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Bankia tiene 23.385 clientes clasificados de ‘alto riesgo’ por blanqueo de capitales
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INFORMACIÓN RECABADA POR EL JUEZ ANDREU DURANTE SU INVESTIGACIÓN

Bankia tiene 23.385 clientes clasificados de ‘alto riesgo’ por blanqueo de capitales

Veintitrés mil clientes de Bankia estaban clasificados en febrero de 2011 como de “alto riesgo” por su posible vinculación con el blanqueo de capitales. Medio millón

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Bankia tiene 23.385 clientes clasificados de ‘alto riesgo’ por blanqueo de capitales

Veintitrés mil clientes de Bankia estaban clasificados en febrero de 2011 como de “alto riesgo” por su posible vinculación con el blanqueo de capitales. Medio millón más tenía “medio riesgo” y la inmensa mayoría, más de cuatro millones, el 88% de los impositores de la entidad, no presentaban ningún problema. En todos los casos se trata de perfiles de riesgo, no de personas concretas de las que se sospeche que han delinquido.

La información figura en el ‘Manual de Políticas Globales de Prevención del Blanqueo de Capitales y de la Financiación del Terrorismo’ aprobado por el consejo de administración de la entidad el 16 de junio de 2011 y enviado al juez del “caso Bankia”, Fernando Andreu. El manual fue elaborado para adaptarlo a la nueva ley 10/2010 del 28 de abril, aprobada por el Gobierno de Rodríguez Zapatero para “la protección de la integridad del sistema financiero y de otros sectores de actividad económica”, que contiene cambios sustanciales sobre las obligaciones de las entidades financieras en esta materia. El documento establece la política de aceptación y exclusión de clientes y la categoría de los mismos; la formación del personal, incluida su idoneidad para hacerse cargo de esta tarea, y la realización de una auditoría interna y un examen anual de la actividad desarrollada por parte de un experto externo, entre otras cuestiones.

Bankia remitió al magistrado un análisis de sus clientes nuevos y ya existentes a la fecha antes citada, en la que especifica que 23.385 reúnen un perfil de alto riesgo, un 0,51% del total, de los cuales el 81% son personas físicas y el 19% jurídicas. El banco identifica a estos clientes en sus fichas con “banderas”. Si figura en listas negras internacionales (bandera negra); personas con responsabilidad pública (funcionarios de alto nivel en países diferentes de España, socios, familiares y allegados), o residente en país o sector de riesgo (bandera roja). Entre los primeros, Bankia tiene clasificados a dieciséis clientes, y entre los segundos, a once.

El mayor número de estos clientes de “alto riesgo” (19.180) están marcados con bandera amarilla, que identifica a los naturales de países de riesgo y a los españoles que residen ellos. Los restantes 4.178, hasta sumar la cifra arriba citada, están clasificados con bandera blanca porque trabajan en un sector considerado de riesgo de blanqueo de capitales.

En el poco más de medio millón de clientes (525.855) considerados de medio riesgo, Bankia incorpora a los autónomos, los profesionales liberales, comerciantes y otras ocupaciones, que suponen el 15,99% del total. Los asalariados, jubilados, pensionistas, estudiantes, amas de casa, desempleados y religiosos se consideran clientes de bajo riesgo, y son la inmensa mayoría de los que tiene la entidad, exactamente 4.216.197 personas.

Mirando al futuro, el manual contiene unas normas de admisión de clientes que se aplicará a todos antes de entablar relaciones comerciales con ellos. El banco establece diez categorías muy ambiguas para identificar a los que deben ser rechazados. Una de ellas alude a aquellas personas “sobre las que se disponga de alguna información de la que se deduzca que pueden estar relacionadas con actividades delictivas”; sobre “las que existan sospechas sobre el origen de los fondos y/o el titular real del contrato, y aquellas que tengan negocios cuya naturaleza haga imposible la verificación de la legitimidad de las actividades o la procedencia de los fondos. Entre los ‘aspirantes’ a tener una cuenta en la entidad que necesitan la autorización de una instancia superior del banco figuran los casinos y las entidades relacionadas con el juego, aunque estén debidamente autorizados.

Veintitrés mil clientes de Bankia estaban clasificados en febrero de 2011 como de “alto riesgo” por su posible vinculación con el blanqueo de capitales. Medio millón más tenía “medio riesgo” y la inmensa mayoría, más de cuatro millones, el 88% de los impositores de la entidad, no presentaban ningún problema. En todos los casos se trata de perfiles de riesgo, no de personas concretas de las que se sospeche que han delinquido.

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