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La presión de Chacón fuerza a Rubalcaba a endurecer de nuevo su oposición al PP
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EL PSOE PIDE AHORA UNA COMISIÓN DE INVESTIGACIÓN SOBRE BANKIA Y ROMPE PUENTES CON RAJOY

La presión de Chacón fuerza a Rubalcaba a endurecer de nuevo su oposición al PP

Alfredo Pérez Rubalcaba, atrapado entre la espada de Carme Chacón y la pared de la responsabilidad institucional, acabó por romper ayer el acuerdo con Mariano Rajoy

Foto: La presión de Chacón fuerza a Rubalcaba a endurecer de nuevo su oposición al PP
La presión de Chacón fuerza a Rubalcaba a endurecer de nuevo su oposición al PP

Alfredo Pérez Rubalcaba, atrapado entre la espada de Carme Chacón y la pared de la responsabilidad institucional, acabó por romper ayer el acuerdo con Mariano Rajoy para abordar con tacto político la crisis de Bankia. La postergación sine die de las comparecencias parlamentarias de Miguel Ángel Fernández Ordóñez o Rodrigo Rato, sumada a la fuerte presión interna para endurecer la oposición al PP, forzó el giro de la cúpula socialista. El PSOE registró a última hora de la tarde su petición para abrir una comisión de investigación en el Congreso, aunque previsiblemente será vetada por la mayoría absoluta popular. De esta forma, Rubalcaba ve alterada su estrategia de oposición responsable, urdida el pasado viernes en su visita a Moncloa.

El secretario general socialista parece haber caído en una insólita pinza política formada por el PP y los críticos con su liderazgo, como Chacón y Tomás Gómez. En una secuencia a la altura de la capacidad táctica que suele atribuirse a Rubalcaba, el experimentado político ha visto cómo en menos de una semana ha pasado de ser un socio importante de Rajoy, a perder frente a sus adversarios la iniciativa en torno a Bankia. El martes, la exministra de Defensa y el barón madrileño exhibieron la división en el seno del Grupo Socialista, exigiendo con urgencia una comisión de investigación. Rubalcaba aguantó la presión y concedió al PP una prórroga para retrasar el debate sobre las comparecencias de Ordóñez, Rato, José Luis Olivas o Miguel Blesa.

Sin embargo, ayer, con el foco mediático ya centrado en la batalla interna del PSOE, los populares volvieron a reclamar una prórroga, postergando una semana más cualquier decisión sobre las comparecencias parlamentarias. En un principio, el portavoz de Economía del Grupo Socialista, Valeriano Gómez, se ciñó al guión previsto por su secretario general, y aceptó la propuesta del popular Vicente Martínez Pujalte para alejar del torbellino político y financiero las explicaciones en torno a la nacionalización de Bankia.

Pero, minutos después, en Ferraz saltaron las alarmas: los socialistas se sintieron engañados por las vagas promesas del Gobierno, y temieron que la apariencia de pasteleo con el PP en este asunto pudiera ser letal para la imagen de Rubalcaba y de todo PSOE. Ante esta situación, Inmaculada Rodríguez Piñero, responsable de Economía de la Ejecutiva telefoneó a Pujalte para anunciar la ruptura.

Los críticos imponen su tesis

El resultado es que la tesis inicial de Chacón, Gómez y otros diputados como Odón Elorza  ha acabado por imponerse, mientras que la hoja de ruta de Rubalcaba, que en realidad nunca había rechazado plenamente la comisión de investigación, parece ahora desautorizada. Y es que, aunque el frágil equilibrio interno no le haya permitido expresarse con tanta nitidez, el líder del PSOE suscribe completamente la llamada que ayer hizo Felipe González a la unidad nacional.

“Me siento más libre y responsable para decir que España vive una situación de emergencia y es la hora de aunar esfuerzos entre empresarios, trabajadores, políticos e institucionales locales, regionales y nacionales”, aseguró el expresidente, quien también añadió que es “la hora del consenso, de recorrer el camino y anteponer los intereses de este país a los de los partidos”. Así, Rubalcaba está dispuesto a echar una mano a Rajoy en todos aquellos asuntos que, como la posición común ante Bruselas, sean susceptibles de pacto. La voluntad del líder del PSOE es favorecer la aprobación del nuevo decreto para la reestructuración del sistema financiero, especialmente si se cierra el pacto para tramitarlo como proyecto de ley.

Aviso a Chacón: si España cae, el PSOE también

Por todo ello, antes de que, en torno a las ocho de la tarde, se produjera el giro en el caso de Bankia, Rubalcaba se esforzó en imponer su estrategia frente a las críticas de Gómez y Chacón. Hizo caso omiso a la petición de disculparse en público por acusar de “filtradora” a Maru Menéndez; mientras que, frente a las críticas chaconistas, recordó que suya era la potestad de marcar la línea política del partido.

Fuentes próximas al líder socialista admitieron la dificultad de gobernar el partido en la oposición, así como de conjugar la responsabilidad con el marcaje al Gobierno. “Si te opones te critican por decir siempre que no, y si apoyas te dicen que eres blando”, ironizaron estas fuentes. Además, Rubalcaba está convencido de que las discrepancias de la exministra de Defensa corresponden únicamente a una estrategia personal para ganarse el afecto de las bases, y no una verdadera línea ideológica propia. No obstante, la dirección socialista advierte a Chacón y a Gómez que si España cae y es intervenida, el PSOE caerá también, y ningún socialista podrá ser alternativa a Rajoy. Un escenario que ya se ha reproducido en Grecia o Italia, y que sustenta el interés de Rubalcaba por echar una mano al Ejecutivo frente a los mercados. 

Alfredo Pérez Rubalcaba, atrapado entre la espada de Carme Chacón y la pared de la responsabilidad institucional, acabó por romper ayer el acuerdo con Mariano Rajoy para abordar con tacto político la crisis de Bankia. La postergación sine die de las comparecencias parlamentarias de Miguel Ángel Fernández Ordóñez o Rodrigo Rato, sumada a la fuerte presión interna para endurecer la oposición al PP, forzó el giro de la cúpula socialista. El PSOE registró a última hora de la tarde su petición para abrir una comisión de investigación en el Congreso, aunque previsiblemente será vetada por la mayoría absoluta popular. De esta forma, Rubalcaba ve alterada su estrategia de oposición responsable, urdida el pasado viernes en su visita a Moncloa.

Carme Chacón Alfredo Pérez Rubalcaba