Las herederas de El Corte Inglés ofrecen un finiquito millonario para controlar el consejo

La planta noble de El Corte Inglés se ha convertido en un polvorín a punto de explotar. Según han asegurado fuentes próximas al grupo de distribución, las herederas Marta y Cristina Álvarez Guil han ofrecido una indemnización millonaria a Leopoldo del Nogal, exdirectivo vinculado a Dimas Gimeno, para que abandone de forma inmediata el consejo de administración pese a que aún le quedan tres años de mandato. Una maniobra que serviría para compensar la oposición del presidente y del jeque catarí al nombramiento de Víctor del Pozo, vinculado a las hermanas, como miembro del órgano de gobierno.

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La tensión ha alcanzado cotas inimaginables en el seno de una compañía en la que, hasta el fallecimiento de Isidoro Álvarez en septiembre de 2014, había unanimidad casi total. Su desaparición ha provocado una guerra de poder que, tras unos primeros años de cohabitación tolerada, nadie oculta. Los movimientos por hacerse con el control del consejo de administración de El Corte Inglés se escenificaron ayer después de que intermediarios de las hermanas Marta y Cristina Álvarez Guil propusieran el pago de una liquidación millonaria a Del Nogal para que dejase su puesto de consejero hoy mismo.

Este martes, el máximo órgano de dirección del grupo celebra una reunión para aprobar el orden del día de la junta general de accionistas que se celebrará el último domingo de agosto, cuyo punto más relevante era la designación de Víctor del Pozo como consejero en sustitución de Del Nogal, exjefe de Compras del 'holding'. Sin embargo, Dimas Gimeno, Shahzad Shanbaz y Manuel Pizarro se opusieron la semana pasada a la llegada del director general y máximo responsable del negocio ‘retail’ al consejo de administración, al considerar que se hacía de forma precipitada y sin un informe de un experto en gobierno corporativo que aconsejara su ascenso.

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Aunque las hermanas intentaron hasta última hora que el nombramiento de Del Pozo fuese viable, lo cierto es que la comisión ejecutiva, participada por Marta y Cristina, Dimas Gimeno y Florencio Lasaga, no pudo sacar adelante la propuesta y, por tanto, no podrá ser incluido en el consejo que se celebra hoy, según las mismas fuentes. Sin embargo, lo que consiguieron es un compromiso de Del Nogal de dejar su puesto a cambio de una compensación económica de entre seis y ocho millones de euros. El exdirectivo está dispuesto a irse, pero ha exigido una indemnización por los tres años y medio que le quedan como consejero, dinero que las hermanas están dispuestas a pagarle para de esta forma escorar el equilibrio de fuerzas en el consejo a su favor.

Falta saber cuál será la reacción que tengan hoy Gimeno, el representante del jeque catarí y Pizarro, el único miembro independiente del consejo, que en los últimos meses han abogado por una profesionalización de la gestión y la incorporación de consejeros externos no afines a ninguna de las partes. Un paso indispensable si el grupo de grandes almacenes quiere afrontar una salida a bolsa a medio plazo, operación pactada cuando el vehículo inversor de Oriente Medio entró en el capital mediante un préstamo convertible en acciones de 1.000 millones de euros.

Porque, 'a priori', la que sería la mayor indemnización en la reciente historia de El Corte Inglés debería justificarse por unos criterios que, según varias fuentes, no son sencillos de argumentar, dado que Del Nogal es un hombre de la casa de toda la vida al que aún le quedan años de mandato y que no había pedido irse por su propia voluntad. Una cantidad de entre seis y ocho millones que excedería de lejos, además, lo que le correspondería por el periodo de consejero que no va a cumplir.

Todo ello despierta la consiguiente inquietud en la cúpula de El Corte Inglés ante el temor de que esta indemnización pueda ser judicializada, como ha pasado con otros casos similares en España. Sobra decir que la compañía no tiene una comisión de nombramientos y retribuciones que vigile la designación de cargos y el pago de liquidaciones de este calibre.

Uría y Menéndez, fuera

Otras fuentes señalan que Antonio Hernández Gil, secretario general del consejo, ha puesto inconvenientes a la firma de la carta de compromiso porque no todos los miembros del consejo habían sido informados oficialmente y porque ha advertido de los problemas para justificar un pago de tal magnitud. Una incertidumbre a la que tampoco ayuda que la compañía haya decidido prescindir de Uría y Menéndez como bufete legal de cabecera.

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La decisión final va a depender principalmente de la postura de Carlos Martínez Echevarría y de Florencio Lasaga, los dos consejeros octogenarios afines a Isidoro Álvarez y que ahora están haciendo un papel de bisagra entre las pretensiones de Marta y Cristina Álvarez Guil y, por otro lado, las del jeque y Dimas Gimeno. Especialmente Lasaga, que hasta hace poco estaba del lado de las hermanas, pero que cada vez observa con más preocupación la rapidez con la que se están precipitando los acontecimientos y la aproximación de la banca acreedora a las tesis del jeque catarí. Una lucha de poder que ha provocado un ruido mediático al que la vieja guardia no está acostumbrada y que rechazan de pleno.

Si finalmente Del Nogal deja El Corte Inglés, el consejo quedará reducido a nueve miembros, cuatro de los cuales serían totalmente afines a Marta y Cristina Álvarez Guil. Solo necesitarían el apoyo de uno de los dos octogenarios consejeros para tener todo el poder en sus manos apenas dos años después de entrar oficialmente en la zona noble del grupo.