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El Gobierno recortará los ayuntamientos este mes y el PP sus autonomías en junio
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LAS CUENTAS PÚBLICAS HACEN INVIABLE ESTE ESTADO

El Gobierno recortará los ayuntamientos este mes y el PP sus autonomías en junio

El Gobierno y el Partido Popular se van a repartir los papeles para acometer una severa reforma de las Administraciones, con recortes del aparato político en

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El Gobierno recortará los ayuntamientos este mes y el PP sus autonomías en junio

El Gobierno y el Partido Popular se van a repartir los papeles para acometer una severa reforma de las Administraciones, con recortes del aparato político en ayuntamientos y comunidades autónomas, como respuesta urgente a la crisis económica, pero también por constituir una exigencia de la sociedad. Es el compromiso que sale de la reunión mantenida ayer en la sede central del PP por la dirección del partido (María Dolores de Cospedal y Javier Arenas) y representantes del Ejecutivo (Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro).

El Gobierno aprobará este mes la reorganización y los recortes en la Administración local y el partido impulsará acuerdos para hacer lo propio en la Administración autonómica con fecha fija: tiene que estar en marcha a partir del próximo junio. El reparto de funciones y de plazos obedece a una cuestión de competencias, pues mientras el Ejecutivo puede reformar directamente la legislación local, es el partido el que puede buscar acuerdos o imponer criterio en los Gobiernos regionales propios o controlados por otras formaciones.

Es la gran reforma que Mariano Rajoy se ha propuesto acometer en esta legislatura y la que encuentra más resistencias en el conjunto de los partidos políticos porque obliga a retocar competencias, reducir cargos de representación y asesoramiento y prescindir de muchos organismos creados en los últimos años.

"Esto va a ser muy duro, pero no hay otro remedio que hacerlo, nos lo jugamos todo en el empeño", dijo Montoro a los reunidos en Génova, entre los que también estaban consejeros de las autonomías que gobierna el PP y representantes populares de las comunidades donde está en la oposición. Según fuentes del partido, el ministro de Hacienda insistió en que la situación de las cuentas públicas hace inviable el sostenimiento del Estado si no se acomete una urgente racionalización de funciones y costes de la Administración.

El titular de Hacienda lleva un año intentado combatir la idea de algunos Gobiernos autonómicos, también del PP, de que una vez pasada la crisis, incluso a partir de 2014, podrán volver a las alegrías presupuestarias. Montoro les intenta convencer de lo contrario, de que deben ajustar al máximo sus gastos y reducir el aparato político ya para poder sostener la prestación de los servicios básicos al ciudadano.

Según medios gubernamentales, tanto los representantes del Gobierno como la dirección del partido, con María Dolores de Cospedal y Javier Arenas al frente, dejaron muy claro a los enviados de las autonomías que el proyecto de reforma de las Administraciones no tiene marcha atrás ni se va a quedar en un parche. Es el principal reto del Ejecutivo (les explicó la vicepresidenta), un compromiso personal de Rajoy, como apuntó Arenas, y, además, no hay ni habrá ya fondos para sostener el actual Estado de las autonomías con todo su aparato paralelo de instituciones y sector público, remachó Montoro.

En medios del PP aseguraron que en la reunión se había constatado un acuerdo general sobre la necesidad y la urgencia de acometer la reforma de la Administración hasta en esos extremos más 'dolorosos', como la reducción de diputados, concejales, consejeros, asesores. En fuentes del Ejecutivo también corroboraron que había quedado claro el mensaje de que no habrá más financiación ordinaria ni extra para las instituciones 'prescindibles'.

Como reconocía después uno de los asistentes, a todos les parecen bien las reformas, "pero siempre que se les apliquen a los demás". Se refería a que los alcaldes señalan a las Diputaciones y los representantes autonómicos a los Ayuntamientos o la Administración central. La diferencia es que ahora les queda claro que habrá renuncias para todos, según el mismo dirigente del PP.

Javier Arenas, el único asistente a la 'cumbre' Ejecutivo-PP sin responsabilidades de gobierno, fue el más claro a la hora de marcar las pautas de la reforma: reducir cargos públicos y personal de confianza, racionalizar y redimensionar la estructura administrativa e institucional, eliminar órganos duplicados, reducir el sector público, clarificar competencias y fijar el personal al servicio del sector público.

El responsable de política territorial del Partido Popular insistió en el principio "una Administración, una competencia" y también en que es necesario dialogar con el PSOE y con la federación de municipios, además de buscar el acuerdo con las comunidades autónomas en el marco del Consejo de Política Fiscal y Financiera, y en las reuniones o conferencias de presidentes regionales.

Según una nota hecha pública por el PP, Cospedal defendió la idea de plantear la reforma de la Administración como un pacto de Estado. "Hay que ajustar la estructura de la Administración General del Estado, de las comunidades y de sus organismos adscritos, centrales y periféricos, así como de las entidades locales, a las funciones que tengan realmente encomendadas, además de interrelacionar, cuando proceda, sus competencias y sus organismos de ejecución", destacó la secretaria general de los populares.

El Gobierno y el Partido Popular se van a repartir los papeles para acometer una severa reforma de las Administraciones, con recortes del aparato político en ayuntamientos y comunidades autónomas, como respuesta urgente a la crisis económica, pero también por constituir una exigencia de la sociedad. Es el compromiso que sale de la reunión mantenida ayer en la sede central del PP por la dirección del partido (María Dolores de Cospedal y Javier Arenas) y representantes del Ejecutivo (Soraya Sáenz de Santamaría y Cristóbal Montoro).