BBVA se frota las manos con el desembarco de Eurovegas en Torres de la Alameda

El desembarco del grupo estadounidense Cordish en la pequeña localidad de Torres de la Alameda ha sido un inesperado regalo para BBVA, entidad que desde hace más de una década es uno de los principales terratenientes de la zona.

Fue en 2004 cuando, a través de Anida Desarrollos Inmobiliarios, la entidad se hizo con varias fincas justo enfrente de donde ahora proyecta levantarse el gran complejo de ocio Live! Resort Madrid, unos terrenos que llevan esperando más de una década ser declarados urbanizables.

En aquel momento, cuando BBVA irrumpió en Torres de la Alameda, el pequeño municipio estaba preparando un nuevo Plan de Ordenación Urbana que prometía convertir miles de metros cuadrados de suelo agrario en viviendas.

A través de la sociedad Explotaciones Agropecuarias Valdelayegua, el banco adquirió a varios pequeños propietarios un derecho de opción de compra sobre sus parcelas, por un importe total de 3,97 millones de euros, y el compromiso de ejecutar el traspaso ese mismo año.

Pero la operación se retrasó hasta el ejercicio 2005, y elevó hasta los 8,68 millones de euros el importe final que tuvo que satisfacer el banco, entre la compra de los terrenos y los impuestos ligados a ella, para convertirse en uno de los grandes terratenientes de la localidad.

Entonces, sus planes pasaban por promover 3.200 viviendas protegidas y un gran centro comercial en una de las zonas del pueblo más próximas a la vecina localidad de Alcalá de Henares, situada entre las carreteras M-224, M-203 y M-300.

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Pero la declaración de urbanizable de los terrenos se fue dilatando, hasta que el estallido de la crisis financiera e inmobiliaria terminó de echar por tierra los planes de la entidad, que desde entonces los tiene hibernando en su balance, según han confirmado desde el propio banco, a la espera de tiempos mejores.

Y estos parecen haber llegado de la mano de Cordish, grupo que el pasado diciembre desveló haber adquirido a una decena de vecinos de Torres de la Alameda 134 hectáreas que discurren en paralelo a la M-224, justo al otro lado de las posesiones de BBVA, con el objetivo de promover un gran centro de ocio.

En total, el gigante estadounidense prevé invertir 2.200 millones de euros en promover entre 2.700 y 4.000 habitaciones de hoteles de cuatro y cinco estrellas, un gran teatro, un circo, una zona destinada a conciertos, 16 salas de cines, un teatro IMAX, tres discotecas temáticas ('ultralounge', megaclub y 'dance club') y bolera.

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La superficie destinada a casinos y áreas de juego quedará limitada al 10%, mientras que se crearán tres centros de convenciones con capacidad para 14.000 personas, una piscina laguna, otra con olas, seis piscinas resort, 'beach club', salones de belleza y cinco áreas de 'spa' y gimnasios.

En la zona deportiva habrá pistas de pádel, un circuito de senderismo y 'mountain-bike'; mientras que la de restauración contará con todo tipo de establecimientos temáticos; la comercial, que bordeará las calles peatonales, contará con 400 tiendas, y el área de servicios dispondrá de gasolinera y supermercado 24 horas.

El futuro de este plan está actualmente en manos de la Comunidad de Madrid, que deberá licitar un concurso público y, si lo gana Cordish, será la autoridad con poder para recalificar los terrenos.

En el caso de BBVA, en cambio, seguirá estando en manos del Ayuntamiento de Torres de la Alameda otorgar la calificación de urbanizable a los terrenos, un deseo largamente acariciado que resulta más fácil alcanzar si, justo al lado, el Gobierno regional declara el proyecto de interés público y el nuevo Mister Marshall promete crear 56.400 empleos en la zona.