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Así se convierte una torre emblemática de Madrid en un edificio sostenible y eficiente
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LA NUEVA CARA DE CASTELLANA 81

Así se convierte una torre emblemática de Madrid en un edificio sostenible y eficiente

Es uno de los grandes hitos arquitectónicos del siglo XX y ahora vuelve transformado. Así son la nueva imagen y los nuevos servicios del emblemático Castellana 81

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Es uno de los edificios más emblemáticos de Madrid y, como tal, está obligado a ‘mantenerse en forma’ y en un estado de constante actualización que le permita mantenerse en la vanguardia arquitectónica de nuestro país. Y así lo ha hecho: con su rehabilitación, la infraestructura no solo consumirá menos agua y menos energía, sino que además se posiciona como uno de los centros de oficinas más destacados de la capital.

El edificio no es otro que Castellana 81, la torre acristalada construida entre 1975 y 1980 por el arquitecto Francisco Javier Saénz de Oiza y que, 37 años después, ha convertido sus 107 metros de altura, sus 28 plantas y sus 38.859,70 metros cuadrados en el epicentro de las oficinas de Madrid.

En busca de la eficiencia y la sostenibilidad

A día de hoy, Castellana 81 aspira a ser el primer edificio de oficinas Leed platino del centro financiero de Madrid. Actualmente, ya cuenta con la precertificación Leed Oro Core & Shell otorgada por el US Green Building Council (USGBC), y está ultimando los trámites para la consecución del nivel platino. Para ello, ha buscado potenciar al máximo la sostenibilidad y eficacia, incorporando actuaciones adicionales a las inicialmente previstas en el proyecto de su rehabilitación.

El edificio sustenta dicha búsqueda en varios puntos. Para empezar, la localización sostenible, ya que Castellana 81, situado en plena zona de Nuevos Ministerios, cuenta con disponibilidad de transporte público, en bicicleta y en vehículo eficiente o compartido.

El edificio reducirá en un 42% el consumo de agua sanitaria y en un 13,50% el de energía

Además, el edificio busca hacer un uso eficiente de todos sus recursos: en primer lugar, conseguirá una reducción de un 42% en el consumo de agua sanitaria y de grifería respecto a un inmueble comparable. Adicionalmente, ha previsto un paisajismo con especies autóctonas sin necesidad de riego. Por otro lado, la torre consume un 13,50% menos de energía al año que un edificio convencional de igual uso y superficie similar. El sistema de iluminación consume un 50% menos y su cubierta consta de 30 paneles fotovoltaicos para la generación de electricidad y de un sistema de producción de agua caliente sanitaria mediante 24 paneles solares.

En cuanto a la calidad del ambiente interior, los niveles de aire exterior son adecuados en todas las zonas de actividad regular y todos sus ocupantes tendrán capacidad de control sobre el sistema de climatización. El 95% de los trabajadores tiene acceso a vistas exteriores, con lo que la iluminación natural acaba siendo otro punto a favor. Finalmente, Castellana 81 compensará las emisiones derivadas de su consumo eléctrico con 'green tags', y ha adoptado medidas para reducir el impacto de la emisión de calor por el edificio sobre el microclima urbano.


Sus oficinas, en alquiler

Castellana 81 se ha lanzado por primera vez en su historia al mercado de alquiler de oficinas de Madrid y ha conseguido cerrar prealquileres incluso antes de la finalización de las obras de rehabilitación. Así, empresas como Teka y Hays ya han elegido el edificio para ubicar sus sedes. Además de la idiosincrasia propia de sus oficinas, el edificio cuenta con una serie de características e instalaciones que dan buena cuenta de su apuesta por la tecnología, el confort de sus ocupantes y la accesibilidad.

Quizás el ejemplo más significativo sea una nueva planta destinada en exclusiva a servicios de valor añadido para los usuarios del edificio. Incluye un auditorio, con capacidad para más de 184 personas con un 'videowall' de 18 monitores, sistema de audio con unidades de microfonía, iluminación frontal y trasera con proyectores led, señal de audio y vídeo en tiempo real ('streaming'), sala para traducción simultánea, zona de cóctel anexa, ocho salas de reuniones, conexión a internet y, además, se trata de una instalación accesible para personas con movilidad reducida.

"En el centro financiero de Madrid se han pagado históricamente más de 40 euros por metro cuadrado, frente a los 28 o 33 del momento actual"

El edificio dispone de un centro de fisioterapia y una zona de vestuarios y duchas para los empleados de las empresas instaladas en el mismo. Castellana 81 contará con cafetería, un sistema de control de acceso digital y una pantalla led de gran formato en el 'lobby' con información sobre el edificio, noticias de actualidad, temperatura y humedad exterior, etc.

“La oferta de Castellana 81 supone una oportunidad única en el mercado de oficinas de alquiler de Madrid”, nos cuenta Íñigo Enrich Arenillas, consejero director de CBRE España. “Es excepcional que en el CBD exista una disponibilidad suficiente de metros cuadrados capaz de dar respuesta a empresas con una demanda significativa de superficies flexibles y de alta calidad. Además, los precios son muy competitivos desde una perspectiva histórica: tengamos en cuenta que en el centro financiero de Madrid se han pagado históricamente más de 40 euros por metro cuadrado frente a los 28 o 33 euros del momento actual. Finalmente, Castellana 81 se comercializa por primera vez en su historia y no existe en Madrid un edificio en una ubicación tan privilegiada que aúne la singularidad con el vanguardismo que aporta su rehabilitación”, asegura.

Apuesta por ser el primer edificio de Madrid con certificación Well

Castellana 81 es uno de los pocos edificios de España que han iniciado el proceso de certificación Well Building Standard en la tipología Core & Shell, y aspira a ser el primer edificio de Madrid en obtenerla. No es poca cosa: se trata de la primera certificación mundial para edificios que se centra únicamente en la salud y el bienestar humano, y se basa en siete años de investigación científica, médica y arquitectónica. La certificación avala que el modelo de diseño, construcción y operación de los edificios integra la salud y el bienestar de las personas. Está basado en la verificación 'in situ' de los impactos del edificio en siete áreas diferentes: aire, agua, iluminación, promoción del ejercicio físico, confort, nutrición y mente.

La certificación Leed se enfoca en la sostenibilidad; la Well, en el bienestar, con lo que son certificaciones complementarias. Cuando se implementan juntas, se optimiza el rendimiento del edificio en beneficio de la salud humana y del medio ambiente.

Por otro lado, Castellana 81 será el primer edificio de oficinas de España con certificado de accesibilidad DIGA. Está ultimando el proceso de esta certificación para personas con discapacidad, mayores y embarazadas en su máximo nivel, cinco estrellas.

El certificado de accesibilidad DIGA tiene en cuenta criterios de diversidad funcional, tanto física como sensitiva y cognitiva, con el objetivo de que cualquier persona, sea cual sea su condición, pueda desplazarse por el edificio con comodidad, seguridad y usabilidad. En Castellana 81 se han ejecutado actuaciones concretas dirigidas a mejorar los accesos, la movilidad interior, la señalización, los ascensores y otros aspectos que afectarán a sus usuarios y visitantes.

Un hito de la arquitectura del siglo XX

El edificio es un hito de la ingeniería, ya que se levantó sobre un solar cruzado por el túnel del ferrocarril que recorre la Castellana. Por ello, su estructura se apoya en dos grandes pilas de hormigón situadas a ambos lados del túnel. La estructura central sostiene seis plataformas de hormigón pretensado y cada una soporta, a su vez, cinco pisos de estructura metálica.

La fachada responde al criterio de conjugar superficie totalmente acristalada —con grandes lunas— con una carpintería muy sólida, realizada en acero corten, que constituye una de las características más conocidas y llamativas del edificio. El corten es un material que se oxida en su cara exterior para autoproteger su interior, otorgando un cromatismo y una textura muy singulares a la fachada, que evoluciona con el paso del tiempo y lo aleja de la frialdad de los materiales inalterables. Francisco Javier Sáenz de Oiza, una de las figuras más destacadas de la arquitectura española de la segunda mitad del siglo XX y responsable de la construcción de Castellana 81, fue pionero en su utilización en arquitectura.

El edificio se levantó sobre un solar cruzado por el túnel del ferrocarril que recorre la Castellana

Su apariencia desde el exterior es la de un edificio ‘recubierto’ de cristal que redondea las esquinas. La fachada, con esquinas circulares y de acero y cristal continuo, permite vistas al exterior desde cualquier punto. La envolvente vidriada va protegida exteriormente por una línea de parasoles que sirven al tiempo de línea de paso para limpieza y conservación del exterior. En la fachada poniente, a partir de la planta décima, se añade una protección complementaria de parasoles verticales.

Castellana 81, en cifras

Es uno de los edificios más emblemáticos de Madrid y, como tal, está obligado a ‘mantenerse en forma’ y en un estado de constante actualización que le permita mantenerse en la vanguardia arquitectónica de nuestro país. Y así lo ha hecho: con su rehabilitación, la infraestructura no solo consumirá menos agua y menos energía, sino que además se posiciona como uno de los centros de oficinas más destacados de la capital.

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