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Fiasco de Llaollao en Japón: cierre y demanda millonaria de su socio asiático
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TENÍA PREVISTO ABRIR 70 LOCALES EN EL PAÍS

Fiasco de Llaollao en Japón: cierre y demanda millonaria de su socio asiático

La franquicia de yogur helado está teniendo problemas en Asia, donde está enfrentada a su socio. La expansión en Japón se ha frenado en seco y ambos se verán en los tribunales

Foto: Pedro Espinosa, fundador de Llaollao, en una imagen de archivo. (EFE)
Pedro Espinosa, fundador de Llaollao, en una imagen de archivo. (EFE)

El ambicioso plan que Llaollao, la marca de yogur helado, tenía para Japón se ha esfumado de un plumazo. La estrategia de la firma murciana para Asia pasaba por un desembarco en toda regla en Japón, en donde se planeaba abrir 70 establecimientos a corto plazo, y continuar así con el éxito que ha tenido en otros países del continente como Tailandia y Singapur. Sin embargo, como ha podido saber este periódico, el único establecimiento de Llaollao en el país, ubicado en el centro comercial Whity Umeda, en Osaka, se ha visto obligado a echar el cierre por su bajo volumen de ventas. Y lo peor es que esta ha sido la gota que ha colmado el vaso de D+1 Holding, su socio para la expansión en Asia, que ha demandado a la franquicia por incumplimiento de contrato.

Se trata del primer capítulo del drama que anunciábamos el pasado mes de septiembre: existe un enfrentamiento abierto entre la familia Espinosa Sirvent, dueña de Llaollao, y D+1, licenciatario de la marca en diversos países asiáticos. D+1 se adjudicó el master franquicia de Llaollao para Japón durante el verano de 2015 y abrió su primer local en la primavera del pasado año. En apenas 15 meses, el establecimiento llamado a ser la punta de lanza del desembarco en el país ya no existe. No se abrirá ninguno más en Japón.

La expansión de Llaollao en Asia está parada por el enfrentamiento con su principal socio en la región

"En vista del éxito generado en otros países asiáticos, uno de nuestros objetivos más inmediatos era poder implantarnos con firmeza en Japón", explicaba Pedro Espinosa, cofundador de la empresa familiar de yogur, con motivo del anuncio de la expansión. Hoy, la versión ha cambiado levemente: "El fracaso en la gestión del desarrollo de la marca Llaollao en Japón corresponde única y exclusivamente a Llao Llao Asia Pte. Ltd y a los hermanos Javier y Miguel Díaz Baeza [gestores de D+1 Holding, con sede en Singapur], como gestores de la misma y, por tanto, como responsables únicos de la evolución de su compañía y de una gestión de nuestra marca en Japón que sin duda se aleja de nuestros estándares de eficiencia y competencia en la gestión", detallan desde la empresa a este periódico.

Llaollao, además, sostiene que D+1 no ha cumplido con los plazos de expansión y que, al ver que no estaban saliendo adelante en términos de ventas, ha llegado a pedir la inclusión de productos que no van en la línea de la franquicia. Por otra parte desde Llallao no se comprende por qué D+1 se apunta los éxitos, como el caso de Singapur, mientras que deriva la responsabilidad de los fracasos en la central.

placeholder El establecimiento de Osaka, el día de su inauguración.
El establecimiento de Osaka, el día de su inauguración.


La primera demanda de varias

En D+1, los ánimos están aún más calientes. Acusan a la franquicia, y en especial a la familia Espinosa Sirvent, de boicotear su trabajo de diversas formas, ya sea enviando correos en español a franquiciados que no entienden el idioma o retrasando el envío de la documentación necesaria para la importación del producto desde España: "No nos dejan importar y tampoco podemos comprar producto local. ¡Si es que no teníamos de nada!", lamentan desde el 'holding'.

Según su versión, esta situación ha generado también la rescisión de su contrato con el Grupo Muginoho, un gigante japonés del 'retail' que tenía encomendada la gestión de los locales y que ha preferido salir de la ecuación al comprobar las desavenencias entre D+1 y Llaollao. "Muginoho era el socio ideal para la expansión en Japón, que es un país especialmente complicado, pero se han negado a trabajar más con Llaollao, están muy disgustados con el trato que han recibido", argumentan desde Singapur.

Así la situación, D+1 ha cumplido la amenaza y ha demandado, a través de PricewaterhouseCoopers, a Llaollao en Murcia. La petición, que ha sido admitida a trámite, exige a la franquicia del yogur una "indemnización millonaria" además de la rescisión del contrato en Japón. "Será la primera de varias demandas si la situación sigue igual", advierten desde el 'holding'.

El ambicioso plan que Llaollao, la marca de yogur helado, tenía para Japón se ha esfumado de un plumazo. La estrategia de la firma murciana para Asia pasaba por un desembarco en toda regla en Japón, en donde se planeaba abrir 70 establecimientos a corto plazo, y continuar así con el éxito que ha tenido en otros países del continente como Tailandia y Singapur. Sin embargo, como ha podido saber este periódico, el único establecimiento de Llaollao en el país, ubicado en el centro comercial Whity Umeda, en Osaka, se ha visto obligado a echar el cierre por su bajo volumen de ventas. Y lo peor es que esta ha sido la gota que ha colmado el vaso de D+1 Holding, su socio para la expansión en Asia, que ha demandado a la franquicia por incumplimiento de contrato.

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