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La japonesa Lifull naufraga con la compra de la 'startup' española Trovit por 80 millones
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Incumple objetivos de la compra y ajusta personal

La japonesa Lifull naufraga con la compra de la 'startup' española Trovit por 80 millones

Compró la 'startup' Trovit en 2014 por la friolera de 80 millones de euros. Tres años después, la inversión ha resultado desastrosa

Foto: Página web de Trovit.
Página web de Trovit.

La empresa nipona Lifull protagonizó una de las mayores adquisiciones de 'startups' en España. Compró la 'startup' Trovit en 2014 por la friolera de 80 millones de euros. Tres años después, la inversión ha resultado desastrosa. Los objetivos que se marcaron en el momento de la adquisición se han incumplido, el tráfico de Trovit –un servicio digital de anuncios por palabras– se ha estancado, los resultados se han hundido y se ha aplicado un ajuste de personal, según apuntan fuentes financieras conocedoras de las interioridades de la empresa. El negocio de los japoneses, cuya empresa se llamaba entonces Next Co y era conocida en España como “El Idealista japonés”, ha quedado muy lejos de sus expectativas iniciales.

En la operación se forraron los fundadores, Iñaki Ecenarro, Raúl Puente y Daniel Giménez, que tenían el 90% de las acciones. El otro 10% estaba en manos del fondo español Cabiedes & Partners, que también se fue con los bolsillos llenos. La multinacional Lifull se las hacía por aquel entonces muy felices. La empresa española adquirida ganaba en ese 2014 un total de 4 millones de euros, pero la realidad ha sido muy dura.

Trovit acabó el ejercicio 2016 con una facturación de 26M de euros, cuando el objetivo marcado cuando se vendió la compañía fue de 35 millones

En 2016 se acabó el sueño y empezó la pesadilla para los nuevos dueños. La empresa española acabó ese ejercicio con una facturación de 26 millones de euros, cuando el objetivo marcado cuando se vendió la compañía fue de 35 millones. A cierre de marzo de 2016, esa mala marcha era ya identificable. En una presentación de la propia Lifull, con motivo de sus resultados anuales, se reconoce que los ingresos estaban cayendo a un ritmo de un 37% anual.

En 2015 los tres fundadores ya habían dejado la empresa. Les sustituyeron en el consejo dos japoneses: uno de ellos, Takasi Inoue, presidente y fundador de Lifull, quien asumió el puesto de presidente y CEO de Trovit, algo que no sirvió para rectificar la marcha de la compañía. En la cuenta de resultados de la multinacional japonesa de marzo de 2016 ya se señala que se ha aplicado una depreciación de valor de activos de 7 millones de euros, que recoge pérdidas de valor conjuntas de Lifull y Trovit, si bien estas dos partidas no se encuentran desagregadas.

La compra de Trovit ha sido la décima venta en importancia en el sector de las 'startups' en España. La estrategia de la nueva dirección fue incrementar los costes. Como apuntaba el grupo nipón en su presentación de resultados “se aumentaron los gastos de personal, así como publicidad, además de un coste adicional para fortalecer la estructura organizativa para lanzar nuevos sitios web”.

Giro en la gestión

Efectivamente. Tras la marcha de los fundadores, Mauricio Silber se hizo responsable del día a día en España. La empresa pasó de las 90 personas cuando fue adquirida a 127 en 2016, un aumento de personal de más del 40%. La intención de los japoneses era utilizar el conocimiento de Trovit para convertirse en líderes mundiales en los anuncios clasificados por internet. Trovit opera como una web de agregación de anuncios de inmuebles, viviendas, coches usados y búsqueda de trabajo, basada en la optimización de los motores de búsqueda, lo que también se conoce como posicionamiento SEO. Trovit tenía que expandir sus operaciones a Japón, Tailandia y Taiwán, según consta en la documentación financiera de Lifull.

Los problemas actuales de Trovit son la comidilla de la comunidad 'startup' en Barcelona. Todo apunta a una situación difícil de reconducir

Pero fuentes del sector cercanas a la compañía reconocen que el tráfico de la empresa se encuentra estancado en los niveles de 2015 y que se ha roto el crecimiento histórico en métricas.

Reducción de plantilla

A partir de este año 2017 se ha empezado a reducir la plantilla, en especial en la parte técnica. En enero se despidieron a cuatro personas, en febrero se prescindió de la mayoría de los becarios –otras diez personas, grupo donde también se incluía algún personal indefinido– y en los últimos meses han dejado la compañía otra docena de personas. En total, la fuerza laboral de Trovit ronda ahora el centenar de trabajadores.

Trovit fue en su día una venta mucho más exitosa que, por ejemplo, La Nevera Roja. Los problemas actuales de Trovit son la comidilla de la comunidad 'startup' en Barcelona. Algunos lo atribuyen a que en su día los japoneses pagaron un multiplicador disparatado, de 13,3 veces sobre EBITDA. Otros, a que la nueva dirección destruyó la cultura corporativa que había hecho de Trovit una empresa de éxito. En cualquier caso, todo apunta a una situación difícil de reconducir.

La empresa nipona Lifull protagonizó una de las mayores adquisiciones de 'startups' en España. Compró la 'startup' Trovit en 2014 por la friolera de 80 millones de euros. Tres años después, la inversión ha resultado desastrosa. Los objetivos que se marcaron en el momento de la adquisición se han incumplido, el tráfico de Trovit –un servicio digital de anuncios por palabras– se ha estancado, los resultados se han hundido y se ha aplicado un ajuste de personal, según apuntan fuentes financieras conocedoras de las interioridades de la empresa. El negocio de los japoneses, cuya empresa se llamaba entonces Next Co y era conocida en España como “El Idealista japonés”, ha quedado muy lejos de sus expectativas iniciales.

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