Aguirre ignoró la orden de Génova de investigar a su hombre de confianza en Caja Madrid

La cúpula del PP fue informada en tres ocasiones, entre enero y marzo de este año, de las sospechas de corrupción que apuntan al hombre de confianza de Esperanza Aguirre en Caja Madrid, Pablo Abejas, y varios altos cargos del Gobierno autonómico. Génova dio crédito a esos indicios y los trasladó a la dirección regional del partido en Madrid, controlada por la propia Aguirre, para que abriese una investigación interna. Pero la presidenta de la Comunidad ha hecho oídos sordos a esas advertencias, según han confirmado a El Confidencial fuentes muy próximas al líder del PP, Mariano Rajoy.

A finales del pasado mes de enero, cuando aún no había estallado el caso Gürtel, varios cargos y militantes del PP solicitaron una entrevista con Rajoy para informarle de una supuesta trama corrupta tejida alrededor de Abejas y del constructor José Vicente Martín Liquiñano, socio y amigo de aquél. Rajoy ordenó de inmediato a su jefe de Gabinete y coordinador de Presidencia del partido, Jorge Moragas, que se reuniese con los denunciantes, todos ellos miembros del PP. La primera cita se celebró en el despacho del propio Moragas, en la planta 7ª de la sede de la calle Génova.

En esa primera reunión, Moragas fue informado de que Abejas, ex parlamentario autonómico del PP, ex presidente de la Comisión de Control de Caja Madrid y hombre fuerte de Aguirre y su vicepresidente regional, Ignacio González, en la entidad financiera, habría cobrado sobornos a cambio de obtener contratos públicos de la Comunidad para la constructora de Martín Liquiñano. Al término de la reunión, que se prolongó durante 45 minutos, Moragas se comprometió ante sus interlocutores a comunicar personalmente los hechos a Rajoy.

Tres semanas más tarde, ya en febrero, se celebró una segunda reunión en la sede de Génova a la que asistió Álvaro Moraga, coordinador Territorial del PP. Y hubo un tercer encuentro, el pasado mes de marzo, en el que, además de Moraga, participó el coordinador Territorial Nacional del partido, Arsenio Fernández de Mesa.

En ambas citas, los denunciantes aportaron documentación sobre la supuesta trama corrupta, en la que, además de Abejas y Martín Liquiñano -que es también secretario general del PP en la localidad madrileña de Aldea del Fresno-, estarían presuntamente implicados altos cargos del Ejecutivo de Aguirre, entre ellos Carlos Pérez Sánchez, director gerente del Servicio Regional de Bienestar Social, adscrito a la Consejería de Asuntos Sociales, y José Luis Moreno Torres, director general de Infraestructuras de la Consejería de Educación.

Granados y Ongil

Las fuentes de Génova consultadas por El Confidencial aseguran que, dada la solidez de las pruebas aportadas por el grupo de cargos y militantes del partido contra la trama supuestamente encabezada por Abejas, la cúpula del PP trasladó todos esos indicios a los máximos responsables del partido en Madrid: el secretario general, Francisco Granados, y la vicesecretaria general, Gádor Ongil, personas de la máxima confianza de Aguirre, para que abriesen una investigación interna.

Sin embargo, el PP de Madrid ha ignorado las órdenes de Génova y ni siquiera ha citado a declarar a los denunciantes de la supuesta trama. "En este caso tiene que actuar la dirección regional, porque los hechos denunciados son de su competencia y es su responsabilidad investigarlos", añadieron fuentes próximas a Rajoy.

Este periódico trató anoche de recabar de Aguirre y su entorno las razones de que la investigación sobre la supuesta trama corrupta ni siquiera haya arrancado, pero no obtuvo respuesta.

 

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