Salgado irrita al PSOE por irse a Endesa y dañar su 'imagen progresista'

El fichaje de Elena Salgado por Endesa ha supuesto un nuevo obstáculo en la estrategia de reconstrucción del PSOE que lidera Alfredo Pérez Rubalcaba. El salto a la compañía eléctrica de la exvicepresidenta económica, solo tres meses después de dejar el Gobierno, no ha sentado nada bien en muchos sectores socialistas, y ha regalado abundante munición al resto de partidos políticos. Desde el PP a Izquierda Unida, pasando por UPyD, se han disparado críticas a su contratación, pero tal vez las más duras proceden del propio PSOE.

En público, los socialistas han optado por la moderación, aunque algunos han encontrado vía libre para arremeter contra Salgado. Es el caso de Ignacio Sánchez Amor, diputado y exvicepresidente de la Junta de Extremadura, quien se despachó a gusto a través de Twitter: “Lo que menos me asombra del caso de Elena Salgado es que trabaje para Endesa. Lo asombroso es que haya sido vicepresidenta de un gobierno socialista”. “Solo se puede decir ahora, cuando se ha ido a Endesa”, añadió cuando un diputado extremeño del PP, Hipólito Pacheco, le recriminó que “eso es muy fácil decirlo ahora que ya no está”.

Otros diputados o dirigentes del PSOE se expresan sus críticas en privado, conscientes de que el fulgurante cambio de lo público a lo privado de la exvicepresidenta no es la imagen que necesita proyectar ahora su partido. “Justo ahora que necesitamos transmitir un mensaje ético y próximo a los ciudadanos, volvemos a dar una imagen distante, de connivencia con las élites empresariales”, señalaron fuentes socialistas.

“El PP está utilizando la excusa de la herencia recibida para impedirnos hacer oposición, y el fichaje de Salgado no hace sino recordar la etapa de Gobierno en la que más votos hemos perdido”, añadieron estas fuentes. “Debería haber esperado dos años o dedicarse a otra cosa porque este tipo de cosas nos resta credibilidad a la hora de hacer frente al Gobierno de Rajoy”, coincidió otro dirigente socialista.

Por su parte, Marcelino Iglesias, portavoz del PSOE en el Senado, se limitó a apuntar que Salgado "tiene una oferta de trabajo que ha de ser supervisada por el Gobierno del Partido Popular y en cualquier caso ha de cumplir la ley”. En un chat de Diario Crítico, el exsecretario de Organización socialistas insistió en que “la señora Salgado tiene que cumplir la ley como todo el mundo”.

En todo caso, la noticia parece haber contribuido a hacer más vulnerable a la exvicepresidenta, que ha comenzado a padecer el fuego amigo a cuenta de su gestión en el Ejecutivo de Zapatero. Nada menos que Octavio Granado, exsecretario de Estado de la Seguridad Social y exresponsable de Economía en la dirección del PSOE, cargaba ayer contra la nueva consejera de Endesa desde las páginas de El Economista.

El PP le pide que se lo piense “muy despacio”

“El Ministerio de Economía y Hacienda descentralizó la responsabilidad, asignó déficits impracticables a las Comunidades Autónomas, un superávit muy optimista a la  Seguridad Social y, al final del ejercicio, las desviaciones nos devolvieron al mundo real”, manifestó en una tribuna de opinión, donde también reconocía que el cumplimiento del programa de estabilidad del Gobierno anterior resultaba “imposible”.

Por su parte, el resto de partidos políticos continuaron ayer aprovechando la oportunidad de atacar al PSOE, que estos días soporta también una importante presión en materia de ética en Andalucía, cuando quedan menos de tres semanas para los comicios autonómicos. El portavoz parlamentario del PP, Alfonso Alonso, le recomendó a Salgado que valore “muy despacio” su decisión, mientras que Rosa Díez pidió a la exvicepresidenta que renuncie a su indemnización como servidora pública. Asimismo, el grupo de la Izquierda Plural pedirá explicaciones al Gobierno y Cayo Lara tachó su fichaje como un premio por los “servicios prestados”.