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Zapatero prepara una ofensiva mediática para frenar el desgaste del Gobierno
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SE REUNIRÁ CON KOFI ANNAN Y LOS AGENTES SOCIALES

Zapatero prepara una ofensiva mediática para frenar el desgaste del Gobierno

El desgaste que está sufriendo el Gobierno por el efecto combinado del deterioro de la actividad económica y de la huelga de camioneros, tendrá una pronta

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Zapatero prepara una ofensiva mediática para frenar el desgaste del Gobierno

El desgaste que está sufriendo el Gobierno por el efecto combinado del deterioro de la actividad económica y de la huelga de camioneros, tendrá una pronta respuesta de Moncloa... pero en forma de campaña de imagen. Al contrario de lo que le recomendó en privado el editor Lara (‘José Luis, no te quemes, deja que lo hagan Solbes y Sebastián’), el jefe del Ejecutivo y sus asesores han preparado diversos actos entre el 16 y el 23 junio con los que el presidente del Gobierno pretende frenar el coste político derivado del actual clima económico, caracterizado por una caída de la confianza de los ciudadanos en la coyuntura económica desconocida desde la recesión del bienio 1992-93.

Zapatero hablará el lunes 16 sobre la política exterior de España durante un acto organizado por el Real Instituto Elcano, en el que el ex secretario general de la ONU, Kofi Annan -su gran aliado en la Alianza de Civilizaciones- hará las veces de ‘telonero’. Dos días más tarde, el miércoles 18, el presidente ha convocado una ‘cumbre’ en la Moncloa con los agentes sociales -sindicatos y patronal- para dar una especie de pistoletazo de salida al diálogo social. La convocatoria del encuentro se mantuvo en secreto hasta ayer mismo. Zapatero aprovechó la sesión de control del Gobierno para dar cuenta de la convocatoria que, hoy por hoy, no cuenta con una agenda de trabajo precisa.

Según fuentes de toda solvencia que han participado en las negociaciones previas a la reunión, se trata de una cumbre básicamente mediática con la que el Ejecutivo pretende trasladar a la opinión pública mensajes optimistas sobre la situación económica. La reunión tiene un carácter muy distinto a la que se celebró hace cuatro años en la Moncloa, el 8 de julio de 2004, y en la que se firmó la llamada Declaración para el Diálogo Social, un documento de nueve páginas que sirvió de base para las posteriores negociaciones entre sindicatos y empresarios.

En esta ocasión, por el contrario, los agentes sociales no han recibido ninguna documentación previa y ni siquiera se han acotado los asuntos a tratar. Lo único que saldrá de la reunión será una foro y un compromiso claro de avanzar en el diálogo social. Lo que está fuera de toda duda es que no se abordará como una cuestión prioritaria la aprobación de una nueva reforma laboral, toda vez que los sindicatos consideran que primero hay que poner en valor todos los pactos a los que se llegó en la anterior legislatura.

Compensar el escaso peso político de Solbes

El tercer acto en el que intervendrá Zapatero para frenar el desgaste del Gobierno se celebrará el lunes, 23, en la sede del Consejo Económico y Social, donde tienen cabida la organizaciones patronales, los sindicatos y los consumidores y usuarios, además de una serie de expertos nombrados por el Gobierno. El presidente presentará su Informe Anual sobre la situación económica de España, pero en un contexto muy diferente al de hace un año. Si en 2007 Zapatero acudió a la sede de la Bolsa de Madrid para presentar el documento, en unos momentos de euforia económica, en esta ocasión ha preferido la fría sede del CES, que no tiene desde luego nada que ver con los oropeles de la plaza de la Lealtad, para presentar el informe en sociedad.

Si hace un año, Rodríguez Zapatero pudo sacar pecho por la marcha de la economía ante la aristocracia económica de este país (Florentino Pérez, Sánchez-Galán, Entrecanales o Polanco), en 2008 su mensaje tendrá que ir dirigido necesariamente a convencer a la opinión pública de que las cosas están mejor de lo que parece. Mejor de lo que reflejan los indicadores de coyuntura, que se obstinan en recoger datos cada vez peores.

Con esta ofensiva mediática, Zapatero pretende dar algunas señales de liderazgo y compensar el escaso peso político del vicepresidente Solbes, incapaz ya de transmitir una señal de confianza a la opinión pública.

El desgaste que está sufriendo el Gobierno por el efecto combinado del deterioro de la actividad económica y de la huelga de camioneros, tendrá una pronta respuesta de Moncloa... pero en forma de campaña de imagen. Al contrario de lo que le recomendó en privado el editor Lara (‘José Luis, no te quemes, deja que lo hagan Solbes y Sebastián’), el jefe del Ejecutivo y sus asesores han preparado diversos actos entre el 16 y el 23 junio con los que el presidente del Gobierno pretende frenar el coste político derivado del actual clima económico, caracterizado por una caída de la confianza de los ciudadanos en la coyuntura económica desconocida desde la recesión del bienio 1992-93.