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Garzón responde con silencio a las más de 150 preguntas lanzadas por sus querellantes
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Garzón responde con silencio a las más de 150 preguntas lanzadas por sus querellantes

El juez Baltasar Garzón ha tenido que presentarse en el Tribunal Supremo para ser interrogado como imputado por un presunto delito de prevaricación por la memoria

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Garzón responde con silencio a las más de 150 preguntas lanzadas por sus querellantes

El juez Baltasar Garzón ha tenido que presentarse en el Tribunal Supremo para ser interrogado como imputado por un presunto delito de prevaricación por la memoria histórica. El magistrado se personó puntual a su cita con las ideas muy claras acerca de lo que tenía que decir y en los planes de la defensa no estaba responder a las preguntas de sus querellantes, el sindicato Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad.

Ante una batería de ciento cincuenta preguntas lanzadas durante más de cuatro horas, el magistrado prefirió mantenerse en silencio. Decidió no contestar a cuestiones tales como si es cierto que ya en 2002 le interesaban los delitos cometidos en la Guerra Civil como recoge en su libro 'Cuento de Navidad'.

Otra de las preguntas que tuvo que responder el juez se refirió realizaron era si "¿no es cierto que utilizó la figura del delito de detención ilegal para mantener de forma artificial la permanencia de ilícito penal y evitar la prescripción de los hechos denunciados?".

Durante el interrogatorio, Garzón sí respondió a las preguntas tanto del fiscal Luis Navajas como, por supuesto, a las de su abogado, Gonzalo Martínez Freneda. El primero únicamente le formuló cinco cuestiones sin mayor intencionalidad, según fuentes jurídicas. Hay que recordar que desde un principio la Fiscalía se opuso a la investigación de memoria histórica al entender que Garzón no era competente, que los delitos estaban prescritos y los autores fallecidos, pero finalmente no quiso enfrentarse más con el magistrado y se opuso a la admisión de la querella contra él.

Por su parte, el instructor Luciano Varela se dirigió a él en una decena de ocasiones. El abogado defensor le replicó por estar haciendo juicios de valor en lugar de preguntas objetivas.

Según fuentes de la acusación, Garzón fue muy firme en las respuestas, negando en todo momento haber prevaricado investigando las desapariciones de la Guerra Civil y el franquismo a sabiendas de que no era competente, hasta que llegó el turno del instructor, momento en el que sí se mostro algo más dubitativo e incluso titubeó en sus respuestas.

Lo que está claro es que este asunto está levantando muchas ampollas y así ha quedado reflejado en las puertas del Alto Tribunal, donde se pudo ver tanto a seguidores como detractores de Garzón. Varios miembros de asociaciones de la memoria histórica aplaudieron al juez a su llegada al órgano judicial mientras que otro grupo le gritaba por intentar dividir España. El propio Garzón ni se inmutó, y hizo su entrada serio pero tranquilo. Su salida sí que fue algo más tensa.

El juez Baltasar Garzón ha tenido que presentarse en el Tribunal Supremo para ser interrogado como imputado por un presunto delito de prevaricación por la memoria histórica. El magistrado se personó puntual a su cita con las ideas muy claras acerca de lo que tenía que decir y en los planes de la defensa no estaba responder a las preguntas de sus querellantes, el sindicato Manos Limpias y la asociación Libertad e Identidad.

Baltasar Garzón Declaración de la Renta