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Trillo se queda fuera de los cargos parlamentarios a la espera del Consejo de Estado
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EL FUTURO DE PONS, PENDIENTE DEL CONGRESO DEL PP DE FEBRERO

Trillo se queda fuera de los cargos parlamentarios a la espera del Consejo de Estado

Mariano Rajoy tiene cerrados todos los principales nombramientos del Ejecutivo y propuestos los del Legislativo. Sin embargo, todavía le quedan por colocar dos destacados dirigentes del

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Trillo se queda fuera de los cargos parlamentarios a la espera del Consejo de Estado

Mariano Rajoy tiene cerrados todos los principales nombramientos del Ejecutivo y propuestos los del Legislativo. Sin embargo, todavía le quedan por colocar dos destacados dirigentes del partido que se hayan fajado con él en la dura travesía de la oposición: Federico Trillo y Esteban González Pons. En fuentes de la vieja guardia de los populares dan por hecho que al primero le queda reservada la presidencia del Consejo de Estado. El segundo tendrá que esperar al congreso del partido convocado para febrero.

"Será por algo", se limitaba anoche a responder el portavoz del Grupo Popular, Alfonso Alonso, al ser preguntado por la ausencia de Trillo en la lista de futuros presidentes de las comisiones del Congreso. El expresidente de las Cortes y exministro de Defensa en la etapa de José María Aznar al frente del Ejecutivo no aspiraba a esos cargos, más de reconocimiento a una larga trayectoria como parlamentario que otra cosa.

En medios del PP reconocen ahora que Trillo, después de una última época encargado de servir de enlace con el anterior Gobierno (con Rubalcaba y con Camacho) para todo lo que tenía que ver con la lucha antiterrorista, aspiraba a volver al Ejecutivo y a una cartera de peso. Ahora, el único puesto de relieve que le queda por ofrecer a Rajoy en el ámbito más institucional, para quien ha sido casi todo en la política, es el Consejo de Estado, supremo órgano consultivo del Gobierno que suele presidir un jurista después de largos años de servicio al Estado. Actualmente ocupa el cargo Francisco Rubio Llorente, hombre de leyes y de izquierdas, a punto de cumplir los 82 años y aupado al puesto por el Ejecutivo de Zapatero nada más llegar al poder en abril de 2004.

"Trillo se reserva para altos destinos institucionales", apuntaban anoche en fuentes del Grupo Popular. El aludido, después del disgusto de no verse de vuelta al Gobierno, guarda un silencio absoluto. Del cuerpo jurídico de la Armada y después de media vida política moviéndose en todas las instancias de la Justicia, el cargo de presidente del Consejo de Estado, el sueño de todo político veterano con formación jurídica, le encaja a la perfección.

En el PP se da por hecho que Rajoy no puede dejar sin responsabilidad concreta a Trillo, tanto porque sería un desperdicio para el partido y para el Estado y, además, "porque Federico no sabría estar quieto". El expresidente de las Cortes quiso empezar su retirada de la política en 2004 -reabrió bufete, esta vez con sus hijas-, pero la ofensiva del PSOE para perseguirle en los tribunales por el accidente del Yak le hicieron quedarse en el escaño y seguir en primera línea en la oposición, siempre entre asuntos relacionados con la Justicia, los estatutos de autonomía o las cuestiones relacionadas con ETA.

Pons, hombre fuerte del partido

En el reparto de cargos que el Grupo Popular cerró anoche con las propuestas para presidir comisiones parlamentarias, Rajoy dejó "colocados" a otros exministros y exaltos cargos del partido como Juan Carlos Aparicio, Elvira Rodríguez, Arturo García Tizón o incluso Gabriel Elorriaga. Sólo el exsecretario de Estado Ignacio Astarloa queda en una posición menos airosa como portavoz de la Comisión de Reglamento del Congreso.

El caso de Esteban González Pons es diferente y en fuentes del Grupo Popular sostienen que su futuro está pendiente de la reestructuración de la dirección del partido que Rajoy tendrá que acometer en el congreso de febrero. La continuidad como secretaria general de María Dolores de Cospedal (no quiere dejar el cargo) obligará al presidente del PP a buscar un "número dos" de peso en la organización que se ocupe del día a día del partido, circunstancia que ya se dio en tiempos de Francisco Álvarez-Cascos cuando compatibilizó la secretaría general con la vicepresidencia del Gobierno y Aznar tuvo que nombrar a Ángel Acebes con el título de coordinador para que se ocupara del partido.

Mariano Rajoy tiene cerrados todos los principales nombramientos del Ejecutivo y propuestos los del Legislativo. Sin embargo, todavía le quedan por colocar dos destacados dirigentes del partido que se hayan fajado con él en la dura travesía de la oposición: Federico Trillo y Esteban González Pons. En fuentes de la vieja guardia de los populares dan por hecho que al primero le queda reservada la presidencia del Consejo de Estado. El segundo tendrá que esperar al congreso del partido convocado para febrero.