El magnate de Eurovegas se pasea el fin de semana por los terrenos de Alcorcón

La Comunidad de Madrid gana posiciones frente a Cataluña para albergar Eurovegas. A solo unos días de decidir dónde ubicará su macrocomplejo de lujo y ocio, el magnate Sheldon Adelson ha pasado este fin de semana por Madrid como un relámpago para ver in situ los terrenos de Alcorcón antes de hacer pública su decisión final.

El consejero madrileño de Economía, Percival Manglano y el de Transportes, Pablo Cavero, junto con el alcalde de Alcorcón, David Pérez y el presidente de Promomadrid, Jesús Sainz, fueron los encargados de ‘vender’ al norteamericano y su esposa, Miriam Ochsorn, las bondades de los terrenos del municipio del Sur de Madrid, a los que se llega en 25 minutos desde Barajas y en veinte minutos desde Atocha.

A pesar de que en un principio al magnate le gustaba más Cataluña que Madrid, la segunda opción le convence más por la buena ubicación de cara al exterior. Hasta ahora, el millonario baraja tres posibilidades para afincar el macrocomplejo: al noroeste de Madrid, junto al aeropuerto de Barajas; Alcorcón, localidad situada al suroeste de Madrid, y Barcelona, junto al aeropuerto del Prat.

La visita fugaz en su jet privado ayer a Alcorcón disparó todas las alarmas y el municipio del Sur de Madrid que arrastra una deuda de 612 millones de euros escaló posiciones en su particular batalla por el macrocomplejo gracias a su ubicación, que limita al norte con la carretera M-501, al sur con la M-506 y la autovía A-5, al este con la M-40 y al oeste con la M-50. El magnate también ha anotado “positivamente” la extensa red sanitaria, educativa y de transportes del Gobierno de Esperanza Aguirre.

Oposición frontal a su construcción

La reacción ha sido casi unánime: no a Las Vegas en España. Ni en Madrid ni en Barcelona ni en Alcorcón. La oposición política tanto de Ana Botella como de David Pérez, los sindicatos, los ecologistas y hasta los técnicos del Ministerio de Hacienda han mostrado su rechazo en bloque a la idea del magnate. Los especialistas ministeriales en recaudación y fraude fiscal, de acuerdo a las exigencias que Adelson ha puesto sobre la mesa, explican que “Eurovegas” implicaría “de facto” la creación de un auténtico paraíso fiscal en el corazón de España.

Desde que el empresario solicita no pagar impuestos, la relajación de la ley de blanqueo de capitales, exenciones en las cuotas de la Seguridad Social y bonificaciones por su capacidad para crear puestos de trabajo, el sindicato de técnicos Gestha anunció que generaría un régimen excepcional de “tributación casi nula” en los tres niveles de la administración tributaria: nacional, autonómico y local.

Esta “isla legal” también es rechazada por la oposición. José Quintana, diputado socialista en el Parlamento de Madrid, calificó la idea de “paraíso fiscal rozando la esclavitud laboral”. Eulalia Vaquero (IU), reclamó que “cualquier proyecto que pude alterar el tema territorial, medio ambiental, infraestructuras… debe ser consensuado de manera rigurosa”. Para Luis de Velasco (UpyD), lo que el PP trata de establecer es “la República Independiente de Juegolandia”.

Para quitar hierro a las exigencias de mister Adelson, Aguirre aseguró que había alguna exigencia a la que se podría acceder “y otras a las que no”. A favor del estadounidense, insistió en que la inversión del magnate resolvería el problema “de la mitad de parados que tiene la Comunidad”. Los sindicatos, sin embargo, no consienten que se permita la entrada de menores y ludópatas a los casinos, según José Ricardo Martínez, secretario general de UGT Madrid. Javier López, su homólogo en CCOO, advirtió que negocios como éste, que pretenden “saltarse las normas laborales” para actividades especulativas, “no serán bienvenidos en la región”.

Los últimos en pronunciarse fueron Ecologistas en Acción. “El proyecto pretende que las viviendas de protección sean trasladadas a otros lugares o ignoradas. No debemos crear un Estado paralelo ilegal y gobernado por un más que sospechoso magnate que solo busca su beneficio a costa de la falta de soluciones económicas imaginativas”.