Es noticia
Zapatero se despide destacando su “titánica” labor contra la crisis
  1. España
SOLO EL MINISTRO ALONSO LE ARROPA EN SU ÚLTIMO MITIN COMO PRESIDENTE

Zapatero se despide destacando su “titánica” labor contra la crisis

Todo empezó aquí y aquí termina, en León. José Luis Rodríguez Zapatero cerró ayer su último mitin como presidente del Gobierno y como secretario general del

Foto: Zapatero se despide destacando su “titánica” labor contra la crisis
Zapatero se despide destacando su “titánica” labor contra la crisis

Todo empezó aquí y aquí termina, en León. José Luis Rodríguez Zapatero cerró ayer su último mitin como presidente del Gobierno y como secretario general del Partido Socialista Obrero Español, lejos de los grandes actos multitudinarios de otras veces y a más de 300 kilómetros de distancia del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba. El presidente prefirió sellar el punto final a toda una etapa de la historia del PSOE rodeado de los suyos, de sus paisanos, los que han visto toda su carrera política desde que era apenas un desconocido diputado de provincias, y ante los que se despidió defendiendo su "titánico" trabajo contra la crisis y presumiendo de su afamado talante, la “huella democrática” que espera que perdurará de su gestión. “Cumplo mi tarea, mi mandato y no tengo ningún sentimiento de nada contra nadie”, dijo a modo de colofón a sus ocho años de Gobierno. “Solo el respeto democrático con el que siempre me forjé en el Partido Socialista”.

Zapatero cerró campaña de una forma algo inusual para un presidente del Gobierno aún en el poder. En un acto sencillo, sin grandes pretensiones y, sobre todo, emotivo y familiar. Rodeado de su padre y de su mujer, Sonsoles Espinosa, de su amigo y más estrecho colaborador, José Antonio Alonso, y del único ministro que le ha sido leal hasta el final, el titular de Industria, Miguel Sebastián. Zapatero no renunció, sin embargo, a sacar pecho de sus años de Gobierno y de un legado que, según dijo a sus compañeros de León, debe hacerles sentir "orgullo". Sobre todaas las cosas, tres puntos: su gestión para salvaguardar el estado de bienestar y para evitar que España acabase pidiendo el rescato, el fin de la violencia etarra y su gestión "democrática" y con talante del país. 

El presidente destacó que aunque ésta es una campaña "difícil", es "más llevadera" pues es la primera en la que no teme a la amenaza de los terroristas de ETA. Un mérito del que no presumió directamente, pero que tampoco endosó, como hacen otras figuras de su partido, al ex ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba. Aunque, si alguien esperaba encontrar en sus palabras un apoyo descafeinado hacia su sucesor, que le ha mantenido apartado de los grandes bolos electorales, se equivocaba por completo. El propio Zapatero se encargó de alabar sus cualidades políticas. A saber, su  “gran experiencia”, y que “es un gran servidor de España, un trabajador infatigable, alguien que siempre encuentra una solución a un problema y que ha demostrado con su tenacidad en todas las tareas que ha tenido su eficiencia”. "Alfredo no entra en categoría de no sé, ya veremos, depende", recalcó en contraposición a Rajoy. 

Presume de no haber sido intervenidos

El presidente presumió también, en segundo lugar, de haber trabajado “titánicamente” para combatir la crisis económica, “la peor en 80 años”, y se jactó, eso sí, de que España no haya acabado como otros países del entorno. “Hemos sabido resistir y mantener la solvencia de España, que está garantizada”, dijo, a la vez que construía un "muro" para preservar los derechos sociales que, según dijo, un Gobierno de derechas no habría mantenido. "Hemos sembrado para cambiar las cosas y la economía se recuperará", añadió.

Por último, Zapatero tiró de su famoso "talante, ese del que tanto se ríen" para glosar las virtudes de lo que ha sido su forma de Gobierno, que ha tenido "por bandera" el "respeto democrático" a todas las fuerzas políticas. “Respetando las críticas, sin descalificar nunca al adversario, respetando a quienes han protestado en la calle, a quienes han expresado libremente su protesta, sin intentar controlar ningún medio de comunicación, sin intentar poner ningún tipo de control ni siquiera en los medios públicos”. Razones, todas ellas, por las que apeló a que la gente siga confiando en el Partido Socialista este próximo domingo.

El portavoz socialista en el Congreso, el también leonés José Antonio Alonso añadió, por su parte, el detalle más cariñoso de la velada al situar a Zapatero como uno de los grandes presidente de la historia de España, "porque a los grandes presidentes se les mide cuando las cosas se ponen complicadas y ahí ha estado él como un gran león”, dijo. “Siempre estarás en nuestra memoria y en nuestros corazones”.

La despedida política de Zapatero, que concluyó con un "hasta pronto, hasta siempre", se completó con una cena con otros 2.200 militantes y simpatizantes de León que habían pagado 18 euros por escuchar las últimas palabras en campaña del presidente socialista. "Estoy aquí, porque os lo debo todo", les dijo. Ellos, por su parte, se quedaron con el recuerdo de un momento histórico en la retina y con una cazuela de barro y una cuchara de palo con el siguiente mensaje de despedida:  "Gracias, presidente Zapatero".

Todo empezó aquí y aquí termina, en León. José Luis Rodríguez Zapatero cerró ayer su último mitin como presidente del Gobierno y como secretario general del Partido Socialista Obrero Español, lejos de los grandes actos multitudinarios de otras veces y a más de 300 kilómetros de distancia del candidato Alfredo Pérez Rubalcaba. El presidente prefirió sellar el punto final a toda una etapa de la historia del PSOE rodeado de los suyos, de sus paisanos, los que han visto toda su carrera política desde que era apenas un desconocido diputado de provincias, y ante los que se despidió defendiendo su "titánico" trabajo contra la crisis y presumiendo de su afamado talante, la “huella democrática” que espera que perdurará de su gestión. “Cumplo mi tarea, mi mandato y no tengo ningún sentimiento de nada contra nadie”, dijo a modo de colofón a sus ocho años de Gobierno. “Solo el respeto democrático con el que siempre me forjé en el Partido Socialista”.