Bankia desafía al mercado de la banca española con hipotecas 'low cost'

Bankia quiere robar clientes a sus competidores y acaba de tomar una medida sin precedentes para conseguirlo: estrena hipoteca sin comisiones de apertura y cancelación parcial o total para todos los consumidores que tengan sus ingresos domiciliados en el banco. La entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri se posiciona en línea con otras decisiones que ya tomó hace justo un año, como retirar los cargos a autónomos que domicilian sus impuestos o seguros sociales. Y desafía al mercado en un momento delicado para el sector por varios motivos, como los bajos márgenes de beneficio de la banca o la crisis de confianza desatada por las cláusulas suelo.

"Esta es la mejor manera de tener a los clientes contentos", explican fuentes de Bankia tras considerar que el impacto monetario de la medida no es significativo. La entidad bancaria apenas firmó 8.000 hipotecas el año pasado, con una comisión de apertura que se tradujo en apenas dos millones de euros, una cantidad muy pequeña si se compara con los 731 millones que ganó la compañía en 2015. "No es un tema económico. A corto plazo, puede tener algún coste, pero para nosotros es una inversión", zanjan.

Las financieras suelen cobrar comisiones de apertura de hipotecas que oscilan entre el 0,2% y el 1,5%, si bien la franja más frecuente es de 0,5%-1%. Los cargos de cancelación a menudo alcanzan lo máximo que permite la ley: un 0,5% durante los primeros cinco años y un 0,25% a partir del quinto. Banco Santander, por ejemplo, aplica estos baremos en las comisiones de amortización de las hipotecas de tipo fijo, variable y mixto. La Caixa negocia las facturas de cierre con el cliente y aplica entre un 0,5% y un 1% en apertura.

El Santander defiende que los gastos del papeleo en su caso son compartidos entre el banco y el cliente, como indica la sentencia del Tribunal Supremo de 2015. Dicha resolución declaró como abusivas las cláusulas del Popular y del BBVA que imponían a los clientes el pago de todos los gastos de formalización de hipotecas, cuando deberían ser los bancos quienes los asuman en su totalidad o, al menos, una parte. Por ejemplo, una hipoteca de 150.000 euros firmada entre 2006 y 2013 para un inmueble situado en Madrid implica una devolución para el consumidor de unos 3.000 euros.

En un contexto como el actual, Goirigolzarri se anticipa al debate y trata de enseñar el camino al resto del sector: "Quien pida una nueva hipoteca de Bankia solo pagará el préstamo y los intereses correspondientes. Nada más, nunca. Así de sencillo, así de transparente y sin letra pequeña", predica el presidente de la compañía en un comunicado.

¿Sin letra pequeña?

Bankia también destaca su voluntad de suprimir los requisitos u obligaciones de contratación de servicios que suelen acompañar a la firma de hipotecas. No hay letra pequeña ni sorpresas, insisten desde la compañía, en una clara estrategia para renovar su imagen y ganarse la confianza de esos clientes escarmentados tras el fraude de las cláusulas suelo.

TE PUEDE INTERESAR

Cláusulas suelo: solución exprés para no desairar al Supremo ni demonizar a la banca

José Antonio Navas

Pero hay quien se muestra receloso ante esta iniciativa. "Habrá que ver qué pasa con la TAE. De nada sirve que te hagan una hipoteca con comisiones cero si luego te ponen un tipo de interés más alto", advierten fuentes del sector.