La familia March cierra la venta de Flex

Tras intensas negociaciones, Artá Capital, uno de los brazos inversores de la familia March, ha conseguido este martes cerrar la venta de la participación del 26,3% que posee en Flex a Aurica Capital, gestora de capital riesgo de Banco Sabadell, y a los actuales acciones, la familia Beteré, por 80 millones de euros, según ha confirmado la compañía.

Con este acuerdo, los actuales accionistas elevan su participación hasta el 80,84%, gracias a que la parte adquirida por la propia empresa se amortizará, mientras que Aurica se quedará con un 19,16% de las acciones. Banca March logra una plusvalía de 40,7 millones con esta operación.

Impulsa Capital ha actuado como asesor financiero de Grupo Flex y Clifford Chance como legal; mientras que Uría ha trabajado con Artá Capital, y Cuatrecasas y GBS han asesorado a Aurica.

Con este acuerdo, la saga mallorquina completa un ciclo que arrancó en marzo de 2011, cuando Artá entró en el capital del grupo zaragozano a través de una ampliación de capital; y completa su tercera gran desinversión, tras las ventas ya realizadas de Pepe Jeans y Ocibar.

Actualmente, la gestora de Grupo March está presente en Mecalux, donde invirtió en el año 2010; en el fabricante de vehículos de limpieza y recogida de residuos urbanos Ros Roca, desde 2008; en el fabricante de pan y bollería congelada Panasa, inversión que se remonta a 2011; en el grupo de residencias universitarias EnCampus, desde 2012, y en el grupo de publicidad in-Store Media, su inversión más reciente, que llevó a cabo en 2015.

Varias de estas participaciones, como las de Mecalux y Panasa, llevan tiempo en el mercado, en línea con la estrategia de rotación de activos que está llevando a cabo todo el imperio que conforma Corporación Financiera Alba, el 'holding' de los March, y que incluye desde la estrategia de salida en ACS hasta el proceso de venta de Clínica Baviera.

Flex es el mayor fabricante de equipos de descanso de España, Portugal y Reino Unido (segmento lujo) gracias a una fuerte cartera de marcas, entre las que se incluyen Flex, Vi-Spring, Mash y Molaflex. Más del 90% de la actividad del grupo se produce fuera de España. El grupo cuenta con plantas de producción localizadas en España, Portugal, Reino Unido, EEUU, Brasil, Chile y Cuba.

Durante los cinco años que Artá ha estado en el capital de Flex, la compañía ha incrementado sus ventas desde 200 a más de 320 millones, con más de dos tercios de sus ingresos generados en mercados internacionales.