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Gloria Lago, presidenta de Galicia Bilingüe, reclama a Feijóo protección ante los violentos
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“LOS RADICALES SE SIENTEN TOTALMENTE IMPUNES”

Gloria Lago, presidenta de Galicia Bilingüe, reclama a Feijóo protección ante los violentos

“Gloria Lago, fascista”. Hace meses que la presidenta de Galicia Bilingüe soporta insultos de este corte, que sufre amenazas como las que en la mañana del

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Gloria Lago, presidenta de Galicia Bilingüe, reclama a Feijóo protección ante los violentos

Gloria Lago, fascista”. Hace meses que la presidenta de Galicia Bilingüe soporta insultos de este corte, que sufre amenazas como las que en la mañana del lunes decoraban las paredes del instituto vigués en el que imparte clases, el Santo Tomé de Freixeiro. Sin embargo, en esta ocasión los radicales han ido más lejos. No contentos con destrozar su coche, han dibujado una diana con su nombre en la entrada del edificio en el que vive. Una amenaza de muerte que, unida a las múltiples agresiones padecidas en los últimos meses, la ha llevado a exigir al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, una vieja demanda de este colectivo: más protección ante los violentos.

“He aprovechado su llamada de apoyo para pedirle más seguridad. Como se están produciendo incidentes en toda Galicia, hemos reunido todas las denuncias para presentarlas ante la Fiscalía, ya que hasta ahora no han dado ningún resultado. Llevamos años esperando que alguien pague por algo. Los radicales se sienten totalmente impunes. No se identifica a nadie, no se detiene a nadie”, señala Lago a El Confidencial.

En el amparo de la complicidad de muchos, en la amplia red social que el nacionalismo gallego controla desde hace años, está el origen de dicha impunidad, según destacan sociólogos y analistas políticos, para quienes el extremismo nacionalista, tan castigado en las urnas, pretende evitar que la ciudadanía se inmiscuya en cuestiones idiomáticas. Precisamente, la razón de ser de esta asociación, que afirma luchar por la libertad de elección lingüística y contra la imposición del gallego.

Una vez calmado el torbellino mediático que desató esta agresión, atribuida por algunos a Resistencia Galega -un grupúsculo independentista radical compuesto por media docena de jóvenes que cuenta con infraestructura en Portugal-, Gloria Lago echa cuentas y extrae conclusiones positivas: “Por primera vez en Galicia ha habido una condena de los partidos políticos, una condena que no se producía cuando este Gobierno estaba en la oposición. Por mucho que el Bloque (BNG) y el mundo afín a la imposición nos estén difamando continuamente, el pueblo gallego, que ha dicho en las urnas que no es nacionalista, sabe la verdad: en esta asociación no hay ningún tipo de ideología de partido”. Un mensaje para quienes critican el apoyo de destacados dirigentes conservadores a las manifestaciones que organizó Galicia Bilingüe durante la pasada legislatura.

Choque con los ‘populares’ gallegos

La victoria de Feijóo en las pasadas elecciones autonómicas ha implicado un cambio en el modelo lingüístico que comenzó a perfilarse con la elección de Anxo Lorenzo, un filólogo afín al PSdeG y profesor de la Universidad de Vigo, como nuevo secretario general de Política Lingüística. Su nombramiento, criticado tanto por los nacionalistas como por la asociación que dirige Lago, abrió la caja de los truenos. Los miembros de Galicia Bilingüe creen que Feijóo les ha traicionado al nombrar para el cargo a alguien "a favor de la imposición". "Esperamos que el presidente de la Xunta cumpla sus promesas electorales (en materia lingüística). Algunas webs de los radicales están subvencionadas. Tienen subvención de Política Lingüística porque se considera que realizan un fomento del gallego”.

Gloria Lago, fascista”. Hace meses que la presidenta de Galicia Bilingüe soporta insultos de este corte, que sufre amenazas como las que en la mañana del lunes decoraban las paredes del instituto vigués en el que imparte clases, el Santo Tomé de Freixeiro. Sin embargo, en esta ocasión los radicales han ido más lejos. No contentos con destrozar su coche, han dibujado una diana con su nombre en la entrada del edificio en el que vive. Una amenaza de muerte que, unida a las múltiples agresiones padecidas en los últimos meses, la ha llevado a exigir al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, una vieja demanda de este colectivo: más protección ante los violentos.