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Rubalcaba maniobra para ser secretario general del PSOE antes de las elecciones
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EL CANDIDATO RETOMA SU AMBICIÓN DE SUSTITUIR A ZAPATERO

Rubalcaba maniobra para ser secretario general del PSOE antes de las elecciones

La incertidumbre en torno a la fecha de las próximas elecciones generales esconde otro capítulo abierto en el PSOE. Una vez designado candidato sin necesidad de

Foto: Rubalcaba maniobra para ser secretario general del PSOE antes de las elecciones
Rubalcaba maniobra para ser secretario general del PSOE antes de las elecciones

La incertidumbre en torno a la fecha de las próximas elecciones generales esconde otro capítulo abierto en el PSOE. Una vez designado candidato sin necesidad de competir en unas primarias, Alfredo Pérez Rubalcaba ha recuperado su ambición por sustituir a José Luis Rodríguez  Zapatero en la secretaría general del partido antes de que se celebren los comicios. El candidato socialista no quiere ser una figura interina, ni sacrificarse en un último servicio al PSOE, sino liderar su partido incluso desde la oposición.

Mientras el Gobierno se afana, con poco éxito, en espantar el fantasma del adelanto electoral, Rubalcaba ha decidido reabrir el debate sobre la posibilidad de celebrar un Congreso y llegar así coronado secretario general a las elecciones. De acuerdo con fuentes próximas al PSOE, el candidato socialista ha retomado este objetivo de forma cautelosa, a la espera de que el contexto político y económico deje a Zapatero sin margen de maniobra: “Quien conoce a Alfredo sabe que quiere quedarse y no ser un candidato pasajero. Pero esta operación la llevará a cabo poco a poco, muy a su estilo. Esperará que Zapatero esté arrinconado dentro y fuera de España, y no pueda oponerse al relevo”.

Y el primero en exigir públicamente esta hoja de ruta ha sido Juan Luis Cebrián, consejero delegado del grupo Prisa, en un artículo publicado ayer en El País y difundido ampliamente por la Cadena Ser. “El deterioro preocupante del partido en el poder amenaza con desequilibrar el futuro inmediato de nuestras instituciones políticas. Y aunque su recién estrenado candidato ha procurado, con éxito inicial, devolverle la esperanza, no es imaginable que acuda a los próximos comicios sin un congreso previo que restaure su maltrecho liderazgo y diseñe un proyecto que le permita recuperar al electorado y elaborar los pactos que el futuro demanda”, sostiene Cebrián.

Al margen del tradicional apoyo que el rotativo del grupo Prisa ha prestado a Rubalcaba, cabe recordar que la ambición del candidato socialista por convertirse en secretario general viene de lejos. En marzo, antes de que Zapatero anunciara que no se presentaría a las próximas elecciones, Rubalcaba ya expresó a su círculo de confianza que solo sería candidato bajo dos condiciones: si no tenía que competir en unas primarias con Carme Chacón; y si el PSOE le entregaba todo el poder, es decir, la secretaría general.

Tras la debacle socialista del 22-M, el ex vicepresidente utilizó la amenaza de forzar un Congreso para doblegar la intención inicial de Zapatero de permitir unas primarias abiertas. Los barones respaldaron el órdago, Chacón se retiró de la carrera, y el presidente del Gobierno dio su aval a Rubalcaba a cambio de continuar liderando el partido. Ahora, una vez formalizada su designación como candidato y esbozado su nuevo proyecto, se dispone a ejecutar su segundo movimiento sobre el tablero de Ferraz.

“Alfredo quiere seguir”

“Alfredo quiere quedarse gane o pierda las elecciones. Y ahora tiene mucho más fácil liderar el partido. Llegaría al Congreso como candidato único y podría retener el poder pasados los comicios. Pero si espera a que pasen las elecciones y pierde, puede encontrarse con nuevos rivales o ver cómo el partido le pide que se vaya para emprender una renovación”, apuntaron fuentes socialistas. “La batalla por la secretaría general se va a abrir en los próximos días, o al menos eso pretenden Rubalcaba y su equipo, que también desean seguir tras las elecciones”.

Para la celebración de un Congreso ordinario, es necesaria realizar la convocatoria con 60 días de antelación, mientras que para un cónclave extraordinario bastan con 40 días. Así, el PSOE estaría a tiempo de elegir a Rubalcaba secretario general como parte de la precampaña electoral, y de convocar a las urnas en noviembre. El propio candidato socialista reitera en sus intervenciones públicas que su proyecto está pensado para una legislatura, mientras que su directora de campaña, Elena Valenciano, ha llegado a fijar en ocho años la aventura del ex número dos del Gobierno.

La incertidumbre en torno a la fecha de las próximas elecciones generales esconde otro capítulo abierto en el PSOE. Una vez designado candidato sin necesidad de competir en unas primarias, Alfredo Pérez Rubalcaba ha recuperado su ambición por sustituir a José Luis Rodríguez  Zapatero en la secretaría general del partido antes de que se celebren los comicios. El candidato socialista no quiere ser una figura interina, ni sacrificarse en un último servicio al PSOE, sino liderar su partido incluso desde la oposición.

Alfredo Pérez Rubalcaba