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Isabel Pantoja ya puede dormir: el juicio ‘Malaya II’ se pospone para después del verano
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LLEGA A LA SEGUNDA JORNADA SONRIENTE Y SALUDANDO A SUS FANS

Isabel Pantoja ya puede dormir: el juicio ‘Malaya II’ se pospone para después del verano

Como si de una vestal se tratara; como si el juicio que se celebra en la Ciudad de la Justicia de Málaga no tuviera que ver

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Isabel Pantoja ya puede dormir: el juicio ‘Malaya II’ se pospone para después del verano

La noche había sido dura, de esas que se perpetuán en la memoria y pesan toneladas. Llegó al hotel AC de Málaga y allí estuvo arropada por su amigo Jorge González, el fiel leonés que vela sus sueños. En la sala de al lado de su habitación, un nutrido grupo de jueces celebraban una cena. Ni por la noche la tonadillera pudo librarse de la presencia de los togados. 

Sus abogados hacen lo que pueden y no cejan al insistir en pedir  la nulidad; consideran que a Isabel Pantoja se la investigó de forma “inquisitorial”, sin haber “ni indicios ni meras sospechas” sobre ella. Los letrados del proceso por blanqueo de capitales que juzga a la tonadillera y a su expareja y exalcalde de Marbella, Julián Muñoz, pidieron este viernes al Tribunal que no acepte los 10.000 folios de nuevas pruebas, casi todos derivados del ‘Caso Malaya’, que el fiscal pidió introducir.

Sorpresas en la vista pocas, a no ser la del saludo casi a hurtadillas que la tonadillera le hizo a Julián Muñoz para que nadie se percatara del guiño. Los tres personajes del culebrón (Pantoja, Muñoz y Maite Zaldívar) parecían haberse puesto de acuerdo para no coincidir ante los ojos que les perseguían a las afueras del recinto. Es por eso que extremaron las cautelas en todos sus gestos y reacciones. Estuvieron contenidos ante la cámara de la sala de vistas que proporcionaba la imagen a la sala de prensa donde se concentraban cerca de sesenta periodistas.

El triángulo Pantoja-Muñoz-Zaldívar no se cruza una sola mirada durante la vista oral. Como mucho Isabel se dirige a la actriz Paula Pattier alguna vez, tal vez por eso de la complicidad de compartir escenarios. Varias filas más atrás, la cantante está arropada por amigas, como la periodista Chelo García Cortés y Raquel Bollo o su hermano Agustín o su prima Anabel. Todas están preocupadas por ella: Isabel ha adelgazado y mucho.

Para las dos sesiones del juicio eligió vestirse con pantalón y chal. A su paso por las escalinatas de la Ciudad de la Justicia, sabía que los periodistas la abordarían. Encontró también el tumulto de un puñado de sus fans, que la piropearon: “¡Guapa!”, “¡Eres la más grande!”, “¡Te queremos!”… pero a ella poco le importa todo eso. Solo quiere que todo acabe cuanto antes. Se anunció cerca de un millar de incondicionales que llegarían en 20 autobuses pero solo han sido dos decenas de personas. Nada que ver con la cita en el juzgado de Marbella en octubre de 2010, cuando la multitud de medios gráficos la rodeó y zarandeó hasta romperle el vestido. Isabel quiere hacerse invisible.

La Fiscalía pide cárcel

El presidente del tribunal señaló que dictará resolución sobre las cuestiones previas planteadas por las defensas y las acusaciones. Informó de que no hacen falta las dos sesiones señaladas para la semana que viene y que el proceso se reanudará pasado el verano, en el mes de octubre. Este viernes, la Fiscalía relató en su pliego de acusaciones las penas y  a lo largo de la mañana también lo hicieron los abogados de la acusación.

Los argumentos en la fase de cuestiones previas son de los más variopintos. Destacar la intervención José Ángel Galán, que pidió al tribunal que anule el caso porque se han vulnerado los derechos fundamentales de la cantante. Por su parte, el abogado de Julián Muñoz solicitó al tribunal que suspenda el juicio hasta que se dicte la sentencia del 'caso Malaya', del que este proceso contra la cantante se desgajó como pieza separada para su enjuiciamiento.

La mañana del viernes el juicio comenzó puntual. Al filo de las diez de la mañana, el presidente de la Sección Segunda, Federico Morales, dio la palabra a las partes. Se da el caso que en este proceso hay dos juezas y una fiscal, María del Mar López-Herrero, que acompañada esta mañana al jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Juan Carlos López Caballero. Otro que ha aprendido el desdén ante el tribunal es Julián Muñoz que estuvo haciendo anotaciones en una tablet ante la sorpresa de algunos que criticaban. O al menos eso parecía, aunque hubo quienes comentaron que estaba enviando mensajes, incluso 'tuiteando'. Solo él lo sabe. En cualquier caso, Muñoz acostumbra a tomar notas en los juicios. Lo hizo y mucho, por ejemplo, en el 'caso Minutas', donde compartió acusación con el presidente del Sevilla F.C., José María del Nido. Detrás de Muñoz otra acusada estuvo las dos horas del juicio dándole al abanico, con el que en ocasiones se tapaba la cara.

La noche había sido dura, de esas que se perpetuán en la memoria y pesan toneladas. Llegó al hotel AC de Málaga y allí estuvo arropada por su amigo Jorge González, el fiel leonés que vela sus sueños. En la sala de al lado de su habitación, un nutrido grupo de jueces celebraban una cena. Ni por la noche la tonadillera pudo librarse de la presencia de los togados. 

Caso Malaya