La Iglesia irrumpe otra vez en campaña ‘orientando’ el voto a la derecha

La Iglesia Católica volverá a irrumpir en la campaña electoral para orientar moralmente a los católicos ante los comicios del 20N. La jerarquía de la Conferencia Episcopal, reunida entre hoy y mañana en la Comisión Permanente de la institución, prepara ya un borrador que dará a conocer el próximo viernes y que, como es tradición en cada año electoral, servirá de guía de conducta para sus fieles de cara a la próxima cita con las urnas. Los obispos evitarán reproches a partidos concretos y, sin decantarse por una opción determinada, orientarán el voto de sus miembros hacia aquellos partidos más alineados con el ideario de la Iglesia en aspectos cruciales como el derecho a la vida o la defensa de la familia y el matrimonio.

La institución que dirige José María Rouco Varela vuelve a exponer públicamente sus criterios políticos con un pronunciamiento que puede contribuir a tensar un poco más las relaciones con el Partido Socialista, tal y como pasó hace tres años. Entonces, los socialistas reaccionaron airados a las recomendaciones políticas de la Conferencia Episcopal y, de hecho, su número dos, José Blanco, llegó a decir entonces que nada volvería a ser igual en las relaciones con la jerarquía de la Iglesia Católica.

No parece probable que la tensión del 2008 se pueda volver a reproducir ahora que las encuestas vaticinan una victoria arrolladora del Partido Popular. Sea como fuere, los obispos preparan desde hoy un documento que, en buena parte, seguirá recogiendo aquello que todavía está en vigor de la Instrucción Pastoral “Orientaciones morales ante la situación actual de España”, de noviembre de 2006. Un documento-guía que cargaba contra el revanchismo de la memoria histórica, el laicismo y el matrimonio homosexual. Explicaban entonces que, “si es verdad que los católicos pueden apoyar partidos diferentes y militar en ellos, también es cierto que no todos los programas son igualmente compatibles con la fe y las exigencias de la vida cristiana, ni son tampoco igualmente cercanos y proporcionados a los objetivos y valores que los cristianos deben promover en la vida pública”.

Los obispos, además, recuperarán algunas de las recomendaciones de carácter económico que ya difundieron en la “Declaración ante la crisis moral y económica” de noviembre de 2009. En ese documento, la Conferencia Episcopal urgía sobre la necesidad de “un discernimiento sobre las decisiones del gasto tanto en los poderes públicos como de las familias” y exponía de nuevo el aborto y las políticas contra la familia como uno de los problemas que agravaban la coyuntura económica: “La escasa protección social de la familia y las políticas anti-natalistas son perniciosas para la sociedad y tendrán efectos económicos perjudiciales para las generaciones futuras”. Y añadían que era necesaria, por tanto, “una renovación ética de la vida social y económica que tenga en cuenta el derecho a la vida”.

Aborto y matrimonio gay

El Partido Popular se ha comprometido a derogar la última reforma de la Ley del Aborto llevada a cabo a finales de 2009 sobre la que ya interpuso un recurso de inconstitucionalidad. Rajoy, sin embargo, ha eludido posicionarse sobre otras cuestiones vitales también para la Iglesia como el futuro de la ley sobre los matrimonios homosexuales, un asunto en el que el PP se ha justificado hasta ahora diciendo que no hará nada hasta que no se resuelva el otro recurso que ha presentando también ante el TC.

La Pastoral de 2006 hacía hincapié también en que los católicos debían tener en cuenta el aprecio que cada partido “a la dimensión moral de la vida y a la justificación moral de sus propuestas y programas”. “Resulta doloroso –explicaban- comprobar cómo se ha eliminado de la legislación civil española una institución tan importante en la vida de las personas y de la sociedad como es el verdadero matrimonio”. “(…) La Iglesia y los católicos no podemos aceptar esta situación, porque vemos en ella una grave desobediencia a los designios divinos, una contradicción con la naturaleza del ser humano y, por consiguiente, un gravísimo daño para el bien de las personas y de la sociedad entera”.

Los obispos también han criticado públicamente la actitud “laicista” del Gobierno socialista y políticas como la “ideología de género”, la ley del “divorcio exprés”, la investigación con células madre, la asignatura de “Educación para la Ciudadanía” (“una inaceptable intromisión del Estado en la educación moral de los alumnos”) y la Ley de Extranjería, que “restringe derechos que afectan decisivamente a la dignidad como personas”.

Por su parte, el candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha anunciado que su programa que quitará a la Iglesias sus “privilegios hipotecarios”. Un asunto que también será estudiado en el Plenario de los obispos y que podrá tener reflejo en las próximas orientaciones políticas de la Conferencia Episcopal.