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Pelea entre los gatos de Perón
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Pelea entre los gatos de Perón

Mar Marín Buenos Aires, 30 jun (EFE).- "Los peronistas somos como los gatos. Cuando nos oyen gritar creen que nos estamos peleando, pero

Mar Marín Buenos Aires, 30 jun (EFE).- "Los peronistas somos como los gatos. Cuando nos oyen gritar creen que nos estamos peleando, pero en realidad nos estamos reproduciendo". Nada mejor que recuperar las palabras del general Juan Domingo Perón ante la crisis abierta en el peronismo tras su contundente derrota electoral.

La renuncia del ex presidente Néstor Kirchner a la dirección del Partido Justicialista (PJ) tras el varapalo sufrido en las urnas ha precipitado la lucha interna por el control del peronismo que venía gestándose desde hace meses.

Las declaraciones del nuevo líder del justicialismo, Daniel Scioli, en favor de la reflexión y el diálogo para reconstruir el partido no han conseguido frenar las críticas de los "barones" peronistas, dispuestos a ganar posiciones en la guerra por el poder abierta en el PJ con miras a las elecciones presidenciales de 2011.

Algunos, como el gobernador de Chubut, Mario Das Neves, que no oculta su intención de entrar en la carrera por la Presidencia, dan por sepultada ya la "era K", que inauguró Kirchner con su llegada al poder, en 2003.

Otros, algo más prudentes, como el gobernador de San Juan, José Luis Gioja, piden "no hacer leña del árbol caído" y trabajar para democratizar los mecanismos del partido.

Pero todos coinciden en interpretar la derrota electoral como un castigo para Kirchner y para su esposa, la presidenta Cristina Fernández, y no como un derrumbe del peronismo.

Y puede que no les falte razón a juzgar por los resultados electorales conseguidos por alcaldes y concejales oficialistas, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, bastión peronista y primer distrito electoral del país, donde muchos superaron con creces en votos a Néstor Kirchner.

Uno de los casos más significativos es el de Malena Galmarini, esposa del jefe de Gabinete de ministros, Sergio Massa, que logró un respaldo del 53 por ciento en la localidad bonaerense de Tigre frente al 39 por ciento que se apuntó el ex presidente.

Un escenario con el que no contaba Kirchner, quien, según reproducen hoy varios medios locales, avanzada la noche electoral, cuando comprobó que muchos de sus intendentes (alcaldes) leales le superaban en votos, les acusó de "traición".

De traiciones, luchas internas y bandazos políticos está llena la historia del PJ, creado en 1947 por el general Perón, y hoy transformado en un partido de masas con un poderoso aparato de movilización, respaldado por sindicatos verticales, cuyo objetivo es mantenerse en el poder, bien con políticas conservadoras o de izquierda.

Peronistas fueron los ex-presidentes Carlos Menem (1989-1999), que privatizó buena parte de las más importantes empresas del país, y Eduardo Duhalde (2002-2003), que impulsó a Kirchner a la Presidencia y luego se enfrentó con él.

Peronista también, Kirchner, que en su momento aplaudió la política de Menem, se revolvió después contra las privatizaciones, abrazado a la bandera nacionalista, defendió la nacionalización de los fondos privados de pensiones y de la compañía Aerolíneas Argentinas.

Y peronista es Francisco de Narváez, un millonario empresario de origen colombiano que se declaró disidente y se alió con la derecha para imponerse en estas elecciones en la provincia de Buenos Aires y comenzar a proyectarse como candidato al gobierno provincial.

Como dijo Perón, "todas las fuerzas son utilizables en nuestro movimiento si son nobles y leales", aunque habrá que tener cuidado porque, como también dejó escrito el general en una carta a Evita en 1945: "El mal de este tiempo y especialmente de este país son los brutos, y tú sabes que es peor un bruto que un malo". EFE mar/ar/af

Mar Marín Buenos Aires, 30 jun (EFE).- "Los peronistas somos como los gatos. Cuando nos oyen gritar creen que nos estamos peleando, pero en realidad nos estamos reproduciendo". Nada mejor que recuperar las palabras del general Juan Domingo Perón ante la crisis abierta en el peronismo tras su contundente derrota electoral.