación por razón de sexo, el Ejecutivo de Mariano Rajoy no tiene ninguna intención de mover ficha, según han asegurado a El Confidencial fuentes cercanas a la Moncloa.

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