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Cospedal intentó ocultar a Rajoy las denuncias de acoso laboral en el PP
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ACUSAN DE "TRATO VEJATORIO" AL GERENTE NACIONAL

Cospedal intentó ocultar a Rajoy las denuncias de acoso laboral en el PP

Los trapos sucios se lavan en casa; y si el hedor no llega al despacho del jefe, mejor que mejor. Eso debió pensar María Dolores de

Foto: Cospedal intentó ocultar a Rajoy las denuncias de acoso laboral en el PP
Cospedal intentó ocultar a Rajoy las denuncias de acoso laboral en el PP

Los trapos sucios se lavan en casa; y si el hedor no llega al despacho del jefe, mejor que mejor. Eso debió pensar María Dolores de Cospedal cuando el pasado 28 de enero trató de impedir a toda costa que el Comité de Empresa del PP informase al presidente del partido del profundo malestar de los trabajadores de Génova contra Cristóbal Paéz, gerente nacional y sustituto interino del dimitido Luis Bárcenas, al que acusan de "trato vejatorio" y responsabilizan del "deterioro del ambiente laboral" en la sede del partido. Pero la secretaria general no pudo evitar que el escrito, dirigido "a la atención de Mariano Rajoy", llegase finalmente a su destinatario.

Una semana antes, el 21 de enero, Cospedal remitió una circular a todos los empleados del PP en la que desmentía la información publicada ese mismo día por El Confidencial, que daba cuenta de las denuncias contra Páez que el Comité de Empresa había trasladado a la propia secretaria general del partido. La número dos de Rajoy afirmaba en su escrito que la reunión con los representantes de los trabajadores se celebró por iniciativa suya el pasado 9 de diciembre, y aseguraba que "en ningún momento se abordaron cuestiones concernientes a la persona del gerente nacional, que asistió conmigo en representación de la dirección de la empresa".

Lo que Cospedal omitió deliberadamente en ese comunicado es que también mantuvo otra reunión con el Comité de Empresa, a petición de éste, en la que fue informada de la actitud "ruin y despreciable" de Páez y de su trato "humillante y vejatorio" hacia los empleados de Génova y de las sedes provinciales del PP, según fuentes internas de toda solvencia consultadas por El Confidencial. Pero la denuncia de los trabajadores no surtió efecto y éstos decidieron entonces trasladar directamente los hechos a Rajoy, puenteando a la secretaria general.

En su escrito al presidente del PP, fechado el 28 de enero, el Comité de Empresa denuncia las "numerosas quejas" de los trabajadores de Génova por el "trato, a veces vejatorio, que reciben por parte del actual gerente nacional", y añade: "Dada la gravedad de los hechos que estamos poniendo en su conocimiento y el deterioro del ambiente laboral que se viene produciendo desde hace algunos años, como podría contrastarse con el servicio médico de la casa, creemos imprescindible que se tome alguna medida que permita que el clima de trabajo vuelva a ser cordial y participativo, y para que los trabajadores nos volvamos a sentir ilusionados y motivados en nuestro trabajo".

Enfrentamiento con la secretaria de Rajoy

Cuando Cospedal tuvo conocimiento, ese mismo día, de la carta remitida por el Comité de Empresa a Rajoy, intentó evitar que las denuncias de los trabajadores llegasen a oídos del líder del partido. Y dio instrucciones a un estrecho colaborador para que acudiese al despacho de Rosa Fernández, la secretaria personal de Rajoy, y exigiese a ésta que le entregase la misiva dirigida a su jefe de filas. Pero Fernández, que lleva más de 20 años al servicio de Rajoy y cuya fidelidad está fuera de toda duda, se negó en redondo a cumplir la orden de Cospedal.

"A mí no me consta que exista ese malestar", dijo Páez a El Confidencial cuando se conocieron las primeras denuncias contra él. El gerente y tesorero interino del PP, un hombre de la entera confianza de Cospedal, rechazó todas las acusaciones, y añadió que "en una empresa grande como ésta siempre puede haber gente disconforme con sus condiciones de trabajo. En todas partes hay gente descontenta".

Pero su opinión no es compartida por la inmensa mayoría de los dirigentes y empleados de Génova. "Páez ha creado un ambiente de trabajo irrespirable por su trato despótico y mezquino hacia los trabajadores. Está pisando muchos callos, y no sólo entre los empleados. Y se ha ganado multitud de enemigos", apuntaba entonces un miembro de la Ejecutiva del PP. "El problema es que, desde que estalló el caso Gürtel y Rajoy le encargó a Cospedal que controlase personalmente las finanzas del partido, Páez le resulta muy útil a la secretaria general para esa labor. Y por eso no es fácil que pueda prescindir de él".

Los trapos sucios se lavan en casa; y si el hedor no llega al despacho del jefe, mejor que mejor. Eso debió pensar María Dolores de Cospedal cuando el pasado 28 de enero trató de impedir a toda costa que el Comité de Empresa del PP informase al presidente del partido del profundo malestar de los trabajadores de Génova contra Cristóbal Paéz, gerente nacional y sustituto interino del dimitido Luis Bárcenas, al que acusan de "trato vejatorio" y responsabilizan del "deterioro del ambiente laboral" en la sede del partido. Pero la secretaria general no pudo evitar que el escrito, dirigido "a la atención de Mariano Rajoy", llegase finalmente a su destinatario.