Es noticia
Los invidentes de la ONCE, en pie de guerra por el "intrusismo" de súper y gasolineras
  1. Empresas
exigen que la venta se reserve a los ciegos

Los invidentes de la ONCE, en pie de guerra por el "intrusismo" de súper y gasolineras

En plena negociación del convenio, CCOO y un grupo de trabajadores se han encerrado en la sede de la ONCE para exigir el fin de los canales de venta complementarios. "Nos están haciendo polvo"

Foto: Carmen, vendedora de cupones jubilada, critica que las condiciones laborales hoy son más precarias. (M. V.)
Carmen, vendedora de cupones jubilada, critica que las condiciones laborales hoy son más precarias. (M. V.)

La ONCE está perdiendo su razón de ser. Así lo creen las personas ciegas en apuros para alcanzar el mínimo diario de ventas que fija la organización, sobre todo desde que gasolineras, estancos, quioscos y supermercados les quitaran un buen trozo de tarta. “Es un cambio de modelo por la puerta de atrás”, denuncia Carmen Bonet. Esta antigua vendedora de cupones es una de las personas que se han encerrado en la sede de la organización para apoyar a los compañeros, que “trabajan muchas más horas de las que les corresponde para llegar al mínimo de ingresos exigido”.

Ese mínimo está fijado en 210 euros diarios por vendedor, sin importar si su punto de venta se encuentra a las afueras de Móstoles o en pleno centro de Madrid. ¿Qué pasa si no lo consiguen? “A la calle. Y cada día es más complicado cumplir los objetivos debido a la competencia desleal”. El secretario de acción sindical de la ONCE en CCOO, Raúl López, define así los convenios que la organización firmó con empresas como El Corte Inglés, Correos, Campsa o incluso los casales falleros para dar salida a más cupones. No obstante, fuentes de la ONCE desmienten los despidos: "No echamos a nadie por no llegar al mínimo. En todo caso, lo reubicamos".

Los primeros en suscribir estos acuerdos fueron las gasolineras y los estancos en 2010, una práctica que se extendió a otras empresas unos tres años después. Hoy, la ONCE negocia la venta de cupones en otras cadenas de supermercados como Carrefour, Alcampo o Mercadona, explica el sindicato. Mientras tanto, los agentes sociales exigen a la organización que acabe con los conocidos como canales físicos complementarios en el nuevo convenio que está a punto de cerrarse.

“Esta modalidad nos rompe los esquemas porque ahora cualquiera puede vender cupones, sea discapacitado o no”, explica Bonet con un bastón en una mano y un cartel reivindicativo en la otra. Y la comisión de hasta el 18% va para la empresa que ha suscrito el acuerdo. ¿Quién puede competir con gigantes como Correos o Hipercor?, plantea. “¿Y para qué está la ONCE si ya no garantiza el trabajo a las personas con una discapacidad visual grave?”. La organización alude a la visibilidad que consigue a través de esta vía para justificar su decisión de introducir estos canales.

placeholder Un grupo de vendedores y miembros de CCOO se han encerrado en la sede de la ONCE como acto de protesta. (M. V.)
Un grupo de vendedores y miembros de CCOO se han encerrado en la sede de la ONCE como acto de protesta. (M. V.)

Según CCOO, se han destruido más de 2.000 empleos en la ONCE desde que se empezaron a externalizar los canales de venta. “Muchas personas trabajan 60 horas semanales —cuando en su contrato pone 30— porque saben que la organización puede despedirlas si no alcanzan el mínimo de rentabilidad exigido”, explica Carmen. Domingos y festivos incluidos. Esta invidente prejubilada a los 59 relata que la empresa “ha forzado a muchos ciegos a que se retiren y se conviertan en pensionistas con apenas 52 años”.

La organización destaca que el número de vendedores ha pasado de 19.818 en 2012 a 19.791 efectivos en 2016. "Tenemos más empleados que todo el sector del juego junto en España", sostienen fuentes de la ONCE tras mencionar que el número de canales físicos complementarios se ha reducido casi un 21% desde 2012, hasta los 9.908 puntos. Y añaden que la venta media de cupones ha aumentado más de un 3% en los últimos dos años, coincidiendo con la salida de la crisis.

Cada día es más complicado cumplir los objetivos debido a la competencia desleal de los súper o las gasolineras

Por su parte, el sindicato pone el foco en el cierre de más de 60 puntos de venta en los últimos cuatro años, obligando a muchos invidentes a vender en la calle. Y critica a la organización por cerrarse en banda ante sus propuestas de cara al nuevo convenio. “No es una negociación, es una imposición. La ONCE ni siquiera nos escucha”, lamenta López. "Estamos abiertos a negociar todo", replican desde la empresa.

placeholder La ONCE ha cerrado más de 60 puntos de venta en los últimos cuatro años.
La ONCE ha cerrado más de 60 puntos de venta en los últimos cuatro años.

Vendiendo cupones por 707 euros al mes

La creación de puestos de trabajo, la retirada de los canales físicos complementarios y el fin de la doble escala salarial son algunas de las exigencias que CCOO ha puesto encima de la mesa. Este último punto se refiere al auge de los contratos júnior. Los jóvenes que los han firmado cobran un 30% menos: apenas 707 euros al mes (netos) por jornada completa, denuncian los representantes de los trabajadores. Hay al menos 3.500 empleados en esta situación, un 17,6% del total de la plantilla.

Según el actual convenio de la ONCE, el tramo inicial (júnior) abarca al personal que se incorpora a la organización y “se prolonga durante el tiempo necesario hasta que acrediten su capacitación, responsabilidad y profesionalidad adecuada. El plazo máximo es de tres años.

“Nos encerraremos hasta que la empresa nos atienda. No se pueden cobrar más de 70 millones de dinero público y destruir empleo o mantener esas condiciones precarias”, apostilla Santiago Mayo, secretario general de la sección estatal de la ONCE en CCOO.

La ONCE está perdiendo su razón de ser. Así lo creen las personas ciegas en apuros para alcanzar el mínimo diario de ventas que fija la organización, sobre todo desde que gasolineras, estancos, quioscos y supermercados les quitaran un buen trozo de tarta. “Es un cambio de modelo por la puerta de atrás”, denuncia Carmen Bonet. Esta antigua vendedora de cupones es una de las personas que se han encerrado en la sede de la organización para apoyar a los compañeros, que “trabajan muchas más horas de las que les corresponde para llegar al mínimo de ingresos exigido”.

Discapacidad
El redactor recomienda