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Zapatero se saca once ases de la manga
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Zapatero se saca once ases de la manga

Eva Santos. Madrid, 12 may (EFE).- El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso hoy emular a Gary Cooper y aguantó "solo ante

Eva Santos.

Madrid, 12 may (EFE).- El jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, quiso hoy emular a Gary Cooper y aguantó "solo ante el peligro" el reto del debate sobre el estado de la nación, donde no defraudó a quienes vaticinaban que guardaba para este día varios conejos en la chistera. Y se sacó hasta once ases de la manga.

Zapatero gastó munición desde el primer momento y delimitó los márgenes de un debate monopolizado por la crisis económica, en la que a duras penas consiguieron abrirse camino temas como la lucha antiterrorista o la financiación autonómica.

El jefe del Ejecutivo tejió un discurso articulado en torno a la situación económica, fue muy prolijo a la hora de describir los orígenes y la evolución de la crisis y se detuvo en desgranar su apuesta de futuro.

Medida tras medida, Zapatero fue disparando en el hemiciclo once medidas concretas para incentivar un cambio de modelo económico, como ayudas directas a la adquisición de coches, reformas fiscales en la compra y el alquiler de viviendas o rebajas para pymes y autónomos, con las que el jefe del Ejecutivo aspira a frenar el desempleo y lograr una economía sostenible.

El duelo fue aceptado por el líder de la oposición, Mariano Rajoy, que vestía un traje tan gris como el panorama económico español que dibujó y que exigió medidas fiscales de verdad y gastar menos y mejor, para lo cual ofreció el plan anticrisis del PP.

Por la mañana, el discurso con el que Zapatero abrió el debate fue recibido como una prédica edificante en los bancos del PSOE y con respetuoso silencio y tímidos y ocasionales abucheos en la oposición, lo que facilitó el trabajo al presidente del Congreso, José Bono.

Sólo cuando Zapatero anunció ayudas directas a la compra de coches se pudieron escuchar airadas protestas de la bancada del PP, que cree que el Ejecutivo les ha copiado una de sus medidas.

Veinte minutos hubo que esperar para que el presidente del Gobierno escuchara los aplausos de su grupo, que luego se repitieron de manera sistemática hasta en 25 ocasiones.

Algunas más de las que los diputados del PP interrumpieron a su líder en su intervención inicial, que abrió el fuego al reanudarse el debate por la tarde, bastante acalorado.

Distó mucho de ser un "cara a cara" amable y ambos se tiraron los trastos a la cabeza a cuenta del gasto público, la subida del precio de la vivienda, las reformas laborales o el recorte de prestaciones sociales, de las que se acusaron mutuamente.

También polemizaron sobre la supresión de las deducciones fiscales por la compra de una vivienda a partir del 2011, anuncio que intranquilizó mucho por la mañana en la tribuna de prensa, hasta el punto de que Zapatero tuvo que aclarar después que no afectaba a las hipotecas constituidas antes de ese año.

No se conformó Rajoy con esas explicaciones y consideró que esa medida era "la puntilla" para las clases medias.

Los ánimos ya estaban ligeramente soliviantados cuando Rajoy terminó de calentar el ambiente, al espetar a los diputados del PSOE: "Pero si ustedes no saben leer".

El líder de la oposición consagró prácticamente todo su tiempo -algo más de una hora en sus tres intervenciones- a los avatares económicos, con especial hincapié en las políticas del Gobierno y sus "ruinosos" resultados.

Con un barniz de ironía, Rajoy sacó a colación términos como "desaceleración profunda", empleado por Zapatero antes de hablar de "crisis", lo que le condujo a asegurar que todo ello obedeció a "un mezquino cálculo electoral" de los socialistas.

"Ya sé que a ustedes no les importan nada los cuatro millones de parados", recriminó un Rajoy provocador a los diputados del PSOE cuando estos comenzaron a abuchearle.

No fue precisamente cándido cuanto acusó a Zapatero de llevar a cabo una política errática, demagógica y despilfarradora, con medidas aisladas y fragmentarias, que no han servido para "nada, de nada, de nada", salvo para aumentar el gasto público.

Y tuvo que irse hasta Oriente Medio, en concreto a Arabia Saudí, para asegurar que ningún otro país del mundo ha gastado tanto dinero en esta crisis como España, aunque aquí no somos "jeques".

No faltó a la cita ninguno de los ministros y, más arriba del hemiciclo, en la tribuna de honor estaban la esposa de Zapatero, Sonsoles Espinosa, el padre de éste, Juan Rodríguez Lozano; la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín; la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal; el presidente del Senado, Javier Rojo, o el presidente de Aragón, Marcelino Iglesias.

Ya por la tarde se incorporó la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, quien se acomodó entre Iglesias y Sonsoles Espinosa, con quien en algunos momentos del debate mantuvo un "cara a cara" particular.EFE ess/rs

Eva Santos.