Rajoy da una tregua de 6 meses a Zapatero tras la bronca de la cumbre autonómica

La tensión que preside el panorama político español se rebajará durante los próximos 6 meses, tiempo que el PP está dispuesto a conceder al Gobierno para que culmine con éxito la presidencia de la Unión Europea. Aunque el debate de ayer en el Congreso conservó parte de la dureza habitual entre José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, socialistas y populares están dispuestos a respetar el pacto aprobado en el Parlamento sobre las prioridades del semestre español al frente de la UE. Un acuerdo al que se sumaron CiU, PNV, CC y UPN, pero del que se han desmarcado el resto de grupos políticos.

Zapatero participó de este renovado ánimo de entendimiento ofreciendo dos pactos de Estado a la oposición. Uno sobre energía, que ya propuso meses atrás y que se negocia pausadamente con el PP; y otro para rebajar el déficit público en todas las administraciones, que compensaría el fracaso de la Conferencia de Presidentes. El presidente del Gobierno respondió favorablemente a la solicitud del portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, de alcanzar un acuerdo energético similar al Pacto de Toledo; mientras que se dirigió directamente a Rajoy para reclamar que las comunidades y ayuntamientos del PP reduzcan sus deudas.

Sin embargo, esta última oferta tuvo un tono de reproche, ya que el líder socialista continúa molesto por la falta de acuerdo en la cumbre autonómica, donde tachó de desleal la posición de los presidentes populares. “El esfuerzo debe ser de todos. Una buena parte de las administraciones territoriales están gobernadas por el PP y tienen una responsabilidad importante a la hora del cumplimiento del Pacto de Estabilidad [de la UE]”, afirmó. Zapatero insistió en que el déficit será inferior al 3% en 2013, como exige Bruselas.

Rajoy, en cambio, expresó sus dudas por que el Ejecutivo vaya a lograr equilibrar las cuentas públicas con su actual política económica e ironizó sobre la intención de Zapatero de abanderar la rebaja del déficit en Europa: “Cuando lo imagino, me vienen a la memoria lo que cantaban los niños del maestro Ciruela, que no sabe leer y pone una escuela. Me imagino la cara que pondrán sus interlocutores cuando les pida lo que no ha sido capaz de hacer en España”. Pero, más allá del duelo parlamentario, el líder del PP subrayó su apoyo a Zapatero mientras ejerza la presidencia de la UE.

Acuerdo fuera de la batalla partidista

Este pacto entre Gobierno y oposición para el semestre europeo estuvo liderado por Jorge Moragas, jefe de Gabinete de Rajoy, y por Elena Valenciano, secretaria de Política Internacional del PSOE. Para los populares es la prueba de que están dispuestos a llegar a acuerdos más allá de la batalla partidista, siempre y cuando haya un trabajo previo y contenidos concretos. Exactamente lo que echaron en falta durante la Conferencia de Presidentes, y razón por la cual, aseguran, se frustró el acuerdo que anhelaba Zapatero.

El núcleo de este primer gran pacto en política Exterior de la legislatura consiste en organizar la “estrategia de salida de la crisis económica”, teniendo en cuenta la progresiva retirada de los apoyos fiscales y la tan reclamada austeridad. También en el ámbito económico, y a expensas de los posibles acuerdos de Copenhague sobre cambio climático, España deberá proponer medidas para evitar la huida de empresas de Europa cuando la Unión aplique su compromiso de llegar a 2020 con una reducción de emisiones del 20%, y con un peso del 20% de las energías renovables.

Por otra parte, el acuerdo insta al Gobierno a defender los intereses de los agricultores españoles y ganaderos en el marco europeo, así como a impulsar la política exterior común. En este punto, socialistas y populares fueron incapaces de consensuar una posición común sobre Cuba. El PP teme que Miguel Ángel Moratinos aproveche para suavizar la posición europea respecto al régimen de los hermanos Castro, aunque ambos partidos han sabido aislar este asunto para no entorpecer uno de los pocos pactos de calado de los que puede presumir la clase política en este 2009.