Rajoy no encandila ni a los suyos: sólo el 10% aplaude su oposición a Zapatero

Ni Mariano Rajoy ni el PP tienen motivos para la euforia, por mucho que el último barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), hecho público ayer, les ponga por delante del PSOE en intención de voto por primera vez desde que José Luis Rodríguez Zapatero llegó al poder en 2004.

Esos 1,2 puntos de ventaja que el sondeo otorga al PP se antojan un escaso botín para Rajoy, sobre todo porque éste sigue sin encandilar ni siquiera a los suyos: poco más del 10% de los españoles aplaude su estilo de hacer oposición, frente a un abrumador 85% que lo considera regular, malo o muy malo.

La encuesta del CIS se realizó entre el 7 y el 13 de julio, en plena efervescencia del caso Gürtel y justo cuando El Confidencial acababa de revelar que Luis Bárcenas sólo renunciaría "transitoriamente" a su cargo de tesorero del PP si antes era imputado por el Tribunal Supremo. Pero también en plena sequía de los brotes verdes que únicamente la vicepresidenta económica del Gobierno, Elena Salgado, fue capaz de ver.

Es cierto que otros sondeos elaborados por centros demoscópicos privados ya habían pronosticado en los meses previos el adelantamiento electoral del PP. Pero desde que gobierna Zapatero, jamás el CIS -que depende del Ministerio de la Presidencia- había augurado una victoria de los populares. El barómetro demuestra que el PSOE sigue pagando los platos rotos de la crisis económica, pero no despeja las dudas de si la ventaja del PP sería mayor sin la presión mediática y judicial del caso Gürtel.

Rajoy, una vez más, vuelve a cosechar un inapelable suspenso. Su valoración asciende una raquítica centésima con respecto al último barómetro, pero se queda en 3,55 puntos, por debajo de Zapatero, José Antonio Duran Lleida (CiU) y Rosa Díez (UPyD), que también suspenden.

Si el líder del PP sintiera la tentación de consolarse con el mal ajeno, pocas ocasiones se le presentarán tan propicias como ésta: no sólo ningún líder político logra el aprobado, sino que, por primera vez desde que gobierna Zapatero, todos los ministros suspenden. Sin excepción.

De la Vega tampoco aprueba

Ni siquiera la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega; la ministra de Defensa, Carme Chacón, o el titular de Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba -que siempre alcanzaban el aprobado-, consiguen superar ahora la barrera de los 5 puntos. Con la única excepción del barómetro de abril de 2005, De la Vega jamás había suspendido en valoración de los ciudadanos.

La última vez que un sondeo del CIS otorgó a un gobierno un suspenso general fue en enero de 2004, dos meses antes de las elecciones generales que dieron el primer triunfo a Zapatero. En aquella ocasión, ni el jefe del Ejecutivo, José María Aznar, ni ninguno de sus ministros alcanzaron el aprobado. Quien más cerca estuvo de lograrlo fue el entonces vicepresidente económico, Rodrigo Rato, que tuvo que conformarse con una valoración de 4,85 puntos.

El desapego generalizado de los ciudadanos hacia la política también se refleja en otro detalle: los ministros de Zapatero no sólo suspenden masivamente, sino que muchos de ellos son desconocidos por la inmensa mayoría de los ciudadanos. Es el caso de Beatriz Corredor (Vivienda), Cristina Garmendia (Ciencia e Innovación), Ángeles González-Sinde (Cultura) o Francisco Caamaño (Justicia): dos de cada tres españoles ni siquiera saben quiénes son.