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Hacienda paga 500 millones en efectivo al Banco Santander tras comprar el Popular
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consecuencia de las pérdidas de 2016

Hacienda paga 500 millones en efectivo al Banco Santander tras comprar el Popular

La entidad ha reclamado al Estado el abono de casi 500 millones para compensar las pérdidas que sufrió el Popular en 2016, con lo que monetiza parte de sus créditos fiscales

Foto: El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Senado. (EFE)
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en el Senado. (EFE)

El Banco Santander ha ejecutado una posibilidad que le ofrecía la Ley del Impuesto de Sociedades y ha solicitado a la Agencia Tributaria la devolución de cerca de 500 millones en efectivo por la compra del Banco Popular. Esta cantidad se deriva de los créditos fiscales que puede solicitar debido a que sufrió fuertes pérdidas en 2016, de 3.611 millones. La entidad que preside Ana Botín podría haber renunciado a ese derecho y utilizar ese crédito para rebajar sus impuestos futuros, pero ha preferido no hacerlo, con el consiguiente impacto, cercano al 0,05% del PIB, en el déficit público.

Foto: La presidenta del Banco Santander, Ana Botín. (EFE)

Como informó El Confidencial, el Santander tenía derecho a solicitar esta devolución en la declaración del impuesto de sociedades del Popular —que debía presentar antes del 25 de julio—, gracias a una cláusula recogida en la ley que permite recuperar activos fiscales garantizados en caso de registrar pérdidas en las cuentas anuales. Fuentes conocedoras de la situación confirman que, efectivamente, la ha pedido: "El Popular tenía previsto solicitarlo antes de su resolución y venta al Santander porque, si no lo hacía, parece que cuestionaba la normativa de los DTA [activos fiscales diferidos, por sus siglas en inglés]". Esta normativa prevé un tratamiento especial de los créditos fiscales de la banca para no perjudicar su solvencia. Un portavoz del Santander declinó hacer comentarios.

Estos activos fiscales ya existían en el balance del Popular, por lo que no se trata de una ayuda que dé Hacienda al Santander por la operación; sin embargo, el primero habría tardado muchos años en aprovechar todos sus créditos fiscales debido a su baja (o nula) capacidad de generar beneficios. El Santander lo hará mucho más rápidamente y, además, consigue esta primera inyección de efectivo. El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró que la resolución y venta del Popular no iban a costar ni un euro a los contribuyentes, aunque se refería a ayudas públicas directas o garantías contra pérdidas como las otorgadas para rescatar las cajas de ahorros.

Por otro lado, al Santander le viene bien realizar esta operación para confirmar que la compra del Popular es irreversible aunque en el futuro la anulen los tribunales; por esa misma razón, aceleró la venta del ladrillo de la entidad adquirida a Balckstone. En principio, parecía que la cantidad que podía ingresar el Santander superaba los 600 millones, ya que su quebranto en 2016 suponía en torno al 30% de sus fondos propios, y ese porcentaje había que aplicarlo sobre el total de créditos fiscales monetizables de que disponía Popular. Sin embargo, las fuentes citadas aseguran que la cifra definitiva ha sido ligeramente inferior a 500 millones.

Santander hereda 4.900 M de crédito fiscal

Los DTA son créditos contra la Hacienda pública generados por la crisis financiera, ya que proceden de las fuertes provisiones realizadas y de las pérdidas sufridas por el sector financiero en los años de la crisis, y se restarán de los impuestos que pagarán las entidades en los próximos años. En total, el Santander ha heredado 4.900 millones de créditos fiscales con la compra del Popular, según las cuentas de la entidad al cierre de 2016.

Para evitar que la UE eliminase todos esos activos del cálculo del capital de los bancos, Guindos acordó que el Estado garantizaba la recuperación íntegra de una parte de todos los DTA (los monetizables) aunque las entidades no tengan beneficios suficientes, a cambio de que pagasen una tasa del 1,5% para conservarlos. Fue así como las entidades salvaron en torno a 40.000 millones en créditos fiscales garantizados, de los que 2.036 millones corresponden al Popular.


Las pérdidas de 2016 generan más créditos

Además de los DTA monetizables, existen otros dos tipos de créditos fiscales en la banca. Por un lado, están los DTA no monetizables, que no cuentan con esa garantía. Provienen de fondos de comercio o de la pérdida de valor de las inversiones del banco, y suman 1.332 millones en el Popular. Finalmente, están las bases imponibles negativas, que se generan cuando un banco da directamente pérdidas en algún año. Popular tiene 1.540 millones, 680 anteriores a 2016 (procedentes en su mayor parte del Banco Pastor) y otros 860 generados por las fuertes pérdidas del año pasado, que no tienen nada que ver con los 500 que ha cobrado ahora.

Estos créditos se restan de los impuestos futuros siempre que la entidad tenga suficientes beneficios en los próximos años. Es de prever que el Santander pueda aprovecharlos íntegramente dada su fuerte capacidad de generación de resultados. En todo caso, Ana Botín ha asegurado que los saneamientos realizados por Santander en Popular, estimados inicialmente en 7.900 millones, no generarán nuevos DTA para la entidad.

El Banco Santander ha ejecutado una posibilidad que le ofrecía la Ley del Impuesto de Sociedades y ha solicitado a la Agencia Tributaria la devolución de cerca de 500 millones en efectivo por la compra del Banco Popular. Esta cantidad se deriva de los créditos fiscales que puede solicitar debido a que sufrió fuertes pérdidas en 2016, de 3.611 millones. La entidad que preside Ana Botín podría haber renunciado a ese derecho y utilizar ese crédito para rebajar sus impuestos futuros, pero ha preferido no hacerlo, con el consiguiente impacto, cercano al 0,05% del PIB, en el déficit público.

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