Rajoy reconoce la "verdadera naturaleza" de la misión en Afganistán

El Partido Popular ha incluido en su programa electoral un mero enunciado que pondría fin, si llega al poder y lo cumple, a siete años de eufemismos oficiales que ocultaban el esfuerzo y el mérito de las Fuerzas Armadas en las operaciones en el exterior, en especial en la guerra de Afganistán (97 bajas mortales). "Reconocer la verdadera naturaleza de las misiones que realizan nuestros militares y reforzar la influencia necesaria en la grandes organizaciones internacionales para su éxito son requisitos básicos de una moderna política de seguridad y defensa", sostiene el PP.

Además, el texto añade otro reconocimiento más concreto, el dirigido a los ciudadanos iberoamericanos que forman parte importante de los Ejércitos desplegados, al anunciar que un previsible Gobierno de los populares concederá la nacionalidad por carta de naturaleza a todos aquellos soldados de esos países "que hayan cumplido dos años de servicio en nuestras Fuerzas Armadas".

Rodríguez Zapatero ha ordenado durante su mandato el mayor despliegue en el extranjero de las Fuerzas Armadas españolas desde la retirada de las últimas colonias en África hasta sumar 4.000 soldados en el exterior, con participación en las guerras de Afganistán (multiplicó por 5 el contingente original, hasta llegar a los 1.600 hombres) y de Libia. También se apuntó a la misión de vigilar las fronteras entre Israel y El Líbano y encabezó la operación de lucha contra la piratería en aguas del Índico. Pese a ello, y en su afán de preservar su imagen pacifista, ha envuelto siempre las operaciones como misiones "de paz" o "humanitarias" donde las bajas se producían por accidentes o "atentados" para disimular el carácter bélico de los conflictos en que participaban las tropas y en los que perdían la vida los soldados españoles.

El presidente del Gobierno fue tan estricto en eliminar la palabra "guerra" del vocabulario oficial que negó hasta hace poco a los caídos y heridos por los ataques y escaramuzas de los talibanes en Afganistán la máxima condecoración, la correspondiente al mérito de haber muerto o resultar mutilado en combate. Los militares llevaban con resignación tanto disimulo y ahora el PP proclama su disposición a promover el reconocimiento y "el debido prestigio" de los miembros de las Fuerzas Armadas que participan en las misiones en el exterior "por los servicios que prestan a la nación".

Más distancias con Zapatero

El partido que preside Mariano Rajoy añade a ese propósito el compromiso de dotar a las tropas desplegadas en el extranjero de "los medios técnicos adecuados para desarrollar su labor y garantizar su seguridad". El programa asume en el capítulo de política exterior el compromiso de seguir con "nuestros aliados en las operaciones internacionales donde haya tropas españolas desplegadas", además de "coordinar con ellos las decisiones estratégicas que adoptemos sobre las mismas, de acuerdo con nuestras capacidades y preservando la seguridad de nuestras tropas en el exterior".

No obstante, el PP también marca distancias con la etapa de Zapatero al hacer hincapié en la necesidad de reforzar el diálogo bilateral con los Estados Unidos y en el objetivo de que España recupere influencia en la Alianza Atlántica y en la Unión Europea "para aportar nuestros criterios y para compartir lealmente esfuerzos con nuestros aliados".

El programa del Partido Popular incluye una genérica "redefinición" de la estrategia de defensa en la que también alude al reconocimiento del papel de los militares y sus familias. "El factor humano, su motivación y vocación, su formación y el reconocimiento social serán claves en la política de seguridad y defensa del PP", se añade en el texto.

Soldados iberoamericanos nacionalizados

La medida más novedosa en el programa de Defensa, y que no estaba en el documento original, es el compromiso claro de conceder la nacionalidad por carta de naturaleza a los ciudadanos de los países iberoamericanos que hayan cumplido dos años de servicio en las Fuerzas Armadas. La recluta de hispanoamericanos fue clave hasta hace pocos años para mantener la operatividad de los Ejércitos, pero desde 2009 el aluvión de solicitudes de ingreso de españoles en las Fuerzas Armadas (hasta 60 por plaza ofrecida) ha diluido su peso en las unidades.

Siempre presentes en los contingentes desplegados en la guerra de Afganistán, son varios los ciudadanos iberoamericanos que perdieron la vida frente a los talibanes como legionarios o soldados españoles en el país asiático sin tener la nacionalidad correspondiente.