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UPyD propone acabar con las jugosas dietas de los ‘cuneros’ con piso en Madrid
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RECIBEN 1.823 EUROS AL MES PARA ALOJAMIENTO EN MADRID

UPyD propone acabar con las jugosas dietas de los ‘cuneros’ con piso en Madrid

Muchos, la mayoría, son antiguos ministros recolocados en su día al frente de alguna candidatura electoral para aprovechar al máximo su hipotético tirón en las urnas.

Foto: UPyD propone acabar con las jugosas dietas de los ‘cuneros’ con piso en Madrid
UPyD propone acabar con las jugosas dietas de los ‘cuneros’ con piso en Madrid

Muchos, la mayoría, son antiguos ministros recolocados en su día al frente de alguna candidatura electoral para aprovechar al máximo su hipotético tirón en las urnas. Otros son simplemente piezas políticas a las que su partido tiene que buscar acomodo, cual paracaidista, en alguna provincia del mapa para asegurar su elección como diputados. Desde la época de la Restauración se les conoce como los diputados ‘cuneros’, con nula o escasa vinculación con el territorio al que representan, pero con privilegios extra en su nómina mensual gracias a las dietas de alojamiento y manutención que el Congreso les reconoce por ser de fuera de Madrid. Unos extras escandalosos a los que UPyD quiere poner fin con una propuesta de reforma del Reglamento de las Cortes en la que apuesta por suprimir esa retribución a todos aquellos diputados que tengan residencia en la capital.  

La idea del partido de Rosa Díez afectaría a muchos más parlamentarios que a solo los ‘cuneros’ y sigue el ejemplo que en su día protagonizó el diputado Toni Cantó, elegido por Valencia pero con residencia habitual en Torrelodones, Madrid. Él mismo reconoció al principio de la legislatura que si cobrara esa ayuda extra “sería un timo”.

El Reglamento del Congreso establece que todos aquellos diputados elegidos por una circunscripción de fuera de Madrid tienen derecho a una ayuda mensual de 1.823,86 euros para afrontar los gastos de alojamiento y manutención derivados de la actividad parlamentaria. Una cantidad que se reduce a 870 euros en el caso de los representantes electos en Madrid. El “timo”, sin embargo, está más extendido de lo que pueda parecer y, salvo Cantó, no se conocen más casos de otros diputados que hayan renunciando a la dieta aun teniendo su residencia habitual en la capital. Y los hay tanto en el Partido Popular, como en el PSOE.

Una tradición extendida

El propio Alfredo Pérez Rubalcaba ha recibido esa compensación durante años en su condición de diputado por circunscripciones como Toledo, Cantabria o Cádiz.  Su declaración de bienes recoge, sin embargo, que sus dos únicas propiedades están en Madrid desde que las compró en 1978: un piso de 135 metros cuadrados y una plaza de aparcamiento. Un caso similar al de su antiguo número dos en Interior y sucesor en el cargo, Antonio Camacho, ejemplo de ‘cunero’ de libro. El PSOE le encontró acomodo en la lista del PSOE de Zamora en las últimas elecciones pese a no tener ningún vínculo con la provincia. No consta tampoco que haya renunciado a la dieta por alojamiento a pesar de que tiene un piso en la capital de España y un 50% de herencia yacente de las residencia de sus padres. En la acera del PP el caso más evidente es el del joven diputado Pablo Casado, presidente de Nuevas Generaciones de Madrid, asistente de José María Aznar y diputado por la circunscripción de Ávila. Según su declaración de bienes, adquirió su vivienda familiar en Madrid en el 2008.

Según una estimación del diario 20 Minutos, hasta 62 diputados con piso en Madrid reciben la dieta. Los nombres más célebres, sin embargo, son los más llamativos. Jesús Caldera, por ejemplo, lleva desde 1982 representando en el Congreso a los ciudadanos de Salamanca, pero, desde 1987, posee una vivienda y una plaza de garaje en Madrid. Trinidad Jiménez fue elegida el 20-N por Málaga, pese a que, apenas un año antes, trató de hacerse con la candidatura a la Comunidad de Madrid frente a Tomás Gómez y pese a que su única propiedad inmobiliaria está registrada también en la capital. El expresidente de Castilla-La Mancha José María Barreda, elegido por Ciudad Real, donde ha sustituido en el escaño a su propia mujer, vive desde hace años en un piso de 260 metros cuadrados junto a la puerta del Sol. Un caso muy parecido también al de la diputada popular Andrea Fabra, hija del polémico presidente de la Diputación de Castellón, electa por esa misma provincia a pesar de que vive junto a su marido, el ex consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, en la urbanización La Finca, de Pozuelo de Alarcón.

Gustavo de Arístegui, excluido de las listas del 20-N y próximo embajador de España en La India, tuvo que pedir perdón a los ciudadanos de Zamora por la poca atención que les prestó entre 2008 y 2011. Se trata del único diputado ‘cunero’ que ha pedido disculpas por su escaso apego a la circunscripción que representaba. Otros, como De la Vega, elegida en su día por Valencia, solo aparecían por su tierra cada cuatro años y para pedir el voto.

El ejemplo de Posada y García Escudero

A juicio del diputado de UPD Carlos Martínez Gorriarán, es “absurdo”  e “impresentable” que estos diputados tengan residencia en Madrid y no renuncien al cobro de la dieta por alojamiento. El partido está estudiando la posibilidad de registrar una proposición de ley de reforma del Reglamento de la Cámara para, entre otros asuntos, modificar desde la forma en la que se conforman los grupos parlamentarios al inicio de cada legislatura hasta la concesión de las dietas de alojamiento de los diputados. Gorriarán considera que el criterio por el que se establecieron unas ayudas que, a su entender, son “bastante racionales y lógicas” no se está cumpliendo y, lo que es peor, está introduciendo “desigualdades difíciles de justificar” entre los diputados.

Al poco de arrancar la legislatura, los presidentes del Congreso, Jesús Posada, y del Senado, Pío García Escudero, formalizaron su renuncia a utilizar las residencias oficiales enclavadas en la capital ya que ambos tienen casa en Madrid y lo consideraban un gasto innecesario. No consta, sin embargo, que Posada, diputado por Soria, renunciase en anteriores legislaturas al complemento de alojamiento por idéntica razón. 

Muchos, la mayoría, son antiguos ministros recolocados en su día al frente de alguna candidatura electoral para aprovechar al máximo su hipotético tirón en las urnas. Otros son simplemente piezas políticas a las que su partido tiene que buscar acomodo, cual paracaidista, en alguna provincia del mapa para asegurar su elección como diputados. Desde la época de la Restauración se les conoce como los diputados ‘cuneros’, con nula o escasa vinculación con el territorio al que representan, pero con privilegios extra en su nómina mensual gracias a las dietas de alojamiento y manutención que el Congreso les reconoce por ser de fuera de Madrid. Unos extras escandalosos a los que UPyD quiere poner fin con una propuesta de reforma del Reglamento de las Cortes en la que apuesta por suprimir esa retribución a todos aquellos diputados que tengan residencia en la capital.  

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